Testimonios

De ateo filosófico a católico y tomista convencido: el catolicismo da las mejores respuestas, dice

Pat Flynn veía que el existencialismo y materialismo huían de las grandes preguntas

No hay muchas personas que se hagan cristianas a base de leer filosofía, porque tampoco hay muchas personas se dediquen en serio a la filosofía como búsqueda de la verdad. Pero a veces se dan algunos casos y cuentan sus razones, fruto de mucho pensar y cuestionarse las cosas.

Pat Flynn es escritor, filósofo, coach y también experto en fitness, una versión del siglo XXI de «mens sana in corpore sano» y hombre de intereses amplios con un toque renacentista.

Durante años se volcó en la filosofía materialista, hasta que le decepcionó, porque en vez de explicar las cosas, simplemente, esa filosofía decía que no había nada que explicar.

Influido por Mortimer Adler -un agnóstico interesado en Tomás de Aquino, que sólo muy anciano se hizo católico -, y puesto que no tenía ningún ánimo personal contra el cristianismo, Pat Flynn empezó a leer a Santo Tomás, que le cautivó.

La filosofía y la búsqueda de sentido le convencieron de que las respuestas católicas eran las que mejor encajaban con lo que vemos en el mundo y en nuestra experiencia vital.

Una familia apenas católica

Pat se crio en una familia «apenas nominalmente católica». Recibió un poco de catequesis cuando era un niño pequeño. Allí le hablaron de Adán, Eva, la serpiente… Su familia apenas practicaba la fe.

Cinco años después, cuando a los 12 años en la clase de ciencias le explicaron teorías y descubrimientos científicos sobre el origen del mundo, la vida y el hombre, «la cosmología moderna y el big bang captaron mi atención». No se declaró ateo en ese momento, pero ya vio que lo que le habían enseñado no respondía bien a los hechos físicos.

Par Flynn (en inglés), entrevistado durante 1h20min en Pints with Aquinas 

Más adelante se puso a leer a autores un poco antiguos con un toque librepensador, satírico e irreverentes hacia la religión organizada, como el polemista H.L. Mencken (1880-1956) y Mark Twain (1835-1910, famoso por sus novelas de Tom Sawyer, pero admirador de Santa Juana de Arco, a quien dedicó su mejor libro).

«Ellos me introdujeron en la filosofía del existencialismo, el determinismo... me interesé mucho en la filosofía, el naturalismo filosófico, el escepticismo filosófico…», explica en un vídeo de 10 minutos en CHNetwork.

Dios no parecía una respuesta a nada, tampoco la religión estaba en su horizonte de ninguna manera. Se consideró un ateo filosófico. Él no era hostil al cristianismo ni a lo religioso, simplemente no le interesaba ni entraba en su marco de investigación.

Los problemas de la filosofía materialista

Leyó mucho y se apasionó por las filosofías existencialistas y materialistas. Pero también planteó muchas preguntas, que la filosofía materialista, simplemente, no responde, sino que desecha y niega que se deban plantear.

«Yo no cambié porque encontrara personas religiosas ni argumentos a favor de Dios que me sacaran del ateísmo filosófico. Fueron los problemas internos del propio ateísmo los que me llevaron a decir: ‘esto no puede ser cierto'», afirma Flynn.

Pat Flynn habla de su paso del ateísmo al catolicismo y la filosofía tomista

«Hay muchas escuelas de ateísmo y naturalismo, pero las que yo seguía se negaban a intentar explicar cosas como la conciencia humana, que decían que era una ilusión, o la moralidad humana, otra ilusión. Dudaban de que existiera ‘el significado’ o ‘la verdad’…»

«En el fondo de mi desesperanza atea, parte de la razón por la que rechacé el ateísmo es que yo no estaba dispuesto a decir que la vida no tiene un significado, que no tiene significación moral ni propósito. Estos son temas profundos, tan propios de la cabeza, lo intelectual, como del corazón», añade.

El tomista agnóstico que no se bautizó hasta ser muy anciano

Para Flynn fue todo un hallazgo leer a Mortimer Adler (1902-2001). Mortimer era de familia judía no practicante, había sido periodista y escribía filosofía de forma divulgativa e ingeniosa. Admiraba y alababa a Tomás de Aquino y se convirtió en un gran difusor del neotomismo, aunque antes se había declarado más o menos agnóstico.

mortimer_adler_time_1952

Mortimer Adler, filósofo y divulgador de origen judío, en una portada de Time en 1952

En 1984, con 82 años, Adler se bautizó episcopaliano (su esposa lo era), y a los 96 años se hizo católico, para morir dos años después. Mortimer fue, casi toda su vida, un tomista no religioso... y así lo estudió Flynn. Primero, muy joven, leyó su clásico Cómo leer un libro. Más adelante, sus «impresionantes» libros 10 errores filosóficos y 6 grandes ideas.

Se dio cuenta que Mortimer y los filósofos que Mortimer admiraba no rechazaban temas que el «sentido común» señalaba que debían abordarse y ser profundizados: la moralidad, la conciencia, el significado… Y así Mortimer introdujo a Flynn en el tomismo.

«Hoy veo el tomismo como la cima de la filosofía perenne, la filosofía verdadera, si se quiere», asegura Flynn.

Flynn primero estudió a Tomás de Aquino por su filosofía, sin interés en lo religioso. Pero como tampoco sentía hostilidad contra el cristianismo, pronto se dio cuenta de que el cristianismo aportaba respuestas plausibles a muchas de sus preguntas.

Grandes preguntas… y respuestas que encajan

Quién soy, qué hago, qué debería hacer, qué pasará conmigo… esas preguntas profundas, el cristianismo las responde, «y son respuestas atractivas a muchos niveles».

Toda la visión cristiana le pareció que encajaba bien con lo que se observa. Le pareció plausible que hubiera un Dios bueno creador, una caída -porque es evidente que muchas cosas van mal en el mundo-, la necesidad de una redención, de una salvación, que Dios tenga que revelarse, que Dios mismo se encarne para actuar… «Todo eso encaja bien», dice.

Y también le pareció que las afirmaciones históricas del cristianismo y el catolicismo se podían rastrear bien en la Historia, incluyendo el asombroso e inesperado nacimiento del cristianismo. «Me pareció que la mejor explicación era la tradicional: que Dios de verdad entró en la historia humana y resucitó de entre los muertos».

La lógica filosófica católica, su coherencia, su defensa de la Ley Moral Natural, todo le llevó al catolicismo, aunque reconoce que cambiar aspectos cotidianos de su vida moral le costó más que reconocer la verdad filosófica del cristianismo.

Hoy Flynn escribe de filosofía, religión y apologética razonable desde su blog y desde la plataforma WordOnFire del obispo Barron.

Su metodología habitual (explica en este artículo) es plantear al lector «qué hipótesis o cosmovisión mejor acomoda, predice o explica los datos y argumentaciones que enumero», que son:

– los argumentos tomistas modernos a favor de la existencia de Dios
– los datos cosmológicos que hacen sospechar en un Creador trascendente (constantes cosmológicas, el sospechoso «ajuste fino» que permite la vida y la inteligencia…)
– los argumentos filosóficos a favor de la existencia de un alma más allá de lo físico
– la existencia de la belleza objetiva en el mundo («Miguel Ángel, Mozart, cascadas, noches estrelladas»)
– las experiencias cercanas a la muerte
– argumentos históricos a favor de la Resurrección de Cristo
– los milagros estudiados científicamente (él anima a investigar los milagros eucarísticos modernos y las apariciones marianas)
– que la Iglesia Católica no sólo se haya mantenido 2.000 años, sino que siga enseñando básicamente lo mismo incluso en épocas llenas de corrupción (¿no será que Dios la guía y protege?)
 argumentos bíblicos e históricos a favor de la Iglesia Católica, sus sacramentos, Cristo como su fundador, etc…
– la falta de «alternativas ateas que expliquen adecuadamente estos datos relevantes: que existe un universo contingente, la conciencia humana, la moralidad objetiva y el mal».

Sobre cada uno de estos temas él escribe y habla en sus vídeos y podcasts.

Se puede seguir a Pat, sus vídeos y escritos en su web
https://www.chroniclesofstrength.com

P.J.Ginés/ReL

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