«¿Qué unidad queremos?»: Koch plantea el dilema central del diálogo ecuménico
Destaca la destaca la esperanza generada por la visita del papa León XIV a Líbano y Turquía y ve «nuevo impulso ecuménico» tras la propuesta papal de un encuentro en Jerusalén 2033

El cardenal Kurt Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, considera que la reciente visita del papa León XIV a Turquía y Líbano marca un nuevo horizonte para el ecumenismo. En una entrevista publicada por el periódico católico Die Tagespost, el responsable del ecumenismo expresó su optimismo sobre los avances en el diálogo ecuménico, aunque reconoció que quedan importantes desafíos por resolver antes del Año Santo 2033.
Jerusalén 2033: un encuentro ecuménico histórico
Koch destacó la propuesta del pontífice de celebrar «el próximo gran acontecimiento ecuménico en el año 2033, es decir, 2.000 años de la muerte y resurrección de Jesucristo». Esta iniciativa, según el cardenal, «ya ha tenido una buena acogida, también entre los representantes del ecumenismo».
El prelado suizo subrayó que Jerusalén sería el lugar más apropiado para este encuentro: «La resurrección del Señor es el fundamento de nuestra fe». Koch manifestó haber percibido «ya un gran entusiasmo, algo así como un nuevo impulso» hacia este objetivo.
En el trayecto del Viaje apostólico a Turquía el Papa le dijo a los periodistas
«Ayer por la mañana hablamos de futuros encuentros posibles. Uno sería en el año 2033, dos mil años de la Redención, de la Resurrección de Jesucristo, que evidentemente es un evento que todos los cristianos queremos celebrar. La idea fue bien recibida, la invitación aún no la hemos hecho, pero la posibilidad es celebrar por ejemplo en Jerusalén en 2033 este gran evento de la Resurrección. Todavía hay años para prepararlo»
Dos visiones diferentes de la unidad cristiana
Sin embargo, el cardenal planteó una cuestión fundamental que divide a las confesiones cristianas: «¿Qué unidad queremos realmente?». Según Koch, existen dos concepciones claramente diferenciadas sobre cómo alcanzar la unidad cristiana.
La primera, compartida por la Iglesia católica y las iglesias ortodoxas, busca «la unidad en la fe, en los sacramentos y en los ministerios, con el objetivo de la comunión plena». La segunda visión, presente en algunas iglesias surgidas de la Reforma, propone que «todas las iglesias permanezcan como están actualmente y que se reconozcan mutuamente como iglesias».
«La suma de todas las denominaciones existentes sería entonces la única Iglesia del Señor. Esta es una concepción completamente diferente, que no es compatible con la visión católica», explicó Koch. Esta posición, añadió, «se encuentra en no pocas iglesias surgidas de las reformas», pero «lamentablemente también goza de una popularidad cada vez mayor entre los católicos».
Avances en los obstáculos históricos
Respecto a los principales obstáculos teológicos entre católicos y ortodoxos, Koch se mostró optimista sobre la resolución de dos cuestiones centrales: el «filioque» en el Credo y el dogma de la infalibilidad papal. Estos temas, mencionados por el patriarca Bartolomé durante la fiesta de San Andrés en el Fanar, están siendo abordados por la Comisión Teológica Mixta Internacional.
«Estoy convencido de que estos dos problemas pueden resolverse de tal manera que ya no representen un obstáculo entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa», declaró el cardenal. Un comité de coordinación elaboró en septiembre «un documento sobre la infalibilidad» que debe ser profundizado antes de abordar la cuestión del «filioque».
El primado papal: una cuestión pendiente
En cuanto al primado papal, Koch reconoció que aún hay trabajo por hacer. Citando a Juan Pablo II, quien quiso «encontrar una forma de ejercicio del primado que ya no represente un obstáculo», el cardenal explicó que primero es necesario alcanzar un consenso sobre la teología del ministerio petrino. «El consenso aún no se ha alcanzado», admitió.
El conflicto ucraniano complica el diálogo
El cardenal también abordó cómo la guerra en Ucrania está afectando al diálogo ecuménico. El patriarca de Moscú Kirill ha roto la comunión eclesiástica con otros patriarcas, lo que daña el diálogo conjunto. «Cuando algunas iglesias ortodoxas ya no participan en el diálogo de la gran Comisión Teológica Mixta Internacional, esto perjudica el diálogo en su conjunto», explicó Koch. «Es muy de esperar que esta terrible y sin sentido guerra termine de una vez».
Esperanza en Líbano tras la visita papal
La reciente visita del papa León XIV al Líbano, en el marco del jubileo del Concilio de Nicea, generó una respuesta especialmente cálida. «Se percibía en Líbano una gran gratitud porque el Papa había venido, los libaneses depositaron una gran esperanza en él», relató Koch.
El pontífice correspondió a estas expectativas con sus discursos, «el fuerte sermón en Beirut» y el encuentro con los jóvenes. «Ahí el papa León puso fuertes acentos en la esperanza y dio ánimo a las personas para poder construir un futuro mejor en Líbano», concluyó el cardenal.-
(InfoCatólica)




