Opinión

De costo y costa: la Venezuela diversa

Horacio Biord Castillo:

Venezuela es un país, ciertamente uno, pero lleno de diferencias, variedades, alteridades, unas próximas y otras lejanas. En ese sentido, sería inexacto pensar que sea un solo país (acepciones 2 y 5 del Diccionario de la Lengua Española). En realidad, y sin dejar de serlo, es a la vez un país con muchos países, con muchos paisajes culturales a la par que paisajes ambientales. La diversidad no es solo una condición biológica y referida al entorno ambiental. Un país megadiverso desde el punto de vista de la biodiversidad, también es un país megadiverso en lo sociocultural y lingüístico.

Una vieja imagen escolar presentaba a Venezuela con una riqueza geográfica que va desde las nieves eternas de las cumbres andinas, cuyos glaciares hoy están heridos de muerte por el cambio climático, hasta las cálidas playas del Mar Caribe, desde las selvas del Orinoco y los humedales de su delta hasta los médanos de Coro, sin olvidar las planicies enormes que forman el corazón no solo físico, sino también espiritual de Venezuela.

Esa imagen resume la idea de la diversidad, no solo geográfica sino también cultural, y esto debe ser enfatizado, que abarca usos y costumbres diferentes, haceres, saberes, idiomas y diferencias dialectales. Una Venezuela una, pero a la vez múltiple, una Venezuela diversa en su esencia como resultado de su historia e interacciones sociales, desde tiempos inmemoriales y por supuesto anteriores a la era cristiana, una Venezuela estructuralmente diversa y, por ello, enormemente rica.

Muchos de los aspectos que caracterizan el país profundo han quedado invisibilizados por las ideologías del mestizaje y la unicidad nacional. Para darnos cuenta de ello basta recorrer un poco el país. Sin embargo, no es necesario, como sería lo ideal y lo más grato, por supuesto, recorrer todo el territorio venezolano. Basta con salir y caminar apenas unas cuantas cuadras de una ciudad, atravesar su centro y ver su periferia, para darse cuenta de la diversidad intrínseca de todas las regiones, estados y localidades del país.

Esa diversidad resulta consustancial a lo que pudiéramos llamar la Venezuela profunda que no siempre ha gozado de reconocimiento, aprecio ni visibilidad social.

Muchos autores la han tratado de presentar. Rómulo Gallegos, por ejemplo, lo intentó en sus novelas a través de la denuncia social, como él mismo lo expresó. Arturo Uslar Pietri en su hermoso libro De una otra Venezuela también quiso documentar esos contrastes que ocurren de la Venezuela urbana a los paisajes rurales, esa Venezuela múltiple que también le sirvió para expresar su idea de la Venezuela real y la Venezuela ficticia. Por su parte, Felipe Massiani en su Geografía espiritual; teoría y sentimiento de lo venezolano retrató a Venezuela, sin olvidar a Antonio Arraiz en sus trabajos sobre geografía de Venezuela y a tantos otros autores que trataron de divulgar la multiplicidad del país. Una mención especial merecen los estudiosos del folclor Luis Felipe Ramón y Rivera y su esposa Isabel Aretz, quienes junto a sus equipos de trabajo lograron documentar cantidad de manifestaciones de esa Venezuela profunda, ese país que experimentaba los cambios acelerados de las mentalidades tradicionales forzados por la economía petrolera.

Así, pues, ante las constantes preguntas, comentarios y peticiones de tantas personas de aquí y allá, de acullá, ha nacido la idea y la iniciativa del proyecto “De costo y costa”. El nombre mismo alude, en primer lugar, a una hermosísima expresión que utilizan las poblaciones ribereñas del Orinoco al referirse a las costas del gran río. Se le llama simplemente el “costo”. El costo, el costo Orinoco, es la ribera u orilla del gran río. La costa, en cambio, es el litoral multiforme de Venezuela que, dependiendo de donde se mire, arranca en la Guajira y continúa por paisajes a veces desérticos, como en la Península de Paraguaná, en playas hermosísimas, como esas que se extienden entre Tucacas y Boca de Aroa e incluso más allá, aún en el estado Falcón; o en las costas escarpadas de los estados Carabobo, Aragua y La Guaira o Vargas, para luego desembocar en las llanuras aluviales de Barlovento, en el estado Miranda, y otra vez costas que alternan playas y montañas en los estados Anzoátegui y, principalmente, Sucre, para caer luego por la costa ya abierta al océano en la fachada atlántica de los estados Monagas y Delta Amacuro, donde el macareo constante de las olas y la marea agitan las aguas y las vidas tranquilas de sus pobladores. Se finaliza en el territorio venezolano en reclamación de la Guayana Esequiba. Las islas, por su parte, ofrecen costas únicas: Margarita, Coche, Cubagua, Los Roques, La Orchila, La Tortuga…

La Venezuela total es la Venezuela del norte y del sur, de este y oeste, de la gran médula llanera, de las islas y los lagos, la Venezuela que en épocas prehispánicas tuvo varios centros: el Orinoco como un gran eje regional, la costa norte abierta al Caribe y las llanuras en el piedemonte andino. Esa historia profunda, esa historia que no se acaba con las denominaciones de los períodos (prehispánico, colonial, independentista, republicano) ni con la clasificaciones de los siglos ni los calificaciones numerales de las repúblicas (primera, segunda…), muchas de ellas inciertas, esa Venezuela total, esa Venezuela compleja, esa Venezuela con no poca frecuencia invisible se quiere divulgar mediante la iniciativa nombrada “De costo y costa”. El nombre quiere enaltecer la palabra hermosa con la que los lugareños denominan la costa del Orinoco y enfatizar la idea geográfica de la orilla del mar, de la lengua de la mar, como se le solía llamar en épocas coloniales.

“De costo y costa” constituye un intento de ofrecer una visión integral del país haciendo énfasis en pequeños detalles que testimonian su diversidad, la profundidad histórica de su dinamismo sociocultural, pero que con mucha frecuencia pasan desapercibidos a los ojos de las mayorías.

“De costo y costa” emplea un conjunto de técnicas y herramientas informáticas para llegar a un mayor número de personas mediante las redes sociales. Breves y muchas veces simples, los mensajes son una invitación a profundizar y conocer los sitios, personajes y manifestaciones de la Venezuela sociocultural y lingüísticamente megadiversa.-

 

Sigue a “De costo y costa”: @decostoycosta

 

 

Publicado en El Nacional. Caracas, viernes 30 de mayo, 2025

URL: https://www.elnacional.com/opinion/de-costo-y-costa-la-venezuela-diversa/

 

Horacio Biord Castillo

Escritor, investigador y profesor universitario

Contacto y comentarios: hbiordrcl@gmail.com

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