Testimonios

‘El palito de abollar ideologías’, la viñeta de Mafalda que le costó a Quino el exilio de Argentina

El documental 'Quinografía' rescata la voz más personal y política del genio mendocino

Quino regresó a su Mendoza natal en 2014 para reencontrarse con la luz de su infancia cuando estaba perdiendo la vista. El padre de Mafalda odiaba las entrevistas, pero ese invierno recibió a un equipo de grabación hasta que llegó la noche. En torno a este encuentro, Mariano Donoso y Federico Cardone han tejido ‘Quinografía’, un documental que recorre la vida y la obra del genio argentino y que se estrena en los cines de nuestro país el próximo 19 de junio.

El palito de abollar ideologías

'El palito de abollar ideologías', la viñeta de Mafalda que le costó a Quino el exilio de Argentina

En un momento de la entrevista, le preguntan qué es lo que más le preocupa del mundo en ese momento. El humorista gráfico no lo duda: Ucrania y Rusia –ese mismo año Putin había anexionado Crimea–, la migración de niños latinoamericanos, las elecciones en Estados Unidos, el auge de la ultraderecha en países como Hungría… Cargada de una sensibilidad política que iba más allá de su tiempo y profundamente humana a la vez, la mirada que presidió el universo creativo y afectivo del autor queda reflejada en ‘Quinografía’.

A través de sus respuestas, objetos personales, viñetas, escenarios vitales –se ha rodado en seis países– y testimonios de profesionales, amigos y familiares, se establece un diálogo entre presente y pasado que retrata íntimamente al historietista. De visita en España para su estreno, sus sobrinos Guillermo –en el que está basado Guille, el hermano pequeño de Mafalda–, y Diego Lavado destacan dos pilares esenciales de esta ‘Quinografía’: el papel primordial que jugó su mujer, Alicia, en su vida y el impacto del exilio.

En febrero de 1976, poco antes del golpe de Estado de Videla, un grupo armado irrumpió en la casa de Quino y Alicia en Buenos Aires. No estaban allí, ya que decidieron no regresar a dormir y se quedaron en su residencia en Tigre, en contra de lo que solían hacer. El dibujante no militaba en partidos, pero «no hacía falta para estar en la mira», afirma a ABC Diego. Su obra era una crítica constante al autoritarismo y la represión.

Quino durante la entrevista de 2014

Él mismo apunta en ‘Quinografía’ la viñeta protagonizada por Mafalda que más problemas le causó. En ella, la pequeña toca la porra de un policía mientras dice: «¿Ven? Este es el palito de abollar ideologías». «Uno de los servicios de inteligencia empapeló todo el centro de Buenos Aires con la viñeta, en la que pusieron a Manolito en lugar de Mafalda y afirma: ‘¿Ves Mafalda? Gracias a este palito podemos ir tranquilos a la escuela’», señala Quino en la entrevista. Querían que autorizara ese dibujo, pero él se negó. «Era muy tranquilo, pero cuando se enfadaba era un tsunami. Imagino que les debió de mandar a donde mejor no vayan, y a la semana fueron a por él», explica Diego.

Guillermo Lavado en ‘Quinografía’

Tras el asalto, Quino y Alicia se refugiaron dos meses en la casa de su padre. Al poco de instalarse, la tragicomedia que siempre persiguió al dibujante tocó techo. Se estaba duchando cuando el vecino puso la música tan fuerte que las paredes temblaron. Con amarga sonrisa, relata cómo él y su hermano fueron a comisaría a denunciarlo, pero para su horror, cuando entraron, se dieron de bruces con la viñeta de Mafalda. «Éramos todos muy ingenuos. Nos podrían haber… como se dice en la jerga en Argentina, ‘chupado’, secuestrado a todos. No sabíamos los alcances», indica Guillermo.

El sobrino de Quino tenía 12 años y recuerda «un momento en el que estaba en mi casa muy triste. Lo toqué, y me di cuenta de que estaba llorando. Era cuando tenía que decidir salir de su país para irse a Italia. Fue durísimo para él dejar el país. Quería profundamente a su patria», rememora.

Feminista cómodo

Tras aquel episodio, los Quino se exiliaron a Milán. Allí conocían mucho a su editor, Marcelo Raboni, gracias en gran parte a Alicia. Raboni escribió incesantemente al dibujante para publicar a Mafalda allí, pero él no le contestaba. Su mujer tomó las riendas e Italia se convirtió en el primer país europeo en publicar sus viñetas. «Era completamente inútil en las labores cotidianas. Un feminista cómodo. Alicia decidió dejar su trabajo en la Comisión de Energía Atómica para dedicarse a ser su mánager. Eso fue lo que ayudó a que la carrera de Quino despegara de la manera que lo hizo. Él se dedicaba solamente a lo suyo y todo lo que fuera secundario a su oficio de sentarse y dibujar era cosa de Alicia», afirma Guillermo, que añade que el matrimonio estaba tan unido que podrían considerarse una misma persona.

Joan Manuel Serrat –buen amigo– y la escritora Milena Busquets (hija de Esther Tusquets, la fundadora de Lumen, editorial en España de la obra de Quino) corroboran en el documental las palabras de Guillermo. El dibujante, primer historietista en recibir el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, también vivió una temporada en nuestro país. El escritor Daniel Samper Pizano muestra en ‘Quinografía’ la placa en su residencia madrileña y conduce al espectador hasta su farmacia habitual. Nunca dijo allí quién era, pero recuerdan que un día se quedó mirando las cremas antiarrugas y les dijo: «Y qué llevan, ¿arsénico?».

Leonardo Lee con un ejemplar en chino de Mafalda ‘Quinografía’

Además de Argentina, Italia y España, el documental viaja a Francia y a China. En París, su editor destaca su pensamiento lateral y cómo tuvieron que planear una compleja operación para escanear los originales, ya que Quino, que los guardaba en una caja fuerte, no quiso desprenderse de ellos. El país del sol naciente cruza ‘Quinografía’ con la historia de una familia, símbolo del alcance mundial y atemporal de su obra. Una madre le pide al niño que lea la viñeta en la que Manolito no quería ir a la escuela en un ejemplar desgastado. Se trata de la edición de Mafalda que su abuela compró sin saber que era pirata muchos años atrás.-

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