¿Qué tal si escuchamos a Mandela?
Nos interesa aquí mencionar a donde puso sus prioridades una vez que salió electo presidente en 1994, el primer presidente de raza negra, en las primeras elecciones donde los negros pudieron participar con candidato propio

Luisa Pernalete:
“Puedes empezar a cambiar nuestro mundo a mejor cada día, por pequeña que sea la acción”. Esta frase de Nelson Mandela, una entre muchas celebres, es inspiradora. Y la elegimos para comenzar nuestra columna semanal, porque dice mucho de ese líder mundial, ganador del Permio Nobel de la Paz – 1993 – junto al entonces Presidente de Sudáfrica, Frederik de Klerck, por haber contribuido a la instauración de la democracia multirracial en su país. Cuando escribirnos estas líneas, se está recordando el día de Mandela, pues nació un 18 de julio de 1918.
Toda su vida muy interesante, sería bueno, si es que tenemos lectores que puedan gozar de unos días de vacaciones en agosto, que lean su biografía, aunque sea esas que se encuentran en google, dado que sus libros no son tan fáciles de conseguir en nuestro país. De verdad, conmueve, inspira, anima, pues tuvo que enfrentar muchos problemas, no hablamos solo el haber nacido y crecido en un país de raza negra, pero dominado por una minoría blanca-inglesa- con una cruel política segregacionista, que mantenía a la mayoría negra en pobreza, y en condiciones deplorables. Tuvo también problemas familiares, y serios, y sin embrago no respiraba ni resentimiento, ni deseos de venganza una vez que salió de la cárcel, luego de 27 años, precisamente por su participación, muy activa, desde el Congreso Nacional Africano –CNA- desde joven.
No son suficientes dos cuartillas para hablar de toda su vida. Nos interesa aquí mencionar a donde puso sus prioridades una vez que salió electo presidente en 1994, el primer presidente de raza negra, en las primeras elecciones donde los negros pudieron participar con candidato propio.
Sólo un par de cosas, antes de entrar a su presidencia, que está ampliamente recogido en el libro Nelson Mandela y Mandela Langa. El color de la libertad. Los años presidenciales. (2018, México, 2a edición en español).
Mandela se unió al CNA en 1944 y participó en la resistencia contra las políticas del apartheid, tenía un verbo encendido. Y hubo un momento que llegó a plantearle a sus copartidarios una salida violenta del régimen injusto, pues les cerraban todos los espacios cívicos. Y mientras estuvo preso, en diversas cáceles, por mas de 27 años, pero estando sin libertad, su reputación de resistencia no dejó de crecer en todo el mundo. En la cárcel comenzó a escribir su autobiografía, y como podía enviaba hojas para Inglaterra. Mas de una vez se las confiscaron. Les recomiendo el libro Conversaciones conmigo mismo. Nelson Mandela, de la editorial Planeta (2011, primera reimpresión de Planeta para Venezuela).
Cuando Mandela salió de la cárcel, después un tiempo de conversaciones con el gobierno de Klerk, que consideraba que ya el régimen no se sostenía, Mandela dijo que la venganza era mala consejera. Y no se dejó llevar por ella.
Y ahora si vamos a algunos aspectos de su presidencia – 1994 – 1999.
Nada aferrarse al poder. Algo interesante: le dijo a sus compañeros de partido, que sería presidente solo en un período, no quería reelección. ¿Qué tal si los actuales presidentes de muchos países del mundo siguieran este consejo de Mandela?
El lema de su partido: “Mejor vida para todos”. Mandela recibió un país con 40 millones de habitantes, mayoría negra y minoría blanca, 23 millones no tenían, electricidad, muchos millones no tenían agua potable, 2 millones no tenían escuela, por mencionar algunos datos. El, como presidente, se esmeró, a pesar de muchas dificultades económicas, en implantar beneficios a las comunidades de manera inclusiva, especialmente para personas con discapacidad, los infantes, los adultos mayores. Se incrementó la matrícula escolar. A la educación le dio mucha importancia. Una de sus frases célebres más citada es esta: “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”. Y veamos esta otra: “Los niños y las niñas no solo son el futuro de la sociedad sino el futuro de las ideas” ¿Cómo les suenan esas prioridades?
Cuando entra a la presidencia, se comprometió con trabajar por la paz y la reconciliación. En la práctica, dado que sabía que sus partidarios no tenían experiencia en la administración pública, ofreció a los funcionarios blancos que quisieran renunciar, que se quedaran. Y también conformó un gobierno de coalición, o sea, hubo ministros blancos, aunque por supuesto, los ministros negros eran mayoría. Mandela pudo parar una guerra civil. Claro que no se trataba de “borrón y cuenta nueva”. Conformó una comisión de la verdad para que investigara crímenes durante los gobiernos con políticas segregacionista dirigida por Desmon Tutu, obispo anglicano, de Sudáfrica, activista en contra del apartheid, y Premio Nobel de la paz 1984.
La sencillez y la coherencia fueron otras características de la persona de Mandela. Tenía comodidades como Presidente, pero donaba una buena parte de sus ingresos a la Fundación Nelson Mandela que creo en 1995. No fue la única fundación que creó para ayudar a otros. Cuando dejó la presidencia, se dedicó entre otras cosas a promover la paz en África a servir de mediador como por ejemplo en Burundí. Y daba muy buenos consejos a sus líderes. Y sobre la coherencia, entre otras cosas, dijo que “Nunca podrás influir en la sociedad si tú mismo no has cambiado”. Nos recuerda a Gandhi, del cual Mandela era seguidor y no lo ocultaba.
En fin, esperamos por lo menos haber sembrado en lectores el interés por conocer más de Mandela, y consideramos que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes también debieran conocer estos líderes mundiales, en el caso de Mandela, seguidores de la no –violencia como modo de proceder. Y les dejo esta otra frase de nuestro inspirador líder: “Si quieres la cooperación de las personas que te rodean, debes hacerle sentir que son importantes, y eso se consigue siendo humilde y auténtico”.-
18/07/25




