Dictadura de Nicaragua confisca emblemático colegio San José: “Una infamia para la libertad religiosa”
Una “fecha que quedará marcada como un día de infamia para la libertad religiosa de Nicaragua”

La dictadura de Daniel Ortega y su esposa y “copresidenta” Rosario Murillo en Nicaragua confiscó, el 12 de agosto, el emblemático colegio católico San José en Jinotepe, acusando al centro de estudios de haber sido un lugar donde “el golpismo torturó y asesinó”.
En declaraciones dadas a conocer por un medio afín a la dictadura, Murillo dijo que ahora “tenemos nuevo centro educativo. Esto es un logro de la paz que vivimos, que resguardamos, que merecemos. En Jinotepe, un centro donde se torturó, asesinó el golpismo durante la criminal ocupación y asesinó a compañeras y compañeros y ¿dónde ocurrían esos crímenes? En el colegio San José, desgraciadamente”.
“Ese colegio ha sido trasladado al estado, por ser emblemático de la barbarie pero al mismo tiempo de la lucha digna y victoriosa, en este caso la familia de Jinotepe que vencimos al golpismo”, añadió.
“Llevará el nombre, ya en manos del estado nicaragüense, del héroe, del mártir compañero Bismarck Martínez” cuyo “asesinato conmovió a todo el país” en 2018.
Martínez era un simpatizante sandinista que desapareció la noche del 29 de junio de 2018, cuando pasó en su vehículo cerca al Colegio San José de Jinotepe, y habría sido “secuestrado, torturado y desaparecido”. El régimen ha convertido a Martínez en un mártir suyo para “reforzar su narrativa” sobre el supuesto “golpe de Estado”, explica el diario Confidencial.
Jinotepe fue una de las localidades que más sufrió la “Operación Limpieza” de la dictadura de Nicaragua contra la población civil que había salido a las calles a protestar contra el régimen. La noche del 8 de julio de 2018 cientos de policías y paramilitares invadieron la localidad. De acuerdo al diario Artículo 66, al menos 32 personas fueron asesinadas.

“Una infamia para la libertad religiosa”
Martha Patricia Molina, investigadora y autora del informe Nicaragua: Una Iglesia perseguida, que en su última edición consigan casi 1.000 ataques de la dictadura contra la Iglesia Católica desde 2018, dijo a ACI Prensa que el 12 de agosto es una “fecha que quedará marcada como un día de infamia para la libertad religiosa de Nicaragua”.
“La dictadura una vez más ha ejecutado un fuerte golpe a la Iglesia Católica al confiscar el colegio San José de las monjitas josefinas”, que desde la década de 1980 dio una buena educación a muchos nicaragüenses .
“La confiscación repercutirá negativamente en los niños y jóvenes que recibían una educación de calidad y ahora serán adoctrinados por la dictadura Ortega-Murillo. Además de confiscar la propiedad de las monjitas, la co-dictadora Rosario Murillo les llama asesinas y torturadoras”, lamentó Molina.
Sin embargo, precisó la investigadora, “todos sabemos que las hermanas josefinas desde que se establecieron en Nicaragua en febrero de 1915 han educado a niños y niñas en valores cristianos y humanista sustentado en el amor al prójimo y la práctica de la caridad”.
Preocupación de los padres de familia: No quieren “adoctrinamiento de una dictadura”
Los padres de familia, que tendrán un colegio distinto en su forma a partir del lunes 18 de agosto con un nuevo director afín a la dictadura, expresaron su preocupación por el futuro de sus hijos.
Una madre, identificada como Cecilia, dijo al diario Confidencial que “es lamentable este robo descarado del colegio donde estudiamos generaciones de profesionales y al que acusan de crímenes inventados, donde lo único que hicieron las monjas fue atender heridos y refugiar a población frente a las balas y la terrible represión durante 2018”.
Sobre lo que ocurrirá con su hija, la mujer fue clara: “No quiero que termine en un colegio donde lo único que habrá es adoctrinamiento de una dictadura”.
Por su parte otro padre, identificado sólo como Santiago, dijo estar “mal y triste”, pero “con cólera profunda pues están dañando lo poco que quedaba de la educación privada de calidad”.-




