Lecturas recomendadas

La Reconciliación, la que ilumina y libera

A veces encerramos en el desván de la historia a quienes debían estar en primera línea, inspirándonos y guiándonos en la tarea siempre inconclusa de construir Patria. Lo que es luminoso debe brillar.

Macky Arenas:

En estos días, el Santo Padre nos recuerda, con ocasión y sin ella, que este tiempo de Adviento es una invitación a ”purificarnos del sentido de superioridad, del formalismo y de la hipocresía” y convertirnos a una vida nueva, siguiendo el camino de la humildad”. Para ello, trae a primer plano un santo del cual Jesús dijo:  «En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista”. Pues justamente es el papa Francisco quien centra su reflexión en el pasaje del Evangelio de Mateo (Mt. 3,1-12) describiendo la figura de Juan Bautista, “hombre alérgico a la duplicidad”.

El Precursor

NACIMIENTO DE JUAN EL BAUTISTA

El pontífice fue pródigo en citas y reflexiones sobre este poderoso personaje de la Historia de la Salvación, duro con los hipócritas y precursor de una nueva vida.  Es una figura emblemática que con frecuencia olvidamos la mayor parte de año y cuyo rostro difícilmente se consigue en medallas, tal vez porque nos confronta con lo menos sano de cada uno, nos baja del pedestal, nos sacude, pero cuya significación trasciende los tiempos, aunque no sea grato para nosotros el que nos sumerjan en el mar del arrepentimiento a punta de profundas interpelaciones.

Pero no cabe duda de que Juan El Bautista era un confrontador. Por eso era perturbador para el poder de la época que terminó colocando su cabeza sobre una bandeja. Uno de esos seres indispensables  para reconocer nuestras  pobrezas, miserias y defectos ante la proclama:  “¡Muestren los frutos de una sincera conversión!».

Ciertamente que Juan fue el precursor de todo lo que vino después. Fue la gran misión de su vida que cumplió hasta arriesgarla y perderla por esa causa.  Esos testimonios nos valen al punto de ser baremos de compromiso de vida. Es el caso de muchos otros, no sólo santos, que ofrendan su historia personal en aras de conseguir el bienestar del prójimo y la felicidad de sus pueblos.

En el fondo oscuro del cuadro…hay mucho “decoro”

AUGUSTO MIJARES IZQUIERDO

Un eminente historiador venezolano,  Augusto Mijares, animador de una visión positiva y esperanzadora de nuestras cualidades como pueblo, que ha sido llamado “padre del impulso de lo afirmativo venezolano”, se afanaba en recordar que siempre hay figuras que mantenemos “en el fondo oscuro del cuadro” pero que emergen en los momentos cruciales para mostrarnos el verdadero heroísmo. Él escribió una frase que nadie olvida: “Héroe es aquél que resiste cuando los otros ceden; el que cree cuando los otros vacilan; el que se conserva fiel a sí mismo cuando los otros se prostituyen. El que se subleva contra la rutina y el conformismo en que se complacen los cobardes”.

En la misma línea escribió José Martí, considerado el iniciador del modernismo literario en Hispanoamérica e indiscutido emblema del patriota cubano, ensayista, periodista y filósofo. Fue fundador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra de Independencia de Cuba. Se tiene como el último gran libertador de las Américas.

Un hombre lleno de generosidad cuya pluma escribía con el fuego de la ética y la verdad. El mismo que encendía el fervor patrio aconsejando poner, alrededor de la estrella solitaria de la nueva bandera cubana, “esta fórmula del amor triunfante: Con todos y para el bien de todos”.  El mismo que recordaba a los niños: «Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana“.

El corpus filosófico en Varela y Martí

EL PIN-PON-FUERA ES PARA LOS GUSANOS - ACTUALIZACIONES • Cuban American  National Foundation

Esos son hombres que forjaron pueblos y construyeron patrias. Hombres que inspiraron a los que siguieron en el compromiso y que también se convirtieron en referencias tan  sólidas, que hoy son luces que brillan a pesar de la oscuridad.

Es el caso del Padre Félix Varela, quien ha sido promovido a la Causa de Beatificación, justo en momentos en que la situación cubana parece estar encontrase en  estado terminal

En un reciente escrito del gran católico cubano  Dagoberto Valdés, el analista que acuñó el término “daño antropológico”, se lee: “Existe un corpus filosófico en Varela y Martí vigente y suficiente para inspirar, enrumbar y reconstruir a Cuba, su cultura, su eticidad y su espiritualidad. Existe un proyecto de humanismo renovado, integral y trascendente en Varela y Martí para sanar el daño antropológico causado por el totalitarismo en Cuba y rescatar el anhelo de que «la ley suprema de la República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre. Existe un proyecto de República libre, democrática, occidental y próspera en Varela y Martí para buscar el bien común, con todos y para el bien de todos”. De allí su insistencia en “no buscar fuera lo que ya tenemos dentro”.

Y recordó, porque le resuena “hoy más claro que antes, aquella descripción de la realidad cubana del Venerable Padre Félix Varela desde el siglo diecinueve, en el periódico El Habanero, en su artículo Consideraciones sobre el estado actual de la Isla de Cuba: «Es preciso no equivocarse. En la Isla de Cuba no hay amor a España, ni a Colombia, ni a México, ni a nadie más que a las cajas de azúcar y a los sacos de café”.

Un sacerdote que enseñó a pensar

Félix Varela: primer independentista cubano (+ Fotos) • Trabajadores

El Padre Varela era un hombre de profunda fe que abrazó el sacerdocio, una de esas figuras que, para desgracia de muchos jóvenes cubanos que probablemente no lo conocen, aparece como diáfana y radiante en el panorama de  cubanos insignes y ejemplares que lucharon por la libertad. Había que sacarlo de la penumbra, como aconsejaba el gran obispo cubano Monseñor Eduardo Boza Masvidal y tal vez, esta Causa-Varela que ya discurre en Roma, sirva para mostrar cómo se puede ser santo y patriota a la vez y cuánto bien puede una figura luminosa como la suya despertar ideales y mover voluntades en una hora como la presente.

José Martí llegó a decir de este hombre de Dios, al que arrastró al sacrificio y la entrega un patriotismo sembrado en el profundo amor por su patria, “Le dolía Cuba”.

Se ha dicho del Padre Varela: “Fue el primero que nos enseñó a pensar”.

Lo que un obispo cubano dijo sobre el Padre Félix Varela

PALMAS AMIGAS: EL CARDENAL QUE CUBA MERECÍA

Según el testimonio  de Monseñor Boza Masvidal – exiliado por cuarenta años en Venezuela y fallecido allí en 2005, cuya causa de  Beatificación está también en marcha- en su libro Voz en el Destierro, asegura: “Varela, exiliado, creo que también es una figura ejemplarizante en nuestra situación actual. El estar lejos de Cuba y el correr de los años – el espacio y el tiempo- no disminuyeron en lo más mínimo su amor  a Cuba y su preocupación y esfuerzo por ella. Él siguió siendo tan cubano en Nueva York como cuando estaba en la Isla, y desde allí contribuyó poderosamente a la causa de Cuba. Allí publicó su valiente periódico El Habanero, que incluso le acarreó la amenaza de un atentado. Nunca cayó en una despreocupación egoísta, ni se escudó en el cómodo nada se puede hacerhay que olvidarse de aquello. Cuba no dejó de estar presente un solo momento en él porque la llevaba en el corazón”.

Y hoy, cuando se cuestionan los valores más importantes para la convivencia humana, estas historias nos conminan a comenzar por rescatar el primer nicho de la convivencia humana después de la familia, que es la patria. Un sano patriotismo es formativo y crea civilidad. Se trata, no de meterse en una concha ignorando al resto, sino de devolver con agradecimiento a la tierra que nos vio nacer y a la que debemos lealtad y sacrificio. Tal cual como lo hicieron tantos cuyas vidas son reflejo de grandeza y humanidad, los mismos valores que llevan a forzar el encuentro para un cambio profundo pero justo y pacífico, más que agitar para una sangrienta guerra civil entre hermanos.

La Reconciliación

RECONCILIACIÓN - NOTICIAS VITAL

El padre Félix Varela fue un incansable promotor de la reconciliación. La predicaba con Dios para superar el materialismo. Con uno mismo, para que entendamos el sentido de nuestra vida y la enfoquemos en forma positiva, a pesar de los pesares. Con los demás, asumiendo que todos somos hermanos porque tenemos el mismo Padre y cumplamos el fundamental mandamiento de amar.

Y Monseñor Boza ponía el punto final: “Reconciliación está muy lejos de ser claudicación ante al mal o componenda para salvar el marxismo. La reconciliación no se opone a la justicia ni la excluye, en cambio, sí se opone al odio y a la venganza. Es un hecho que Cuba está dividida (…) Reconciliación es invitarnos a poner a Cuba por encima de todas las pasiones humanas y contribuir todos a que el conflicto se solucione humanamente, por la fuerza de la razón y no por la razón de la fuerza, que todos nos acordemos de que somos un solo pueblo”.

Y bien puesto el punto final por este añorado obispo, también en su momento, encarcelado, torturado  y aventado al exilio por un régimen que no puede con las figuras de Martí y del Padre Félix Varela, ambas con derecho a paternidad sobre esa hermosa Patria caribeña.-

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