Opinión

León XIV… su carisma cooperativo

Durante su primer discurso ante los representantes diplomáticos de los 184 países con los que la Santa Sede mantiene relaciones, el papa León XIV instó a los gobiernos a priorizar políticas que fortalezcan la familia tradicional y contribuyan a la construcción de sociedades “armónicas y pacíficas”; más cooperativas

Roberto Fermín Bertossi:

El nuevo obispo de Roma, Robert Francis Prevost adoptó el nombre pontificio de León XIV, razón por la cual “ León XIV” es ahora el preboste de la Iglesia católica, en el sentido más literal: praepositus , es decir, “ el que está delante ” De tal manera, León XIV (en latín: Leo PP. XIV), de nombre secular Robert Francis Prevost (Chicago, 14 de septiembre de 1955), es el 267.º papa de la Iglesia católica y noveno soberano de la Ciudad del Vaticano desde el 8 de mayo de 2025 ´

Con la paz como prioridad innegociable para el desarrollo humano (Paulo VI) y en pos de un papado más colegiado, más cooperativo, León XIV en su primer discurso ante el cuerpo diplomático, pidió a los gobiernos priorizar el fortalecimiento de la familia tradicional, advirtió sobre las desigualdades globales y llamó a renovar la diplomacia internacional en favor precisamente de la paz.

Durante su primer discurso ante los representantes diplomáticos de los 184 países con los que la Santa Sede mantiene relaciones, el papa León XIV instó a los gobiernos a priorizar políticas que fortalezcan la familia tradicional y contribuyan a la construcción de sociedades “armónicas y pacíficas”; más cooperativas.

Este pensar, decir y hacer se corresponde con un contexto bíblico, propio, característico y distintivo del carisma agustiniano, providencialmente en tiempos de hambrunas de paz, de naturaleza, de fraternidad con tacto y contacto, de alimentos, de bondad, de empatía y de solidaridades; como igual -complementaria y convergentemente- activar, promover y fomentar  mancomunidades humanas solidariamente productivas que, gradual y en modo paulatino, puedan ocupar su espacio de trueques e intercambio -mucho más que un intersticio, mucho menos que una utopía- entre la actual voracidad insaciable del egoísmo individual en un Mercado despersonalizado y los viejos/nuevos descartados a la vera del camino y en el fondo de los mares (vg., migrantes e inmigrantes,etc.)

León XIV subrayó que en el contexto del “cambio de época” que atraviesa el mundo, la Santa Sede “no puede eximirse de hacer sentir su propia voz ante los numerosos desequilibrios y las injusticias que conducen, entre otras cosas, a condiciones indignas de trabajo y a sociedades cada vez más fragmentadas y conflictivas”

 

El «carisma agustinos» se refiere a las características distintivas y el espíritu que caracterizan a la Orden de San Agustín, así como al faro luminoso de la comunidad de la iglesia primitiva, donde los creyentes vivían unidos y ecuánime, voluntaria como equitativamente, compartían sus bienes total o parcialmente; todo ello a partir de dos máximas intangibles: I) El destino universal de los bienes; II) Su puesta en común.

En resumen, el «carisma agustinos» es un conjunto de valores y prácticas que se basan en la vida en comunidad, la pobreza digna y la caridad fraterna.

Si revisamos dicho carisma tanto como una identificación sin grietas en la idiosincrasia, identidad y trayectoria personal servicial del actual Superior Católico Mundial, natural y conclusivamente nuevos y auténticos cooperativismos serán una de la mejor respuesta para unir consumidores con productores, a usuarios con prestadores, a ahorristas con mutualistas, evitando todo intermediario y especulación lucrativa, para finalmente, revertir, definitivamente, lacerantes desigualdades personales, familiares y globales que generan “surcos profundos de opulencia e indigencia entre continentes, países e, incluso, dentro de las mismas sociedades” ; al fin y al cabo una de las acciones concretas que siempre alentó Francisco y acaba de recordar “urbe et orbi” el Papa León XIV para revertir esta tendencia del descarte, de la exclusión y el “aplaste o pisoteo de la humanidad más frágil y vulnerable”

Por último y para que no quepa duda ninguna, el nombre elegido, León XIV, es toda una decisiva definición : como sabemos, León XIII dio inicio a la Doctrina Social de la Iglesia con su famosa encíclica Rerum Novarum (de las cosas nuevas) publicada en 1891. Basta repasarla para ver no sólo su vigencia sino (sobre todo) la honda e ineludible incidencia social que tiene la “fe” si la tomamos (y hacemos) en serio. Puntualmente fue León XIII quién jugó un papel crucial en la promoción de las cooperativas a través de su aludida encíclica por que desde siempre, abordó los problemas sociales del momento, incluyendo las condiciones laborales y la necesidad de soluciones alternativas a la desigualdad social. Las cooperativas fueron presentadas entonces como un vehículo para el bienestar social y el desarrollo económico, algo que preponderantemente la inteligencia artificial como el mayúsculo déficit ecológico, acentuará  y problematizará en términos tan pavorosos como inmanejables,  aún para la mejor perspectiva humana. –

Roberto Fermín Bertossi

Experto en cooperativismo de la CoNEAU 

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