Muere Brigitte Bardot: «La Virgen me sostiene desde hace tiempo, una presencia íntima y benevolente»
Tenía 91 años y tras hacer su última película se entregó a la defensa de los animales y, a partir de los 90, a combatir la islamización de Francia

[Este 28 de diciembre falleció, a los 91 años de edad, la actriz Brigitte Bardot (1934-2025), una de las grandes estrellas del cine europeo en el tercer cuarto del siglo XX, y siempre después figura de actualidad, ya sea por su defensa de los animales, ya sea por su oposición a la islamización de Francia. Con ese motivo retomamos, levemente adaptada, una noticia publicada en ReL el 9 de febrero de 2018 sobre su experiencia de devoción mariana.]
El 25 de enero de 2018 llegó a las librerías francesas el libro de Brigitte Bardot Larmes de combat [Lágrimas de combate]. A sus 83 años, la actriz francesa se mantenía en primera línea de la actualidad, principalmente a favor del cuidado de los animales, la causa por la que más se movilizó desde que en 1973, tras veinte años de una carrera artística que la convirtió en musa del cine mundial, rodó su última película.
“Un día decidí que los animales me necesitaban más que la industria del cine y nunca me arrepentí de retirarme por ellos”, afirmó.
Desde los años 90, también su oposición a la islamización de Francia dio lugar a más de una polémica, llegando a ser condenada por supuesta incitación al odio.

Brigitte Bardot, ‘Lágrimas de combate’, su libro más personal.
Larmes de combat, sin embargo, se presenta como una suerte de testamento personal de BB, basado en sus conversaciones en su casa de Saint Tropez, en la Costa Azul, con la periodista Anne-Cécile Huprelle. La protagonista de Y Dios creó la mujer (1956) o ¡Viva María! (1965) va dibujando el retrato de sí misma como una luchadora, jalonando la historia de su vida con reflexiones sobre el hombre y su lugar en la tierra y lanzando un mensaje de espíritu de rebelión, y ganas de cambiar las cosas.
Junto a todo ello, hay también lugar para algunos comentarios sobre su devoción a la Virgen María que pueden resultar sorprendentes para muchos, pero no son extraños a su generación: también Alain Delon confesó esa relación especial con la Madre de Dios
La Virgen, la ayuda en su turbulenta vida
Los padres de Brigitte eran fervientes católicos, y ella fue educada en un colegio de religiosas, haciendo la Primera Comunión y manteniendo la fe hasta que en su juventud se fue alejando de su práctica y de la Iglesia. Aun así, contrajo matrimonio sacramental al poco de cumplir los 18 años, en 1952, con el realizador y actor Roger Vadim, de quien se divorciaría cinco años después, para mantener luego diversas relaciones y matrimonios.

Brigitte Bardot ha sido una de las grandes figuras del cine francés.
“Nunca me he sentido a gusto con la idea de la religión. Prefiero una espiritualidad libre, una relación directa con el Cielo”, expresa en el libro, según recoge Caroline Becker en la edición francesa de Aleteia. Y en esa relación directa juega un papel decisivo la Virgen María, a quien se dirige a diario para contarle sus penas y alegrías como si fuese una amiga o una madre, una madre de la que recibe un afecto que, según cuentan sus biógrafos, su madre en la tierra no le facilitó ni a ella ni a su hermana Marie-Jeanne, cuatro años menor.
Una capilla dedicada a la Virgen en su mansión
“Hablo con ella como en la vida real, como en una conversación, más que en un sentido de petición o súplica”, explica.
Hace años mandó construir una capilla en su mansión de La Madrague, en una colina donde el olor a pino y tomillo suavizan el esfuerzo que para ella supone ahora recorrer el sendero y llegar hasta allí.

Brigitte Bardot en la capilla de su casa.
“Me gusta ir y hablarle con franqueza a la Virgen”, confiesa: “La Santísima Virgen me sostiene desde hace tiempo. Es una presencia íntima y benevolente. Me apoyo en esa idea de dulzura, de pureza, de luminosidad que ella me inspira, de generosidad incondicional y también de protección maternal. Ella también ha sufrido en este mundo. El único dolor de verdad para ella fue la pérdida y crucifixión de su hijo, es algo tremendo, que me conmueve. Ella ha conocido el dolor en sus carnes, así que no puede no ser sensible al dolor de otros”.
La «misericordia» de María
En 1960, cuando ya era una estrella, Bardot intentó suicidarse cortándose las venas en un campo solitario, donde fue encontrada casualmente por un niño. Estuvo dos días hospitalizada antes de recobrar el conocimiento. Fue su momento más bajo, pero también en sus últimos años de reclusión y relativo aislamiento hay un poso de amargura: “El mundo de hoy en día no me gusta, si fuera diferente quizás viviría menos retirada”.
A todo ello parece haber una referencia cuando completa las razones de su confianza en María: “Ella me protege, sé que ella me protege… Si su misericordia no me hubiese acompañado en el momento preciso, habría muerto hace mucho. Estoy convencida”.-
Pie de imagen referencial: Brigitte Bardot en los tiempos de ‘Y Dios creó la mujer’ (1956), momento de su definitiva consagración como actriz.





