Opinión

El Papa León XIV y el pensamiento social de la Iglesia

Cada vez que se conocen más de los antecedentes de este Papa queda claro su  compromiso por el cuidado de la Casa Común, de la persona humana y la Creación

Francisco González Cruz:

 

La Doctrina Social de la Iglesia adquiere categoría institucional con la publicación de la Carta Encíclica “Rerum Novarum” del Papa León XIII en el año 1891. Allí se trazan sus  líneas maestras iniciales, en un mundo inédito que se iniciaba con  la llamada Revolución Industrial de alta y extensa complejidad, fruto de los avances científicos y tecnológicos que aceleraron abrupta y aceleradamente los procesos productivos, que concentraron social y territorialmente el capital, el trabajo y extendieron unas nuevas e inusitadas maneras de trabajar y de ser pobres y ricos.

Es el nacimiento del capitalismo salvaje y los sueños de las utopías socialistas. Frente a estos dos materialismos, la alta jerarquía de la Iglesia Católica asume una posición frontal en defensa de la dignidad de la persona humana, su espiritualidad transcendente y la primacía del bien común. Reconoce la propiedad privada pero establece la responsabilidad social de los propietarios, los derechos de los trabajadores y el rol del Estado, pero subsidiario a la persona humana y a la sociedad civil.

Desde sus inicios el cristianismo ha dado testimonio de su compromiso con el bienestar de la gente y de la Creación, con el trabajo de curas, monjas y laicos en los campos y ciudades, en la creación de formas solidarias de economía, la promoción de centros de salud y educación, la lucha contra los poderosos que niegan la solidaridad humana, el respeto y la convivencia entre todas los seres y la naturaleza. El trabajo de la Iglesia Católica en defensa de la dignidad humana y la promoción del bien común ha sido formidable, en toda su historia y en todo el mundo. Lamentablemente ha sido visible cuando  algunos integrantes de su jerarquía, se han entregado a la concupiscencia, al poder político o del dinero. Esa no es su naturaleza, es su pecado.

Cada vez que se conocen más de los antecedentes de este Papa queda claro su  compromiso por el cuidado de la Casa Común, de la persona humana y la Creación. De la “ecología integral”, uno de los más profundos cambios teológicos introducidos por el Papa Francisco, porque redefine la relación del hombre como dominador de la tierra, a un nuevo concepto paradigmático en el que la persona humana forma parte de un ecosistema integral, invitando a una “conversión ecológica”.

León XIV seguirá el camino de la Rerum Novarum (1891) del Papa León XIII, de Quadragesimo Anno (1931) del Papa Pío XI, de Mater et Magistra (1961) y Pacem in Terris (1963) del Papa Juan XXIII, de Laborem Exercens (1981), Sollicitudo Rei Socialis (1987) y Centesimus Annus (1991) del Papa Juan Pablo II. Y de “Laudato si’” (2015) y “Fratelli Tutti” (2020) de su antecesor, que son una síntesis superior a todo lo anterior. El Papa Francisco le allanó el camino, en estas nuevas realidades inéditas en el campo de la ciencia y la tecnología, y no tanto en las amenazas a la paz y a la dignidad de la persona humana.-

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