Opinión

Fraude y protesta

El vacío del próximo domingo será la nueva derrota política que le daremos a Maduro        y        su      camarilla. Todos a casa este domingo

César Pérez  Vivas:

Este próximo domingo, la dictadura madurista consumará un nuevo fraude contra la nación venezolana. En efecto, este 25 de mayo tienen previsto designar a los personajes que simularán ejercer funciones parlamentarias nacionales y regionales, así como a los designados para “gobernar” los estados de la República.

Y digo designar porque no habrá elección. Después de la elección parlamentaria del 6 de diciembre de 2015 y del fraude presidencial del 28 de julio de 2024, en nuestro país no hay elecciones, solo eventos fraudulentos que buscan simular y justificar la toma arbitraria de los poderes públicos bajo la apariencia de un proceso electoral.

La sociedad democrática venezolana ganó —como siempre, superando todo tipo de trampas y obstáculos— la mayoría calificada de dos tercios en la Asamblea Nacional para el período 2016-2021. De inmediato, la camarilla socialista desarrolló un plan de acción a través del sometido Tribunal Supremo de Justicia para desconocer, como efectivamente hizo, al Poder Legislativo nacional, hasta llegar a su clausura total mediante una fraudulenta Asamblea Constituyente instalada en 2017.

Luego, en 2020, repitieron un nuevo fraude constitucional y electoral con la designación de la actual Asamblea, cuyo período culmina el próximo 5 de enero de 2026. Para constituir ese cuerpo, crearon 120 curules por lista nacional, una figura no prevista en la Constitución. Razón suficiente para declarar dicho ente al margen de la       Carta  Magna. Después se produjo el mayor fraude: la elección presidencial del 28 de julio de 2024, sobre la cual hemos mostrado amplias y suficientes   evidencias.

Pero la camarilla de Maduro pretende que aceptemos este sistema fraudulento y olvidemos el brutal golpe del Estado-PSUV contra la soberanía popular.

No hay señal alguna de rectificación ni de voluntad para retornar a la constitucionalidad. Por el contrario, el evento político de esta semana ha profundizado aún más en la arbitrariedad, ilegalidad y discrecionalidad de los agentes del poder, con el objetivo de montar un teatro que les permita seguir controlando el Poder Legislativo Nacional y formalizar la designación de los gobernadores que Maduro quiere como sus comisarios políticos en cada estado de la  República.

Ya es recurrente la convocatoria subrepticia de los eventos electorales. Las elecciones no se celebran con base a los vencimientos de los períodos constitucionales o legales, ni con un calendario cierto, sino mediante cronogramas exprés diseñados para favorecer al aparato clientelar del Estado-PSUV, en detrimento        de      los      demás          actores         políticos.

Se violan sistemáticamente los principios y normas del marco legal electoral. El calendario es clandestino y se ajusta a las conveniencias del poder: no se publica en la Gaceta Oficial ni se admiten ni procesan los recursos administrativos y judiciales, que los interesados presentan, en sede administrativa y judicial, ante los atropellos      del      régimen.

No hay seguridad jurídica para los ciudadanos, ni para los partidos políticos que concurren a los procesos. Estos últimos son creados o ilegalizados según el capricho del mandamás. Por supuesto, no existe ninguna posibilidad de sincerar el Registro Electoral Permanente (REP), mucho menos auditarlo. El REP se manipula desde las sedes del partido de gobierno, desde donde se incorporan o eliminan electores   a        conveniencia.

La destrucción del sistema ha llegado a tal nivel que ahora ni siquiera se podrá acceder a los resultados de cada acta de votación mediante el código QR, que acaba de ser eliminado. Con ello, la dictadura busca despejar el camino para ofrecer las cifras que más le convengan, no los verdaderos resultados de cada mesa. La eliminación del código QR es la más contundente prueba, de la perversa intención fraudulenta, de quienes usurpan el poder y buscan perpetuar ese comportamiento.

Y para completar este esquema de evento electoral que no elige —un simulacro fraudulento—, han eliminado el principio de la personalización del voto, establecido en el artículo 63 de la Constitución. En efecto, la agencia electoral de la dictadura hizo públicos los instrumentos de votación para el acto del próximo domingo y, en ninguna circunscripción, aparecen los nombres de los candidatos postulados. Solo se muestra una feria de tarjetas de los supuestos partidos que compiten por esas curules. Vale la pena, como ejercicio pedagógico, recordar el mandato constitucional:

“Artículo 63. El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas. La ley garantizará el principio de la personalización del        sufragio       y        la representación proporcional.”

Por supuesto, en el acto político de propaganda del próximo 25 de mayo, con el que se pretende nombrar al nuevo parlamento, no hay personalización del voto ni, mucho menos, representación proporcional. Todo está diseñado para que Maduro tenga allí un pelotón de incondicionales que simulen ser parlamentarios, pero que en la práctica serán funcionarios obedientes al poder.

Las consideraciones anteriores son más que suficientes para no avalar semejante mamotreto. Nosotros, ciudadanos, tenemos derecho a repudiar este nuevo fraude. El 25 de mayo vamos a insistir en la denuncia del mismo. Lo haremos con una masiva       protesta        pacífica. Una protesta en la que no le ofreceremos a Maduro y su camarilla, la oportunidad de asesinar, encarcelar o asediar a nuestros compatriotas, como lo hicieron el 28 y 29 de agosto de 2024. Por eso, este próximo domingo NO vamos a avalar el fraude. NO vamos a salir a las calles para participar en ese acto político de la dictadura. No es abstención porque no hay elección.  Vamos a hacerle el vacío a la dictadura. Preparémonos, entonces, para refugiarnos en nuestros hogares. Que el mundo vea la soledad del dictador. Será un mensaje poderoso de repudio al fraude, a la usurpación y a la violencia del Estado-PSUV.
El vacío del próximo domingo será la nueva derrota política que le daremos a Maduro        y        su      camarilla. Todos a casa este domingo.-

Caracas, lunes 19 de mayo de 2025.

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