“Del cielo, solo bendiciones, no misiles”: El sacerdote mexicano que bendice desde los tejados de Tel Aviv
El Día del Corpus, subido a la azotea, el P. Agustín Pelayo impartió la bendición eucarística

El día de la solemnidad del Corpus Christi, el padre Agustín Pelayo, párroco de la comunidad católica de Jaffa en Tel Aviv, impartió la bendición eucarística a la ciudad, alcanzada poco antes por misiles iraníes lanzados en respuesta al ataque estadounidense a instalaciones nucleares
«Que no sean misiles, sino bendiciones las que desciendan del cielo», dice el párroco, invocando paz y protección para todos, en declaraciones a la agencia SIR
El día de la solemnidad del Corpus Christi, el padre Agustín Pelayo, párroco de la comunidad católica de Jaffa en Tel Aviv, impartió la bendición eucarística a la ciudad, alcanzada poco antes por misiles iraníes lanzados en respuesta al ataque estadounidense a instalaciones nucleares. «Que no sean misiles, sino bendiciones las que desciendan del cielo», dice el párroco, invocando paz y protección para todos, en declaraciones a la agencia SIR.
Estados Unidos atacó tres importantes instalaciones nucleares en Irán el fin de semana y la respuesta iraní fue una salva de 30 misiles, que impactaron en las ciudades de Haifa, Jerusalén y Tel Aviv. Entre los lugares que sufrieron desperfectos se encuentra el convento de este franciscano mexicano perteneciente a la Custodia de Tierra Santa.
“Esta mañana”, relata el padre Agustín a la agencia de prensa católica italiana, “con el otro hermano que está aquí en la comunidad, estábamos a punto de celebrar misa. Oímos el rugido y el estruendo del intenso bombardeo. Bajamos al sótano, debajo de la iglesia, para refugiarnos. Nuestros fieles tienen miedo. Todos vimos la metralla caer muy cerca, incluso a menos de un kilómetro de la iglesia. Nunca los había visto tan asustados en esta guerra que comenzó el 7 de octubre de 2023”, señala en alusión al día en que Hamás cometió los bárbaros atentados que causaron centenares de fallecidos y una respuesta inmisericorde de Israel que ha devastado Gaza, golpeado Líbano y Siria y ahora mira al régimen iraní de los ayatolás
Ante estos acontecimientos, pidió a su comunidad parroquial, compuesta por árabes israelíes y familias de trabajadores migrantes de la India, Filipinas y Latinoamérica, que “rezara desde casa y saliera solo para ir a la iglesia a confesarse y comulgar en privado, con cita previa”, porque no se podía garantizar la seguridad de los fieles.

Pero la mañana del Corpus, el P. Agustín hizo algo más: “Envié un mensaje en el chat parroquial donde compartimos oraciones y avisos, invitando a la comunidad a quedarse en casa y, al mediodía, al son de las campanas, encender una vela y arrodillarse para recibir la bendición eucarística extendida a toda la ciudad, para proteger a la población y pedir la paz”.
Y eso hizo llegada la hora anunciada. Para que “del cielo”, añade al SIR, “no caigan misiles, sino bendiciones”. La bendición se impartió desde la terraza parroquial con vistas a la ciudad. “Un gesto, inspirado en Santa Clara (a menudo representada con la custodia en la mano en memoria del milagro con el que salvó Asís de la destrucción de los mercenarios árabes de Federico II, ed.), que nos dio un poco de esperanza y consuelo y ayudó a calmar la preocupación que tenemos en nuestros corazones”.-
José Lorenzo/RD