Emilce Cuda: «El gran monumento de la Iglesia en el siglo XXI no es una catedral, ni un museo, sino el magisterio social»
Vibrante (y provocativa) intervención de la secretaria de la Pontificia Comisión de América Latina en el III Encuentro de Hospitales de Campaña
«Hay católicos en los consejos de administración, periodistas, empresarios, no podemos perder ese terreno”, subrayó, “sin que nos llamen directamente marxistas o comunistas. Somos cristianos”
“Esa es una periferia, que tenemos que encontrar coraje para ir a negociar la vida, y todos nos convertimos en diplomáticos, dando la ‘batalla’ de los mortales”
“No podemos avalar una solidaridad uno a uno, eso no es hospital de campaña. La solidaridad tiene que estar institucionalizada, para que el reparto sea justo”
“Ustedes, desde RD, están haciendo un trabajo en defensa del Papa y de la Iglesia en salida que no hace nadie, pese a las dificultades, pese a los riesgos que corren”, nos dijo
“Tenemos que recuperar a nuestros obispos, a nuestros empresarios. No podemos descuidar a esta gente: debemos tener científicos, empresarios, periodistas, haciendo cada uno lo suyo, desarrollando sus talentos para sobrevivir y evangelizar, también a los poderosos. Tenemos que convertirnos en diplomáticos”. Arrolladora, tremendamente provocativa, la secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, Emilce Cuda, lanzó un vibrante testimonio de fe y fraternidad a los participantes en el III Encuentro de Hospitales de Campaña que se está celebrando en Roma. “El gran monumento de la Iglesia católica en el siglo XXI no es una catedral, ni un museo, sino el magisterio social”.
“No podemos hacer un hospital de campaña sin profesionales, y sin comunidad”, trazó Cuda, quien defendió el trabajo de los voluntarios en los hospitales de campaña, pero también la de los “profesionales” que realizan su tarea en la empresa, en la comunicación (“Ustedes, desde RD, están haciendo un trabajo en defensa del Papa y de la Iglesia en salida que no hace nadie, pese a las dificultades, pese a los riesgos que corren”, nos dijo), en la vida política y económica. “Hay católicos en los consejos de administración, periodistas, empresarios, no podemos perder ese terreno”, subrayó, “sin que nos llamen directamente marxistas o comunistas. Somos cristianos”.
Presentada por María José Caram, que la definió como “una compañera de camino” en el trabajo de “ser una Iglesia en salida, pobre para los pobres”, Cuda defendió la necesidad de un cambio, “que tiene que venir desde abajo”, pero sin olvidar que existe también un mundo de ricos, de empresarios, de publicistas, donde también hay católicos. “Esa es una periferia, que tenemos que encontrar coraje para ir a negociar la vida, y todos nos convertimos en diplomáticos, dando la ‘batalla’ de los mortales”, subrayó.
“La iglesia fundamentalista y conservadora está poniendo mucho dinero en la formación de los jóvenes, y en ‘proteger’ a curas que se sienten solos”, y así se acaba “criticando al Papa y a los obispos”
Porque, si no lo hacemos, lo harán otros, como se está viendo. “Tenemos que ir a hablar a la ‘periferia’ de estos dioses mortales que son los dueños de la vida y de la muerte. Tenemos que ir a predicar ahí, y hacerlo con amor, para ver cómo logramos sobrevivir”. Otros, denunció, lo hacen sin problemas. “La iglesia fundamentalista y conservadora está poniendo mucho dinero en la formación de los jóvenes, y en ‘proteger’ a curas que se sienten solos”, y así se acaba “criticando al Papa y a los obispos”. Y, en el fondo, al Concilio Vaticano II, que Cuda definió como “una apuesta inconclusa”. “Hay que iniciar procesos y acciones concretas para que pueda concretarse”, propuso.
También, a los jóvenes. “Hay que ‘sacar del radar’ que los jóvenes se fueron de la Iglesia. Se fueron de las cuatro paredes del templo, pero no de la Iglesia. Tenemos a los jóvenes, más que nunca, en las universidades públicas, que siguen el magisterio social del Papa Francisco, que es la doctrina social de la Iglesia, que nos habla de un nuevo desafío”. Y hacerlo juntos, y como comunidad, organizada. “No podemos avalar una solidaridad uno a uno, eso no es hospital de campaña. La solidaridad tiene que estar institucionalizada, para que el reparto sea justo”.
La voz cantante de los que perdieron el Concilio
Porque ”la Iglesia en salida es ir a los bordes de todo”, y “hay que encontrar coraje para ir a negociar la vida”. Durante el Concilio Vaticano el 85% de los presentes aprobó la Gaudium et Spes, que clamaba por “colaborar en la edificación de un orden internacional” en la que cupieran “todos, todos, todos”. “¿Por qué logró tomar la voz cantante el 15% de los que perdieron el Concilio?”, se preguntó, advirtiendo que “una cosa es el clericalismo y otra separar al pueblo de sus pastores”. “Ojo con la trampa del discurso anticlericalista, que puede dejar aislados a los pastores, y en esa situación, empiezan a ser rodeados por grupos de falsa piedad, y terminamos todos muy mal”, incidió.
“Ojo con la trampa del discurso anticlericalista, que puede dejar aislados a los pastores, y en esa situación, empiezan a ser rodeados por grupos de falsa piedad, y terminamos todos muy mal”
| Jesús Bastante enviado especial a Roma/RD