Opinión

León XIV, a la Luz de la Encíclica de su Antecesor, León XIII, la Rerum Novarum

José Antonio Gil Yepes:

Los principales mensajes de un nuevo Papa se pueden deducir del nombre que seleccione al ser nombrado. Francisco, eligió el nombre de un santo que no fue Papa: San Francisco, quien fue conocido por su inclinación por la práctica de la caridad cristiana, su vocación de pobreza extrema y por su amor por todas las criaturas, incluyendo al “hermano pájaro”, “hermano gato”, etc. No extrañan pues que sus principales mensajes se concentraran en la caridad, en su empatía hacia los diferentes y por abrir puertas al cambio, en unidad, dentro de la iglesia e inter-iglesias. Cuando Robert Prevost Martínez, hoy León XIV, escoge su nombre, podemos buscar en la obra de su antecesor, León XIII, cuáles serían sus inclinaciones. León XIII es, nada más y nada menos, quien publicó la encíclica Rerum Novarum, el 15-05-1891, el documento fundacional de la Doctrina Social de la Iglesia.  Su objetivo principal fue abordar la cuestión social en el contexto de la Revolución Industrial, especialmente sobre las condiciones de los trabajadores y la relación entre capital y trabajo.

La Rerum Novarum defiende el derecho de los trabajadores a un salario justo y condiciones laborales dignas. Obviamente, durante el Siglo XIX se practicaba un liberalismo extremo, adjetivado “manchesteriano”, que confundía la libertad con individualismo, como si la más elemental inteligencia, racional y emocional, no dictase que no es conveniente para la sobrevivencia y el tranquilidad de conciencia crear iniquidades; aunque, a pesar de ellas, se mantuvo la migración rural-urbana que movilizó la Revolución Industrial porque las condiciones de vida en el campo feudal eran peores que las del medio urbano industrial, en el que trabajadores y niños podrían estar frente a un máquina hasta 12 y 14 horas al día. Los regímenes que permiten, en nombre de la libertad absoluta, la gestación de grandes diferencias sociales no son sostenibles porque carecen de viabilidad política: Los pobres van a complotar para derribarlos, y con razón.

Apoya la creación de sindicatos y asociaciones de trabajadores para defender sus derechos. Esto, hoy día, suena como obvio. Sin embargo, durante el Siglo XIX y hasta la Primera Guerra Mundial, el predominio del pensamiento liberal extremo planteaba el absurdo de que los trabajadores no podían formar sindicatos porque eso impedía el ejercicio de sus libertades individuales. Sin embargo, los empresarios sí unían sus capitales para formar empresas por acciones. Disparates que sólo se pueden entender a la luz del bloqueo de las inteligencias racional y emocional y de las conciencias producido por la creencia en ideologías extremas, como el comunismo y el liberalismo.

Reconoce el derecho a la propiedad privadapero enfatiza la responsabilidad social de los propietarios. Esta opción, frente al comunismo creciente definido por Marx y Engels, recuerda el punto de equilibrio que definió Aristóteles frente al comunismo primitivo de Platón. Para Platón, no había lugar para la propiedad privada, ni siquiera de las mujeres ante sus parejas porque podían ser servidas por varios hombres y sus hijos debían ser del Estado. Estos dos temas recuerdan que la defensa de la Patria Potestad y de la Propiedad Privada fueron los dos aspectos que explicaron la no aprobación de la reforma constitucional en 2007. Por su parte, Aristóteles propuso mantener la propiedad privada, pero ésta debía tener una función social; lo que quiere decir, por ejemplo, que no se debe mantener propiedades para “engordarlas”; hay que darles uso para crear riqueza, empleo y bienestar. A lo que podemos añadir que, si no se cumple la función social de la propiedad privada, la solución no debe ser expropiación ni confiscación, sino subirle los impuestos, como el “derecho de frente”, para obligar al propietario inoperante poner a producir su propiedad o tener que venderla. Así se han debido hacer las Reformas Agrarias en el mundo; en vez de estatizar tierras para repartirlas demagógicamente pretendiendo hacer de campesinos, sin conocimientos, recursos ni motivación, unos empresarios por obra de magia política.

Rechaza el socialismo, argumentando que la abolición de la propiedad privada es perjudicial. Este juicio predijo, con 90 años de antelación, el regreso de la propiedad privada a la China Comunista, bajo Deng Xiao Ping, y con 100 años de antelación la caída del Imperio Soviético y el regreso de la propiedad privada en Rusia y Europa del Este bajo Boris Yeltsin. Todos los ensayos en contra de la propiedad privada en los Siglos XIX al XXI han fracasado estrepitosamente dada la pobreza y represión que los han caracterizado; aparte de que es mentira que fueron sociedades sin clases sociales.  Todos estos ensayos migraron a la propiedad privada (unos más, otros menos). Cuba y Corea del Norte persisten en el absurdo de mantener regímenes comunistas sin propiedad privada, pero son de los peores países del mundo: míseros y represivos.

Promueve la colaboración entre clases sociales en lugar de la lucha de clasesDe allí que la  Rerum Novarum sentó las bases de la Doctrina Social de la Iglesia, influyendo en posteriores documentos papales sobre justicia social y derechos laborales, como la Encíclica Quadragesimo Anno, escrita a los 40 años de la Rerum Novarum por Pío XI, y la Populorum Progressio, de Pablo VI, en las cuales  se  ratifican y profundizan los principios originales, como el rechazo al capitalismo desenfrenado y al socialismo, la subsidiaridad o principio de organización social según el cual cada institución debe poder cumplir su función de manera responsable y sin que el Estado la intervenga de manera excesiva, la solidaridad y la justicia social .  A partir de estas encíclicas se desarrollaron los movimientos políticos de la democracia cristiana y las reformas laborales en varios países.

La Rerum Novarum propone una economía basada en la justicia social, en la que el bien común sea prioritarioEste modelo se corresponde a lo que hoy día se conoce como la “Economía Social de Mercado”, expresión acuñada por el economista alemán Alfred Müller-Armack, en su libro del mismo nombre, y que fue popularizada por Ludwig Erhard en su libro de 1951, Bienestar para Todos; siendo Erhard, a la sazón, ministro de economía del primer gobierno alemán de la post guerra, bajo el Canciller Konrad Adenauer, líder del partido CDU, social cristiano. La economía social de mercado se resume como plena libertad de la iniciativa privada e intervención del Estado sólo para proteger a los sectores más débiles, evitar los monopolios u oligopolios y mantener el equilibrio monetario bajo un régimen de independencia del Banco Central. La economía social de mercado siempre se ha mantenido en proceso de adaptación a realidades cambiantes bajo los principios de libertades, negociaciones y solidaridad entre empresas, trabajadores, consumidores y sus respectivos gobiernos. El éxito alemán bajo este esquema económico, político y social ha sido tan evidente que, hoy día, es meta de la Unión Europea implantarlo.

En síntesis, creo que León XIV nos beneficiará recordándonos lo que ya sabemos, pero no ponemos en práctica, dando ejemplo sobre la extrapolación de la caridad cristiana para desarrollar verdaderas Democracias de Pluralismo Efectivo y de Bienestar para todos. El Reto de la Élites, que publiqué en 1978, planteaba eso, ponernos de acuerdo en un modelo de capitalismo privado responsable y de pluralismo efectivo. Ese reto sigue vigente, crear una Centro Democracia, en vez de sobrevivir sumergidos en desconfianza y polarización entre sectores. Estas desviaciones han sido usadas por los que han sido gobernantes durante los dos siglos de nuestra república para concentrar el poder y no para beneficiar a los pobres que dicen defender. Sin libertad, propiedad privada, negociaciones intersectoriales, bienestar y solidaridad es muy difícil que seamos virtuosos, ni felices. –

@joseagilyepes

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba