UCAB: Hallazgos de estudio sobre bienestar humano en Bolívar
Entre los datos más preocupantes, la investigación da cuenta de ingresos familiares que cubren solo el 63,53% de la canasta alimentaria, una alta precariedad laboral con aumento de trabajadores independientes sin protección social, además del deterioro del acceso y la calidad de los servicios públicos

El Centro de Estudios Regionales de la Universidad Católica Andrés Bello (CER-UCAB) celebró el pasado viernes 11 de julio el Seminario Internacional “Estudio de Bienestar en el estado Bolívar”, un encuentro que permitió tener una mirada integral de las realidades de los habitantes de esa entidad.
Durante este evento, realizado en UCAB Guayana, expertos de Venezuela y otros países ofrecieron un análisis global y multidisciplinario de la compleja situación social de la región, subrayando la urgencia de diseñar políticas públicas que estén adaptadas al entorno para que sean más efectivas. La presentación del III Estudio de Bienestar Humano en el estado Bolívar, correspondiente a 2024, estuvo a cargo de Aiskel Andrade, directora del Centro de Estudios Regionales.
Andrade destacó la importancia de esta investigación en función del compromiso de impacto social de la universidad, buscando responder a la pregunta de cómo viven y sienten los habitantes en un contexto regional marcado por la actividad productiva, las tensiones sociales, la diversidad cultural y la dinámica de una zona fronteriza.
Subrayó que el estudio se inscribe en una corriente que considera que las dimensiones objetiva y subjetiva son complementarias. Su metodología integró el levantamiento de condiciones objetivas, como trabajo, ingresos y consumo, con la valoración que las propias personas hacen de esas condiciones.
Agregó que este enfoque también incorporó la validación territorial, buscando identificar rezagos y desigualdades específicas en distintas localidades, lo cual es indispensable para el diseño de políticas públicas contextualizadas.
«El bienestar no puede ser valorado solo con los indicadores que me dicen dónde debo comer, cuánto debo comer, dónde debo vivir, dónde debo estudiar, sino qué es lo que yo valoro sobre eso», apuntó.
La profesora precisó que el estudio de 2024 fue realizado entre noviembre y diciembre con una muestra de 621 personas mayores de 18 años de los 11 municipios del estado. Se evaluaron componentes materiales y no materiales como ingreso, consumo, trabajo, calidad de empleo, acceso a servicios, participación comunitaria, relaciones sociales, conocimientos y competencias, y salud.
Inseguridad laboral e insatisfacción con los servicios
Asimismo, la directora del CER-UCAB también resaltó la preocupación por la precariedad laboral en Bolívar, con un 25,76% de trabajadores independientes y 32,47% sin acceso a seguro de salud o protección social.
Sobre el acceso a servicios públicos en el estado, la investigadora comentó que sigue siendo un punto crítico de rezago: solo el 59,42% de los encuestados declaró que tiene acceso al agua (con interrupciones), 71,01% a electricidad (con interrupciones), 35% no tiene acceso fácil al transporte público y 29% no tiene ningún acceso a Internet.
En cuanto a las relaciones sociales y participación comunitaria, el estudio encontró un marcado deterioro en comparación con las ediciones anteriores. Según la profesora Aiskel Andrade, los datos indican que la mayoría de las personas tiene redes de apoyo, pero solo el 41% está satisfecho con sus vínculos, siendo la familia y la pareja los principales. Solo el 29% identifica a los vecinos como parte de su red de apoyo.
Bajan los índices de bienestar en Bolívar
Explicó que este resultado está vinculado con la baja confianza institucional, la poca motivación para la participación comunitaria y la deficiencia de los servicios públicos. Mencionó que municipios como Roscio, con el índice de bienestar más bajo (0,33), están particularmente afectados por la falta de servicios básicos como el agua.
Para finalizar, el estudio también desglosó lo que los habitantes de Bolívar valoran de forma positiva y negativa: entre las que valoran de forma positiva está la sensación de seguridad, la utilidad de las habilidades educativas para los desafíos cotidianos, la independencia del trabajo y la tranquilidad de sus hogares.
Respecto a lo negativo, mencionan la imposibilidad de vivir la vida que merecen con el ingreso que perciben, la precariedad de su actividad laboral, la irregularidad de los servicios públicos y la baja confianza hacia los organismos de seguridad.
Un recorrido por los estudios de la UCAB para entender la región Durante el seminario organizado por UCAB Guayana, el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCAB, Ronald Balza Guanipa, ofreció un recorrido por diversas investigaciones desarrolladas por la universidad que reflejan distintas realidades del país en diferentes ámbitos, y destacó la necesidad de un enfoque multidisciplinario para entender la región, combinando datos cuantitativos y cualitativos.
El decano recordó las dificultades en la recopilación de información, especialmente en sectores empresariales informales, haciendo referencia a la “Encuesta de empresas de los sectores industrial, comercio y servicios en Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar” (2022), un esfuerzo colaborativo de la universidad realizado durante la pandemia.
También subrayó la trascendencia de la ENCOVI (Encuesta Nacional de Condiciones de Vida), particularmente su edición de 2023, que permitió un análisis a nivel de ciudades como Ciudad Guayana. Balza destacó que, más allá de los desafíos de la medición de pobreza por ingresos, las preguntas cualitativas sobre la percepción resultan «muy valiosas».
Ante la reducción del tamaño muestral en la ENCOVI 2024, resaltó la importancia de encuestas locales como las realizadas por el CER-UCAB en el estado Bolívar, ya que facilitan una identificación más precisa de las necesidades y una focalización más efectiva de los proyectos.
Asimismo, el economista enfatizó la necesidad de incorporar preguntas cualitativas que trasciendan los datos económicos directos. Mencionó que interrogantes sobre la satisfacción laboral y la relación entre la formación académica y el empleo, presentes en el Estudio de Bienestar, Humano son «preguntas que parecen indirectas, son muy valiosas para interpretar el resultado».
«Toda esta información nos ayuda a tener visión de conjunto», concluyó Balza, enfatizando que la integración de estos diversos estudios permite a la UCAB construir un «móvil de conocimiento que se arma pieza por pieza, en lugar de un rompecabezas estático».
Medición del bienestar subjetivo: una mirada desde México La actividad finalizó con la ponencia de Beltrán León, director del Observatorio de Calidad de Vida y Salud Social de la Universidad Veracruzana de México.
Su ponencia abordó la medición de indicadores subjetivos de bienestar en ese país, destacando la inherente complejidad del fenómeno y la necesidad urgente de complementar los indicadores económicos tradicionales.
«No es del todo cierto que hay una relación positiva entre el bienestar y el ingreso… Tampoco es cierto que el bienestar se basa únicamente en el ingreso económico», apuntó.
El profesor también se refirió a la «paradoja mexicana»: un país que figura en el top 10 de los más felices del mundo, a pesar de que casi la mitad de su población vive en la pobreza, y presentó datos que muestran una relación negativa entre el gasto público en desarrollo social y el Índice de Desarrollo Humano, sugiriendo que la inversión no siempre se traduce en un cambio efectivo en las condiciones de vida.
El modelo de medición de bienestar subjetivo propuesto por Beltrán León considera tanto componentes cognitivos como emocionales, y se estructura en tres dimensiones clave: individual (felicidad, satisfacción con la vida), social (relaciones, comunidad) y contextual (percepción de bienes y servicios públicos). Sus estudios en Xalapa, México, han demostrado consistentemente que la valoración más alta se da a nivel individual, seguida de la social, y que la valoración de los bienes y servicios públicos es siempre la más baja.
«Los individuos podemos ser felices, aunque estemos en condiciones de pobreza. Pero eso no tendría que ser suficiente», sostuvo Beltrán, enfatizando la necesidad de mejorar los factores externos para un desarrollo integral.
Al cierre del evento, el director del Observatorio de Calidad de Vida y Salud Social de la Universidad Veracruzana de México y la titular del Centro de Estudios Regionales de la UCAB anunciaron la formalización de un convenio de investigación entre ambas instituciones que les permitirá enriquecer la comprensión y la medición del bienestar.
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Aiskel Andrade. Directora del Centro de Estudios Regionales de la Universidad Católica Andrés Bello (CER-UCAB)
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