El Papa invita a los teólogos a encontrar la «síntesis equilibrada» entre doctrina y misericordia
Mensaje de León XIV a un congreso de teología moral en Bogotá

«Entre las exigencias de la ley de Dios y los dinamismos de la conciencia y la libertad del hombre, asumiendo al mismo tiempo una actitud caritativa, comprensiva y paciente hacia sus hermanos»
Que «estas jornadas sean una ocasión propicia para reflexionar sobre los desafíos, cambios y conflictos actuales a la luz de la revelación divina, que halla su plenitud en Cristo»
«Encontrar una síntesis equilibrada entre las exigencias de la ley de Dios y los dinamismos de la conciencia y la libertad del hombre, asumiendo al mismo tiempo una actitud caritativa, comprensiva y paciente hacia sus hermanos, convirtiéndose así en un signo visible de la infinita misericordia de Dios». Esta es la petición que ha formulado el Papa León XIV, a través de un telegrama enviado a los participantes en el congreso internacional de teología moral, que se está celebrando en Bogotá.
El simposio tiene lugar del 20 al 21 de agosto, y está organizado por la Fundación Universitaria San Alfonso, en colaboración con el Pontificio Instituto Academia Alfonsiana y la Fundación Déjame Nacer, bajo el lema ‘La ética en el siglo XXI: cambios y conflictos en la sociedad, el género, la IA y la ecología integral’.
En la nota, firmada por el secretario de Estado, Pietro Parolin, Prevost desea que «estas jornadas sean una ocasión propicia para reflexionar sobre los desafíos, cambios y conflictos actuales a la luz de la revelación divina, que halla su plenitud en Cristo».
Unas cuestiones que, insiste el Pontífice, han de abordarse «siguiendo el sabio y siempre actual ejemplo de los santos», como san Alfonso María de Liborio, a quien se dedica la fundación universitaria donde tiene lugar el congreso. Y hacerlo balanceando entre «las exigencias de la ley de Dios» y «los dinamismos de la conciencia y la libertad del hombre».
«Con estos sentimientos, el Papa León XIV, invocando la maternal protección de la bienaventurada Virgen María, sede de la sabiduría, imparte de corazón la implorada bendición apostólica, que extiende complacido a sus familias y demás seres queridos», concluye el telegrama.-