Lecturas recomendadas

He estado pensando… en lo que hemos logrado

P.  Alberto Reyes Pías, desde Cuba:

 

Creo que es cada vez más evidente que la solución de los problemas de esta isla vendrán de los pasos que dé la sociedad civil, o como solemos decir, “del cubano de a pie”. Nadie más vendrá a rescatarnos.

 

Los que nos gobiernan sólo muestran indiferencia ante los problemas de este pueblo, y dan la impresión de estar cada vez más enajenados, más alejados del día a día de la gente. Hay momentos en lo que siento que se les puede aplicar la frase atribuida a María Antonieta, reina de Francia, cuando al comunicarle que los campesinos protestaban porque no tenían pan, dijo: “Que coman pasteles”.

 

Tampoco creo que le interesemos demasiado a los organismos internacionales como para que hagan algo realmente significativo por nuestra libertad. No menosprecio sus esfuerzos, y creo que hay gente realmente interesada en hacer algo útil por nosotros, pero durante estos casi 65 años de dictadura, el pulso con los mecanismos de control instituidos por este gobierno los han sobrepasado.

 

Y no me parece tampoco que la solución esté en repetir el eterno error de los mesianismos, el que, ¡por fin! surja un líder que nos lleve a la libertad. Mala experiencia hemos tenido con los líderes en nuestra corta historia de 500 años.

 

Pienso que la solución está en el empuje que poco a poco está mostrando la sociedad civil, esos pequeños pasos de reclamo de nuestros derechos y libertades: esas mujeres plantadas en Maisí exigiendo el agua para sus hijos, o aquellas que cerraron una calle en La Habana; esas madres que fueron al Ministerio de Salud Pública a pedir la atención necesaria para sus hijos. Y dicho sea de paso, mi más profundo reconocimiento al valor de nuestras mujeres, que vergüenza debería darnos a los hombres.

 

Es verdad que a veces se oye decir: “Nos pusieron el agua para que nos calláramos”, “atendieron a nuestros hijos para que nos calláramos”. ¿Pero es que no nos damos cuenta de que si no hubiéramos protestado no hubiera pasado nada?, ¿es que no nos damos cuenta de que, precisamente porque hemos actuado, hemos logrado un cambio? Pequeño, sí, pero cambio. Y eso significa mucho. Significa que somos capaces de organizarnos, significa que tenemos el valor de protestar públicamente y dar la cara, significa que tenemos el coraje de desafiar el ambiente de miedo que nos han inculcado, significa que podemos lograr cambios. Y yo creo que es allí donde poco a poco se irá gestando nuestra libertad.

 

Miro con admiración a la Dra. Alina Bárbara, que ha sido capaz de no dejarse comprar ni intimidar. Miro con orgullo la solidaridad de los profesionales de la salud y de gente común con aquellos que han sido acusados de negligencia médica en Bayamo cuando todos conocemos la precariedad infame de nuestro sistema de salud. Miro con esperanza cada ciudadano que defiende en su pequeño medio sus derechos, cada momento en los que este pueblo se une para levantar su voz en favor de lo que necesita y merece.

 

 Pronto se cumplirán 65 años de un sistema que nos ha maniatado lenta pero continuamente. No se rompe un nudo tan fuerte de un solo tirón, y es ingenuo esperar que venga alguien a desatarnos. Somos nosotros los que, poco a poco, tirón a tirón, lograremos un día darnos cuenta de que nuestras manos, nuestros pies, nuestra voz y nuestra esperanza, se han hecho libres.-

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