Ministerios conferidos a laicos
Promover la Iglesia como comunión evangelizadora exige y estimula la multiplicación y variedad de ministerios conferidos a laicos

Mons Ovidio Pérez Morales:
Los términos ministro y ministerio en el campo pastoral se utilizan en varios sentidos y en modo flexible. Al fin y al cabo servidor y servicio les son sinónimos. El CPV en el documento 10 sobre la liturgia, al hablar de la formación en este ámbito determina lo siguiente:
Educar sobre la naturaleza de su ministerio a todos los ministros laicos, de manera especial los instituidos en el lectorado y acolitado, los demás ministros extraordinarios de la comunión, y los que desempeñan los servicios de lectores, salmistas, monitores, cantores o monaguillos. Propiciar la redacción de manuales o subsidios para cada ministerio (CMF 138).
Ahora bien, en un sentido restringido el término ministro designa a una persona que recibe en la comunidad eclesial un encargo específico mediante un rito especial. Entendido así, el ministerio se divide en:
- Ministerio de Orden, que se confiere por el Sacramento del Orden; resulta así el ministerio ordenado que comprende la tríada obispo, presbítero y diácono. Constituye la estructura jerárquica fundamental de la Iglesia.
- Ministerio Instituido, que se confiere por el rito de Institución y en el cual nos detendremos a continuación.
Después del Vaticano II Pablo VI en un documento Ministeria Quaedam (1972) reestructuró lo que se tenía tradicionalmente en materia ministerial y estableció, junto al Ministerio de Orden (episcopado, presbiterado y diaconado) los Ministerios conferidos a laicos que habría de darse, no ya por ordenación, sino por un rito llamado institución. Con respecto a estos últimos estableció el lectorado y el acolitado, dejando la puerta abierta a la constitución de otros ministerios, ya por disposición de la Santa Sede, ya también por disposición de los Episcopados o de obispos particulares. Es así como han venido surgiendo en cadena y en apertura progresiva, conferibles también a mujeres: ministerio extraordinario de la sagrada comunión, catequista y otros, establecidos a diversos niveles esclesiales.
En todo esto hay que tener presente que servidor (ministro) en la Iglesia y en el mundo ha de ser todo cristiano, teniendo presente que amar es servir. La institución de ministerios en la comunidad eclesial, teniendo presente lo anterior, será discreta, evitando dos excesos como serían, ya una multiplicación exagerada de ministerios y ministros, ya la restricción de estos a casos a tareas y casos muy especiales. En Venezuela la Conferencia Episcopal ha aprobado unos Estatutos al respecto.
Un ministerio de particular importancia es el que posibilita la multiplicación de pequeñas comunidades eclesiales al interior de las parroquias, sirviéndolas como animador o coordinador, presidiendo celebraciones de la palabra y coordinando diversas tareas. Promover la Iglesia como comunión evangelizadora exige y estimula la multiplicación y variedad de ministerios conferidos a laicos (este término es preferible al de “ministerios laicales”, que es bastante general e impreciso).-