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Justicia y respeto por la vida: el clamor de los guayaneses ante desapariciones y muerte de jóvenes

“¿Qué está pasando?” es la frase más repetida por padres de la ciudad, quienes enfatizan en que hay que redoblar esfuerzos para proteger a la juventud

Por su parte, la Diócesis de Ciudad Guayana también se pronunció y exhortó a la comunidad a no “acostumbrarse al horror”, denunciando una cultura de muerte en las calles de Guayana.

Este domingo 28 de diciembre, en el Día de la Sagrada Familia, feligreses de la iglesia San Martín de Porres, ubicada en la comunidad Brisas del Sur de San Félix, se dieron cita para marchar desde la Plaza Alí Primera del sector hasta la redoma El Dorado para exigir el cese de la violencia en la región.

Bajo la consigna No podemos callar enfatizaron en que la Iglesia está obligada a alzar la voz ante la muerte de jóvenes estudiantes en la ciudad, así como el repunte de hechos violentos que incluyen la trata de personas, la prostitución y el asesinato.

Tras una misa en la que el párroco Carlos Marín exhortó a la familia cristiana a ser agente de cambio en la vida pública, a través de las enseñanzas de Jesús, más de 50 personas salieron a recorrer las calles entregando folletos y exigiendo respeto a los derechos humanos.

“La violación más grande es la violación contra la vida. Este año en concreto salimos por estos dos jóvenes (Alexander Alvarado y Ashleikert Ríos) que presuntamente han sido asesinados con violencia porque así lo indica la autopsia y lo que se ha indagado sobre ellos, nos habla de la violencia que sigue existiendo en nuestra ciudad. Es verdad que se ha reducido el número de homicidios, pero es verdad que sigue habiendo este tipo de violencia. La violencia de la trata de personas, del salario de hambre que también es violencia estructural que ha hecho que millones de venezolanos tengan que abandonar el país y que hoy no puedan celebrar con sus familias cerca la Navidad”, puntualizó Marín, tras aclarar que la marcha se viene haciendo hace 15 años, enfocándose cada vez en una problemática relacionada la violencia.

Cuatro jóvenes guayaneses perdieron la vida en 2025

Durante la caminata, los voceros hicieron referencia a los casos de Angely Benavides, de 17 años; Josué Enrique Mata Jiménez, de 16 años; Alexander Alvarado, de 15 años, y Ashleikert Ríos, de 17 años, los cuatro son adolescentes que murieron en Ciudad Guayana este 2025. En ninguno de los casos las autoridades publicaron las circunstancias de muerte.

Angely Benavides, de 17 años y recién graduada como técnico medio en telemática, era una joven modelo que estaba participando en el Reinado del Cacao, donde perfilaba como favorita. Benavides fue hallada sin vida en casa de una presunta pareja durante el mes de agosto de este año. Nunca se aclararon las circunstancias de muerte.

Josué Enrique Mata Jiménez, de 16 años, estudiante de quinto año de bachillerato, fue asesinado el pasado 9 de noviembre de una herida de bala. Tras ejecutarlo, sus homicidas lo dejaron en un terreno baldío del Core 8, sector donde vivía con su abuela. A pesar de que se tiene conocimiento de que por este suceso fueron detenidos un menor de edad, un presunto vendedor de drogas con discapacidad motora y un tercer implicado; la realidad es que no hay una versión oficial sobre los hechos ni cuál fue el móvil del crimen.

Alexander Alvarado y Ashleikert Ríos, de 15 y 17 años, fueron encontrados sin vida en el embalse de Macagua el pasado 22 de diciembre. Los jóvenes cumplían una semana de desaparición cuando fueron hallados sin vida. Hasta la fecha se desconocen las circunstancias de muerte ni cómo llegaron a esta zona de máxima seguridad sin ser vistos.

Hay que indicar que estos casos fueron los de mayor cobertura mediática; sin embargo se reportaron más de 7 desapariciones durante el último semestre del 2025 en la urbe.

Ante esto, Correo del Caroní entrevistó a dos madres que hicieron parte de la convocatoria para conocer su impresión sobre la situación.

“La vida vale. El Señor nos tiene en esta vida con un propósito. No puede ser la delincuencia, los niños no tienen cómo estudiar, la situación del país nos llama a esta convocatoria. Me preocupan los otros adolescentes que quieren salir adelante y no van a poder salir a la calle, ya que no sabemos qué está pasando. Esos niños no eran delincuentes, eran muchachos que estaban estudiando, en la universidad… no sabemos qué está pasando”, explicó Juana Silva.

Por su parte, una segunda entrevistada explicó que ha participado de la convocatoria desde hace 15 años y, a pesar de sus acciones, la violencia no ha cesado en la zona.

“Estamos haciendo marchas silenciosas, el gobierno se debe encargar de hacer justicia e investigar. Me preocupan los jóvenes, hay que velar por su integridad”, manifestó.

Esta convocatoria representa una acción clara en reclamo de los hechos violentos ocurridos en Guayana, hay que señalar que también el Colegio de Abogados ha puesto sus servicios a la orden de las familias de las víctimas para esclarecer los hechos.

Por su parte, la Diócesis de Ciudad Guayana también se pronunció y exhortó a la comunidad a no “acostumbrarse al horror”, denunciando una cultura de muerte en las calles de Guayana.

El movimiento Fe y Alegría publicó una comunicación oficial en la que pidió a las familias profundizar la comunicación con los muchachos, alertándoles de qué es una situación de peligro y cómo evitarla.

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