Vidas ilustres, vidas ejemplares
La serie hagiográfica Vidas Ejemplares se lanzó en 1954, publicando y vendiendo 416 números ordinarios y ¡14 extraordinarios!, que presentaban biografías de destacadas personalidades en la historia del catolicismo
Bernardo Moncada Cárdenas:
En la era de tiktok, Instagram, y otras populares redes sociales, viene a cuento revisar los contenidos con que muchos de nosotros, no solamente adolescentes, entretenemos nuestras mentes, y recordar iniciativas que, sin tal despliegue tecnológico y con mucho esfuerzo y buenas energías, ayudaron a formarnos; la comparación surge espontánea.
Entre El Llanero Solitario, Superman y Batman, La pequeña Lulú, los personajes de Walter Lanz, o los de Marvel y Disney, por mencionar algunos de procedencia norteamericana, se adquirían mucho en Venezuela los que con bastante calidad eran producidos en México. Entre ellos, llamaban atención series dedicadas a colaborar en la formación moral y espiritual de la infancia, como Leyendas de América, Tesoro de Cuentos Clásicos, Aventuras de la vida real, Epopeya y Lectura para Todos, iniciadas entre 1956 y 1959, y cuyo prolongado tiraje nos acompañó hasta 1974.
Ilustrada a la manera de los comics más populares, esta significativa hemeroteca infantil comprendía joyas de literatura, epopeyas históricas, leyendas, biografías de personajes del pensamiento, grandes hazañas patrióticas y -algo que hoy nos parecería imposible- popularización de la Biblia y hagiografías (vida de santos). La empresa dedicada a complementar de manera tan eficaz, y con sorprendente éxito comercial, nuestra formación, fue una editorial mexicana: Novaro.
Tras las abundantes ventas de un número extraordinario titulado Vida y amores de Jorge Negrete (1954), Novaro lanzó con Vidas Ejemplares su serie de cómics de finalidad didáctica que venían a completar el resto de sus colecciones, compuestas mayormente de traducciones de material de EE.UU.A. El primer bloque de sus comics didácticos incluyó Vidas Ilustres (1956), Leyendas de América (1956), Tesoro de Cuentos Clásicos (1957), Aventuras de la vida real (1957), Epopeya (1958) y Lectura para Todos (1959).
La serie hagiográfica Vidas Ejemplares se lanzó en 1954, publicando y vendiendo 416 números ordinarios y ¡14 extraordinarios!, que presentaban biografías de destacadas personalidades en la historia del catolicismo, desde Santa Teresa de Los Andes hasta Vladimir Soloviev, el grande y poco conocido filósofo, teólogo, poeta, escritor y crítico literario ruso, padres de santos, y 51 números tomados de La Biblia.
En los 332 números semanales de Vidas Ilustres, los próceres comparecieron junto a mujeres y hombres de ciencia, poetas, literatos, como Chaplin, Confucio, el anatomista y fisiólogo Harvey, Balzac, Hemingway, Goya, Marie Curie, en semejante y exitoso formato. Preparados para entusiasmarnos en emular logros y obras como las relatadas.
Como anunciado al comienzo, ante esta iniciativa la comparación surge espontánea. Mucho del desarreglo psicológico y educativo que enfrentamos, disminuiría si no estuviésemos convencidos de que un material como éste que hoy reseño, con nostalgia, no puede ser vertido, con ingenio y empatía en los medios que nos ofrece la tecnología de hoy. Por grandes que hayan sido las mutaciones que nos asombran ante los niños de hoy, el corazón humano sigue anhelando algo que guíe y satisfaga su más noble necesidad.
Cuando dejemos de despreciar esa moralidad innata, libre de prejuicios y llena de curiosidad, que nos cuestiona desde la profundidad de sus miradas, podremos de nuevo despertar el interés infantil en las “vidas ilustres” y las “vidas ejemplares”.-
