Testimonios

Despedida a mi amigo Siro

Publicado en Facebook, en homenaje a ese gran ser humano que fue Siro del Castillo, por el muy querido amigo, el Dr. Rafael "Warry" Sánchez

Warry Sánchez:

Acabo de despedir a mi amigo Siro durante la Misa de celebración de su vida y comparto esta breve reflexión con sus amigos.
 
Para mi Siro fue una de esas personas que uno encuentra muy poco en la vida y que cada día que pasa escasean más. Transparente, cristalino, dedicado, capaz de perdonar a su peor enemigo, bondadoso, entregado al prójimo, profundamente solidario y fiel seguidor de los principios del humanismo cristiano.
 
Hablando esta semana con un común amigo, el venezolano Ramón Guillermo Aveledo, al yo decirle que Siro estaba agonizando y que muy pronto iba a partir a la casa del Padre me respondió “Dios lo reciba, se lo ha ganado por buena gente, un todo terreno de solidaridad”.
 
Ante eso pensé y comparto con ustedes una breve anécdota de su solidaridad: durante el ciclón Andrew nuestra casa sufrió daños considerables sobre todo inundación; el agua de mar subió 5 pies en el primer piso y había pececitos encima de los muebles. No tuvimos electricidad, ni teléfono, ni agua corriente durante un mes. Las puertas estaban abiertas y al tercer día se apareció Siro en la puerta para preguntar y saber cómo estábamos. Había conseguido un permiso a través de su oficina para inspeccionar los daños y así pudo pasar la vigilancia de una tanqueta de la Guardia Nacional que se encontraba en la esquina y así llegó entre el agua y los escombros.
 
Conocí a Siro en 1972, recién llegado de Cuba. Estaba yo terminando la residencia de mi especialidad y al regresar del hospital y entrar en casa me encontré sentado en la sala a un hombre joven, larguirucho, de mirada un poco preguntando “¿qué hago yo aquí?. Amaya me dice: “Oilda nos trajo a su hermano Siro para que nos conociera y lo orientáramos, pues había llegado de Cuba recientemente”.
 
Desde entonces establecimos una profunda amistad yo diría más bien hermandad. Por los últimos 53 años estuvimos juntos en mil batallas: en el Movimiento Demócrata Cristiano de Cuba (MDC), en el Partido Demócrata Cristiano de Cuba (PDC) , en la Plataforma Democrática Cubana (PDC) , en la Solidaridad de Trabajadores Cubanos (STC), en el éxodo del Mariel, en fin, en todo lo que ha acontecido en Cuba y en la comunidad internacional con relación a Cuba en las últimas 5 décadas.
 
Hace años teníamos una apuesta para ver cuál de los dos entraba primero en Cuba pues él había gestionado su entrada 8 veces y yo 6, pero no habíamos tenido éxito pues siempre nos han tenido castigados. Ahora ya puede entrar y salir sin pedirle permiso a nadie. Siro ganó la apuesta.
 
En estas últimas semanas rogaba a Dios que se recuperara para poder seguir disfrutando de su compañía y amistad pero al final mi ruego cambió y le pedí que lo llamara a su lado para no prolongar más su sufrimiento.
 
Puedo asegurar en este momento que Siro vivió para Cuba, que la llevaba en su alma y corazón, en sus recuerdos y también en sus angustias, que para él no había cubana ni cubano malo.
 
Siro, no te digo adiós sino hasta luego pues pienso, al igual que muchos de nuestra generación, que pronto vamos a estar juntos librando las mismas batallas u otras que se nos ocurran. HASTA LUEGO AMIGO.-
 
 

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