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Los católicos más practicantes son los más fieles a la doctrina tradicional, según estudio

Una encuesta del Pew Research Center muestra que los católicos que asisten semanalmente a Misa son más propensos a defender las enseñanzas tradicionales de la Iglesia

Un reciente estudio del Pew Research Center muestra una fuerte correlación entre la frecuencia con que los católicos en Estados Unidos asisten a Misa y su posición frente a ciertos cambios propuestos dentro de la Iglesia. Aquellos que participan regularmente en la liturgia dominical tienden a mostrarse más reticentes ante reformas doctrinales y disciplinarias, especialmente en temas sensibles como la bendición de uniones homosexuales y la ordenación de mujeres.

La encuesta fue realizada entre el 3 y el 9 de febrero y recogió las respuestas de 1.787 católicos de todo el país. En su análisis, Pew distinguió entre los fieles que asisten a Misa al menos una vez por semana y aquellos que lo hacen con menor frecuencia. Esta distinción permitió observar patrones marcadamente diferentes entre ambos grupos.

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, asistir a Misa «es un testimonio de pertenencia y de fidelidad a Cristo y a su Iglesia» (n.º 2182) y constituye una obligación moral para los fieles en domingos y fiestas de precepto (n.º 2180).

Entre los participantes que asisten semanalmente, el 53% considera que la Iglesia debería «apegarse a sus enseñanzas tradicionales» y mostrarse cauta frente a los cambios. En contraste, solo el 31% de quienes asisten con menor frecuencia comparte esa opinión.

El mayor desacuerdo entre ambos grupos se presenta en torno al reconocimiento eclesial de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Mientras el 66% de los asistentes semanales se oponen a esta posibilidad, el 58% de los católicos menos practicantes creen que la Iglesia debería aceptar dichas uniones.

De forma similar, la propuesta de permitir que las mujeres accedan al sacerdocio divide a ambos sectores. Entre los católicos que van a Misa cada semana, el 56% se opone, mientras que el 67% de los asistentes esporádicos está a favor de este cambio.

Un terreno de mayor consenso aparece en la discusión sobre el acceso de las mujeres al diaconado. La mayoría de los encuestados, tanto entre los practicantes habituales (54%) como entre los no regulares (74%), apoya esta posibilidad, reflejando una apertura más extendida a roles ministeriales femeninos dentro de ciertos límites.

El celibato sacerdotal también genera división, especialmente entre los católicos más practicantes. El estudio señala que entre quienes asisten cada semana a Misa, el 49% apoya la idea de permitir que los sacerdotes se casen, mientras que el 48% se muestra en contra, una diferencia que entra dentro del margen de error del 3%. En cambio, entre los católicos que no asisten con regularidad, el respaldo a este cambio asciende al 69%.

En cuanto a temas relacionados con la moral sexual y reproductiva, las diferencias son menos pronunciadas. La mayoría de los encuestados —el 72% de los que asisten semanalmente y el 90% de los que no— creen que la Iglesia debería permitir el uso de anticonceptivos. De forma similar, la fecundación in vitro es vista con aprobación por el 71% de los católicos practicantes y por el 88% de los no practicantes.

Este estudio refleja una tendencia clara: cuanto más comprometido está un católico con la práctica litúrgica regular, más cautela muestra ante las reformas doctrinales propuestas. A su vez, los católicos menos frecuentes parecen más abiertos al cambio y a una interpretación más flexible de la doctrina en temas contemporáneos.-

(ACIPrensa/InfoCatólica)

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