La historia olvidada de la partera de María
Israel localizó la tumba de Salomé, “la partera de Jesús”. José contó con ayuda adicional en aquella fría noche de Navidad
Cuando la mayoría de nosotros imagina la escena del nacimiento de Jesús, de forma natural pensamos en María y José solos en el pesebre con los animales a su alrededor.
A tal propósito, las autoridades de Israel anunciaron recientemente que un grupo de arqueólogos israelíes ha encontrado nuevas pruebas sobre el nacimiento de Jesús.
Se trata de un sito arqueológico donde hay una cueva y aseguran que fue un antiguo sitio de peregrinación, ubicado en la región de Laquis, en el centro de Israel.
Adentro los investigadores dieron con un gran patio de 350 metros cuadrados con invaluables objetos históricos, según The Times Of Israel, citando fuentes de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA).
Zvi Firer, de la IAA, refirió que según «una tradición cristiana, Salomé era la partera de Belén y fue llamada a ayudar en el nacimiento de Jesús».
Asimismo, el arqueólogo explicó que «los antiguos cristianos de la región identificaron el sitio como el lugar de enterramiento de Salomé y lo convirtieron en un centro de peregrinación. Creemos que los peregrinos venían aquí, alquilaban una lámpara de aceite, hacían sus oraciones en el interior y seguían su camino. Es como cuando hoy vas a la tumba de un rabino venerado y enciendes allí una vela».
Entonces, una vez más la narración de la Biblia es confirmada; José contó con ayuda adicional en aquella fría noche de Navidad.
Esta imagen se encuentra normalmente precedida por un José preocupado que llega a Belén en plena noche y no encuentra ningún lugar para dormir.
Si bien así se prepara el escenario para el relato dramático del nacimiento de Jesús, descuida los hechos bíblicos e históricos que presentan un panorama diferente.