¿Por qué las entidades católicas deben profesionalizar la recaudación de fondos? Experto en fundraising lo explica
“El fundraising profesional tiene raíces en la propia Iglesia”, afirma Juan Uribe, presidente del Instituto de Fundraising Católico (España) y experto con más de 25 años de experiencia en la formación y asesoría a entidades sin ánimo de lucro, especialmente de la Iglesia Católica, para optimizar la recaudación de fondos.
“Desde los apóstoles y las cartas de San Pablo ya se organizaban colectas y campañas para apoyar a la Iglesia. Sin embargo, los tiempos han cambiado. Tras la pandemia, muchas parroquias y entidades católicas enfrentaron una crisis económica porque estaban acostumbradas a métodos tradicionales de pedir limosna. Hoy debemos modernizar y profesionalizar estas prácticas”, aseguró Uribe, en una entrevista con ACI Prensa.
Según el experto de 61 años, de origen colombiano y nacionalizado español, el fundraising consiste en la aplicación de estrategias y técnicas profesionales de marketing, comunicación y administración para entidades sin ánimo de lucro.
Uribe tiene la certeza de que el fundraising “es una herramienta de evangelización, porque no sólo se trata de pedir donativos, sino de acompañar espiritualmente a los donantes”.
“El gurú del fundraising en español”
Juan ha sido llamado por algunos medios de comunicación el “gurú del fundraising en español”, ya que ha formado y asesorado a entidades como Radio María, Ayuda a la Iglesia Necesitada, la Arquidiócesis de Panamá, May Feelings, Obras Misionales Pontificias y la Arquidiócesis de Madrid, entre otras.
Según relató a ACI Prensa, su amor por la Iglesia nació en el hogar. “Mi madre fue miembro del Opus Dei. Sin embargo, mi encuentro pleno con Jesucristo ocurrió aquí en Madrid, gracias a diferentes movimientos de la Iglesia”, explicó.
Aunque en su natal Medellín disfrutaba de una carrera exitosa en Administración de Empresas, la violencia que enfrentó lo llevó a replantearse todo. “Debido a intentos de secuestro y extorsión, tuve que dejar todo. Este quiebre me llevó a replantear mi vida y a dedicarme por completo a servir a la Iglesia”, explicó.
Llegar a España fue un verdadero reto. “Llegué sin un céntimo y sin recursos de ningún tipo, pero siempre soñé con montar una fundación para ayudar a los niños de la calle”.
Confiando plenamente en Dios, lanzó Carita Feliz, una fundación que ayuda a niños de la calle en Colombia y Ghana. “Empecé desde cero, repitiendo siempre: ‘Jesús, confío en ti’. Sin remuneración alguna, me dediqué a investigar y descubrí que la recaudación de fondos iba mucho más allá de tener una fundación o pedir dinero”, señaló.
La especialización en fundraising católico
Uribe se sumergió en el estudio del fundraising, un campo prácticamente desconocido en España hace 25 años. “Hice un mini máster en humanidades y comencé a estudiar todo lo que había sobre recaudación de fondos. Luego, Dios me llamó a trabajar con una congregación religiosa en la gestión de su área de fundraising a nivel mundial”, comentó.
Esa experiencia marcó el inicio de su especialización en fundraising católico, que pronto lo llevó a colaborar con diversos movimientos e instituciones de la Iglesia. “Finalmente, me retiré de la congregación y fundé el Instituto de Fundraising Católico”, concluyó.
¿Por qué el fundraising es crucial para la Iglesia Católica?
Para Uribe, el fundraising en la Iglesia va más allá de una simple gestión de recursos. “Hay dos cosas importantes que tenemos que entender. La primera es que vivimos de los donativos, de la caridad y de la generosidad”.
“La segunda, que cuando alguien ayuda a una entidad de la Iglesia, el mayor beneficiado es él mismo, porque se convierte a través de ese don de la generosidad, y estoy seguro de que ese gesto, en el día del Juicio Final, nunca va a quedar desapercibido”, reflexiona.
En este contexto, el experto recordó que esa dimensión espiritual siempre beneficiará tanto a los donantes como a las entidades: “El fundraising no sólo es pedir donativos, sino que incluye todos los temas de comunicación, dar a conocer la entidad, y crecer en la espiritualidad de las personas”.
“Una campaña bien hecha implica acompañamiento espiritual y brindar material que enriquezca la fe de los donantes”, acotó.
Para Uribe, uno de los casos que más le impactó durante su trayectoria es el de un fraile franciscano de 83 años. “Me escribió diciendo que no había podido iniciar una fundación porque carecía de los recursos necesarios. Lo convencí de que se inscribiera en el Máster de Fundraising, aunque nunca había usado un ordenador. Antes de terminar el máster, logró crear su página web, lanzar campañas y recaudar suficientes recursos para comprar y habilitar una sede para su fundación”, relata Uribe.
Tres principios clave para un fundraising exitoso
Para Uribe hay tres principios básicos que toda entidad católica debería considerar al implementar estrategias de recaudación de fondos:
- Pedir para recibir: “Parece una tontería, pero muchas instituciones creen que con tener una página web o un botón de ‘donar ahora’ es suficiente. No, hay que hacer campañas profesionales, claras y bien dirigidas para solicitar los donativos”.
- Invertir para crecer: “La regla de oro del fundraising es que para conseguir dinero hay que invertir dinero. Esto incluye tener buenas páginas web, realizar campañas de calidad, y, sobre todo, ser muy transparente con los recursos y los resultados”.
- Disciplina y resiliencia: “Es necesario prepararse para recibir muchos rechazos, pero también entender que aquellos que sí apoyan marcarán una diferencia enorme. La constancia es clave para el éxito”.
Los errores comunes al recaudar fondos
Según el presidente del Instituto de Fundraising Católico, uno de los principales obstáculos para que las entidades de la Iglesia logren una recaudación efectiva es la falta de formación y confianza.
“El principal error es avergonzarse de pedir donativos. Muchos no saben cómo hacerlo y no se les enseña en el seminario ni en las universidades. Esto lleva a que las entidades no aprovechen todo su potencial para crecer”, explica.
Otro problema recurrente es no reconocer la importancia de una economía sólida dentro de la Iglesia. “Una economía vigorosa permite a las parroquias y entidades atender a más personas y llevar el mensaje de Jesucristo más lejos”.
“Es necesario superar la mentalidad de carencia y confiar en que Dios proveerá los recursos necesarios. Pero también hay que poner de nuestra parte, formándonos y utilizando las herramientas adecuadas para cumplir con nuestra misión”, agrega.
Recursos accesibles para aprender fundraising católico
Uribe destacó la importancia de la formación. Según él, un primer paso podría ser aprovechar los recursos gratuitos que el Instituto de Fundraising Católico ofrece.
“Lo primero sería tratar de formarse a través de las cosas gratuitas que ofrecemos. Por ejemplo, tenemos un webinar cada martes, que es muy fácil de inscribirse y es gratuito. En una hora, damos siete claves fundamentales para que cualquier entidad sin ánimo de lucro consiga una base sólida de donantes. Participan parroquias, fundaciones y todo tipo de entidades de España y de Hispanoamérica”, explicó Uribe.
Este webinar, señala, es una excelente puerta de entrada para organizaciones que buscan profesionalizar su recaudación de fondos. “Es fruto de estos 25 años de experiencia y comparto una hora de contenido muy valioso”, añadió.
Además del webinar semanal, el Instituto ofrece consejos prácticos a través de sus redes sociales y un blog especializado. “En nuestro blog damos consejos gratuitos, muy orientados a las necesidades de la Iglesia. No sólo llevamos el apellido católico, sino que realmente somos especialistas en ayudar a nuestra querida Iglesia”, enfatizó.
Para aquellos que desean profundizar en el tema y desarrollar una estrategia sólida, Uribe recomienda el Máster en Fundraising que imparte el Instituto. “Es 100% online, lo que permite continuar con las labores diarias. Con una dedicación de una o dos horas al día, cualquier persona puede aprender a construir una base sólida de donantes y lograr una economía vigorosa”, afirmó.
Uribe hizo un llamado a las organizaciones católicas a aprovechar estas herramientas y oportunidades de formación: “La recaudación de fondos no es sólo pedir, es construir confianza, profesionalismo y, sobre todo, cumplir con la misión que Dios nos ha encomendado”.
El papel de la Providencia
Para Uribe, la clave del éxito no sólo radica en las técnicas de recaudación, sino también en la confianza en la Divina Providencia. “Las parroquias y fundaciones no nos pertenecen, son de Dios. Él provee, pero también espera que sembremos con las mejores técnicas y que seamos administradores prudentes”, explica.
Uribe subraya que la Providencia actúa cuando se combinan la fe y el esfuerzo humano. “A Dios rogando y con el mazo dando. Mi labor es ayudar a las organizaciones a convertirse en buenos instrumentos y permitir que sea Dios quien haga el resto. Debemos orar, trabajar y confiar en que, con una economía sólida, podremos llevar esperanza y fe a más personas”.
El sueño de un fundraising fortalecido en la Iglesia
El compromiso de Juan Uribe con la profesionalización del fundraising católico es parte vital de su visión a futuro. “Sueño con que cada vez más sacerdotes, religiosas, laicos y consagrados se formen en recaudación de fondos. Es esencial que aprendan a canalizar la generosidad de las personas hacia la misión de la Iglesia”, expresa.
Para Uribe, uno de los grandes retos de la Iglesia en los próximos años es construir una economía fuerte que permita llevar el mensaje de Jesucristo más lejos.
“No somos de este mundo, pero vivimos en él. Y, en este mundo, necesitamos recursos para servir mejor y llegar a más personas. Multipliquemos los dones que Dios nos da para cumplir con nuestra misión”, concluye.-