Opinión

Finalizando: lecturas y resistencia política

He examinado, durante los últimos meses, ideas de pensadores y procesos, para desentrañar episodios históricos, de los cuales se pueden extraer enseñanzas útiles a quienes luchen contra dictaduras, tiranías, autoritarismos y opresión

Ismael Pérez Vigil:

He examinado, durante los últimos meses, ideas de pensadores y procesos,
para desentrañar episodios históricos, de los cuales se pueden extraer
enseñanzas útiles a quienes luchen contra dictaduras, tiranías,
autoritarismos y opresión, sea cual sea la forma que adopten: invasión, toma
por la fuerza del poder, discriminación, racismo, etcétera; todas son formas
de sojuzgamiento de la libertad.

Consciente, claro está, de que hay miles de ejemplos que no he considerado,
me he paseado por las ideas de Nicolas Maquiavelo, Curzio Malaparte, Estefan
Zweig, Jose Fouché, Sunt Tzu, Clausewitz, la resistencia francesa a la
invasión Nazi, la lucha en Italia contra el fascismo, la lucha de los
argelinos por su independencia de Francia, la resistencia de los checos a la
invasión soviética, las luchas en los Estados Unidos contra la
discriminación racial y en Sudáfrica contra el apartheid, la resistencia al
franquismo y la lucha contra la dictadura de Somoza, que desembocó en la
dictadura de Daniel Ortega.

Resumen de conclusiones.
Como corolario de esas ideas y procesos −y de todas las que he omitido−
publiqué hace algunas semanas (ver Lecciones Aprendidas,
https://bit.ly/3YfJvTE) algunas conclusiones que recogí de varios puntos, y
que se pueden resumir así:
1)  La existencia de una causa es fundamental.
2) La “unidad” en esa causa es un factor clave de éxito.
3) Es fundamental también el apoyo popular o ciudadano y su incorporación
activa a la lucha por esa causa.
4) La necesidad de un ambiente internacional permisivo, neutral o propicio,
es crucial.
5) La presencia de un liderazgo personal u organizativo es también clave.
6) Desde el punto de vista organizativo y de la seguridad, la
“clandestinidad” de los líderes y organizaciones, es también importante.
7) Fundamental es también definir y encarar el tema de la violencia y la
lucha no violenta.
8) Al igual que es fundamental el adecuado manejo de semejanzas y
diferencias, entre los líderes y los movimientos.
9) Y por último, pero no final, es fundamental también manejar la
comunicación y difusión de información.

Procesos exitosos.
Casi todos los movimientos descritos alcanzaron sus objetivos; pero, otros
no fueron tan exitosos o simplemente fracasaron. No cabe duda que la
resistencia francesa a la invasión de su territorio, en el contexto de la
Segunda Guerra Mundial y con el apoyo de los aliados, concluyó en la derrota
del nazismo y la liberación de Francia de la invasión nazi; lo mismo podemos
decir de la lucha de los partisanos contra el fascismo y la liberación de
Italia. De igual manera fue exitosa la lucha de los argelinos por lograr su
independencia; e igualmente exitosa la lucha contra el “apartheid” en
Sudáfrica y contra el racismo en Estados Unidos, por más que no podamos
decir que la segregación racial haya desaparecido completamente en ese país.

Procesos fallidos.
Pero no podemos decir lo mismo de la resistencia checa a la invasión
soviética; lucha heroica sin duda, pero que no alcanzó los resultados, sino
más de veinte años después, cuando cayó el Muro de Berlín y fue liberada
Europa Oriental del régimen comunista; la lucha contra el “franquismo”,
larga, dura, y también heroica y muy variada, tampoco fue exitosa y el
dictador murió tranquilamente en su cama, algo que debería servir de lección
de humildad a todos esos españoles políticos y no políticos, que piden
acción y resultados contra las tiranías en otros países; bien lo decía
Javier Cercas −el novelista español recién incorporado como académico en la
RAE− hace ya varios años: “…mientras se abría paso la democracia, montones
de españoles descubrieron que siempre habían sido antifranquistas, aunque
durante 40 años de franquismo no habían movido un solo dedo contra Franco”
(La invención del pasado, El País, NOV 13, 2021, https://bit.ly/49qdopH);
por último, recuerdo el caso analizado de la lucha del Sandinismo contra la
sanguinaria y corrupta dictadura de los Somoza, movimiento que triunfó, pero
que luego cayó en otra dictadura igualmente corrupta y represiva, la de
Daniel Ortega. (Ver. https://bit.ly/4f6CaMo)

Pero hoy quiero redondear otras ideas, que surgieron de la interacción, los
comentarios, sugerencias y críticas de algunos de mis lectores, de amigos o
simplemente desconocidos que por diversas vías me hicieron llegar sus
comentarios a varios de los temas tratados.

Lucha individual o colectiva.
Uno de ellos se refiere al carácter individual o colectivo de la lucha;
desde luego, ningún esfuerzo es despreciable, pero sin duda y si bien los
esfuerzos individuales contribuyen y sobre todo alivian en lo personal,
usualmente no son suficientes, hay que incorporar el sentido y sentir de la
sociedad, de la comunidad; contra un mal que es común, también ha de serlo
la lucha contra él. Nos recuerda Irene Vallejo: “… la unión hace la fuerza…
porque las amenazas parecen menos abrumadoras cuando se afrontan en
comunidad. Quienes han tejido relaciones solidarias sufren menos miedo que
quienes se sienten solos…” (La soledad del cuidador de fondo, Irene Vallejo,
El País, 19/10/2024, https://bit.ly/4fYuld8) y no solo por eso, sino porque
no cabe duda de que encierra una gran verdad.

Esfuerzos válidos.
Culmino con otro de los comentarios que me hicieron y que se repite de
diversas formas y con matices y es, sí en algunos casos valió la pena el
sacrificio y el costo de vidas humanas, que significaron esas luchas. La
pregunta es válida y genuina, pero la respuesta es: Sí, sin ninguna duda;
vale la pena cualquier sacrificio, pues toda dictadura, todo régimen
totalitario, autoritario, toda tiranía, debe ser combatida, enfrentada,
siempre, como bien nos dice nuevamente Irene Vallejo, en el artículo ya
citado: “Las soluciones individuales pueden aliviar, pero no bastan. Hace
falta sentido de lo común, y comunidades de sentido…”

Conclusión.
Y de esta manera concluyo mi actividad por este año 2024, un año en el cual
se lograron importantes conquistas para la democracia, que esperemos se
consoliden en 2025. Reanudaré mis actividades de “escribidor” en enero y
solo me resta desearles una muy Feliz Navidad, en compañía familiar y de
amigos, y que en 2025 se nos cumplan a todos nuestros anhelos más profundos.-
https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

Imagen referencial: Revista Haroldo

Pérez Vigiles Politólogo
14 de diciembre de 2024

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