Entrevistas

Jean Sévillia defiende la tradición católica y la Misa Tridentina

En una extensa entrevista a la revista Le Point en la que se muestra como un católico conservador sin complejos, defendiendo tanto la tradición litúrgica como las posiciones doctrinales de la Iglesia

El escritor y periodista Jean Sévillia, una de las firmas más reconocidas de Le Figaro Magazine, ha concedido una extensa entrevista a la revista Le Point en la que se muestra como un católico conservador sin complejos, defendiendo tanto la tradición litúrgica como las posiciones doctrinales de la Iglesia.

Una fe sin fisuras en la enseñanza tradicional

Sévillia define su fe de manera categórica: «Mi fe es lo que enseña la Iglesia, es decir, que Jesucristo, muerto crucificado y resucitado de entre los muertos, es el hijo de Dios, venido a la tierra para redimir el pecado del mundo». El autor de numerosos ensayos y biografías históricas se declara abiertamente «un católico conservador, tradicional, tradicionalista incluso».

Para el periodista, la aceptación de la Iglesia tal como es no supone «encerrarse en una prisión intelectual», sino formar parte de una institución que «ha sido la de grandes santos, de prestigiosos teólogos, de humildes fieles de los que soy el modesto hermano». Su posición es clara: «¿Quién soy yo para juzgar a la Iglesia?».

El debate doctrinal: entre lo inmutable y lo discutible

Respecto a la libertad intelectual dentro de la Iglesia, Sévillia establece una distinción fundamental: «La verdad divina no se construye por el debate, se recibe, es el fruto de una revelación que nos ha sido transmitida por los Evangelios». Según su visión, existe una diferencia entre el dogma, que es inmutable, y la disciplina, que puede variar con el tiempo.

Como ejemplo de esta distinción, menciona el celibato sacerdotal: «Se puede discutir del matrimonio de los sacerdotes, por ejemplo, pues las Iglesias orientales unidas a Roma ordenan sacerdotes a hombres casados». Sin embargo, se muestra contrario a cualquier cambio en la Iglesia latina, recordando que «todos los papas han recordado que el celibato sacerdotal es un tesoro de la Iglesia».

Raíces familiares entre tradición católica y herencia judía

El periodista revela aspectos poco conocidos de su biografía familiar. Su madre era bretona y católica, mientras que su padre era judío, aunque «no era creyente» y «no tenía ningún vínculo cultual o cultural con el judaísmo». El apellido Sévillia proviene de sus antepasados, que «venían de Sevilla y habían sido expulsados de España en el siglo XV, como todos los judíos no convertidos».

Su padre, que fue combatiente en 1940 y prisionero de guerra hasta 1945, le transmitió «el espíritu scout, el amor por Austria, el gusto por la elegancia y el desprecio por el antisemitismo». Una parte de la familia paterna, su tía y su prima hermana, desaparecieron en Auschwitz.

Una familia numerosa en la tradición católica

Sévillia tiene seis hijos –una hija mayor y cinco varones– y veinte nietos. Uno de sus hijos es sacerdote y pertenece a la Fraternidad San Pedro, una sociedad de sacerdotes que celebran la misa según el vetus ordo pero que permanecieron en obediencia al Vaticano cuando monseñor Lefebvre ordenó obispos sin mandato pontificio.

Toda su familia participa activamente en la vida católica tradicional: «Todos están en escuelas católicas y hacen o harán escultismo, y son peregrinos de Chartres en Pentecostés. Somos una familia clásica de tipo versallesco, lo asumo y me da igual si esto parece una caricatura».

La defensa de la misa en latín

El autor dice que forma parte de «la última generación que fue educada en la misa en latín», hizo su primera comunión en 1962, antes del concilio Vaticano II. Su preferencia por esa forma es clara: «La sacralidad de la misa, la recibo mejor en latín».

Según Sévillia, el rito tradicional «concede más peso al silencio, a la interioridad, a la adoración», mientras que encuentra las otras ceremonias «demasiado a menudo charlatanas». Su argumentación es directa: «Dirigirse a Dios de otra manera que a su panadera, o a cualquier otra persona, para mí, nada más normal».

No es muy fan del Papa Francisco y se muestra esperanzado con León

El periodista no oculta sus reservas hacia el pontificado de Francisco: «Era un papa que dividía. Incluso personas que lo apoyaban podían encontrarlo muy fatigante. Predicaba la misericordia, pero con sus colaboradores era un jefe muy autoritario, muy duro». En contraste, se muestra entusiasta con la llegada del papa León XIV: «Es un papa apaciguador. Busca reparar heridas, superar divisiones. León XIV es un regalo del Buen Dios».

La Iglesia como minoría en una sociedad secularizada

Sévillia es consciente de la situación minoritaria del catolicismo en Francia: «Muchos no han integrado aún que nos hemos convertido en minoritarios en el país; tienen todavía reflejos mayoritarios». Para él, esta situación genera traumatismos, especialmente porque «toda la moral católica está en contradicción con la evolución de la sociedad».

Respecto al futuro, es realista: «En su franja de edad, mis nietos, una vez adultos, serán muy minoritarios. Es a la vez una debilidad y una fuerza».

Defensa del sacerdocio masculino

Sobre la reciente decisión del Papa León XIV de mantener la exclusión de las mujeres del diaconado, Sévillia ha defendido que «la Iglesia no es un bastión masculino», recordando el papel central de la Virgen María y de las santas doctoras de la Iglesia. Ha explicado que «el sacerdocio es masculino» por razones «puramente teológicas»: «El sacerdote está configurado a Cristo y Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, era de sexo masculino».

El escritor ha concluido reconociendo que existe «un choque entre la cultura católica y el mundo moderno», pero se ha preguntado: «¿Y qué?», mostrando su determinación de mantener las posiciones doctrinales de la Iglesia pese a la incomprensión del entorno secular.-

(InfoCatólica)

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