Mas allá de la ventanita libertaria
Recobrar la ilusión por la vida democrática. Para ello necesitamos también la ejemplaridad de los políticos y combinar la democracia representativa con formas de democracia participativa

Roberto Fermín Bertossi, experto Coneau Cooperativismo (desde Argentina):
A dos años de un gobierno inéditamente disruptivo, trascender sus propias barreras y contradicciones, una apertura a otras perspectivas que interconecten con todos los demás, es un imperativo institucional de la hora en una Argentina paulatinamente más desigual, más violenta y más sufriente.
En efecto, para cada “ciudadano de a pie” en su metro cuadrado familiar y vecinal, la flagrancia de incumplidas promesas electorales, vg.: “Vamos a reducir los impuestos”, vamos a “Implementar esquemas tarifarios realistas que no afecten directamente el bolsillo de los argentinos”, “Vamos a hacerle cargar el ajuste al Estado” y otras falacias; explican y predicen el derrumbe del poder adquisitivo ciudadano en general como la crisis aguda del sector empresario, singularmente pequeño y mediano.
Parte de ello se explica cuando por estos últimos meses, se viene marcado un récord tristísimo por formales pedidos de concursos preventivos de crisis pre-despidos o cierre definitivo de fuentes laborales -directas e indirectas-; la magnitud del cierre o suspensión de Pymes; ello junto a tanta vulnerabilidad e indignidad social, propia y distintiva del angustiante y desgarrador escenario inhumano de vg., jubilados, discapacitados, médicos rurales, profesores universitarios (sin mencionar el prolongado e inequitativo antifederalismo tarifario insolidario e indolente de la “república del AMBA)
La aceleración de tal proceso en los últimos tiempos, y el riesgo de deshebrar el tejido político y social, nos puede arrastrar a los bordes desintegradores de una crisis que está siendo sólo evitada por la paciencia y el sacrificio de los trabajadores, por tantos consumos vitales procrastinados involuntariamente, por múltiples y diversas crueldades con jubilados y pensionados de “la mínima”, con la hidalguía de los miembros del magnífico Hospital Garrahan, (fundado en 1987 pero gestado ya a partir de fines de los años 60´ cuando el aún insuperable mejor gobierno democrático del doctor Arturo Humbero ILLIA, que como detalle distintivo destinaba hasta el 20% del PBI a la Educación en todos sus niveles de enseñanza y aprendizaje)
No se trata de una mera cuestión de números, ecuaciones y semántica económico-financiera, sino de personas humanas, -únicas e irrepetibles- titulares y estandarte del teórico derecho a la vida humana pero SIN sus condignas e inherentes condiciones imprescindibles que finalmente la enriquezcan y promueven, evitando el envejecimiento e incremento del empobrecimiento de la población, porque desde una integralidad humana “la libertad práctica” es más que oxímoron de nuestras ascuas, actualmente generalizadas.
Ello nos obliga a recuperar, primero, el respeto mutuo, y no confundir los antagonismos políticos, y sus legítimas discrepancias, con una enemistad basada en una animadversión irreconciliable.
En tal práctica de consenso habría seguramente que empezar por un giro en la educación, en la que se sustituya la competencia a ultranza y la búsqueda del predominio, en forma de humillación a los perdedores, para alcanzar los números unos; por una educación compartida desde la solidaridad y la cooperación, y sus prácticas, en las que también se valoren el esfuerzo y el mérito para un mejor construir entre todos tales objetivos que consideramos obra común, pero también inescindiblemente de nuestro esfuerzo conjunto.
En particular, rescatar la educación para la ciudadanía, la educación para la convivencia y una participación democrática consciente y responsable que sacuda todo letargo sin malgastar más democracia, más república e instituciones.. Educación ética y cívica, a partir de los principios y valores constitucionales que hemos de sentir como principios irrenunciables.
Recobrar así la ilusión por la vida democrática. Para ello necesitamos también la ejemplaridad de los políticos y combinar la democracia representativa con formas de democracia participativa. Mejorar la iniciativa legislativa popular que implique una mayor pujanza en el procedimiento, un verdadero debate con y entre sus promotores en sedes parlamentarias y posibilidades reales de aprobación. En el plano constitucional, la activación y productividad del Senado para que sea la Cámara de las Provincias y voz de los municipios; no aguantadero vitalicio de sujetos vinculados directa e indirectamente con narcotraficantes, abusadores sexuales, usureros y corruptos.
Podríamos entonces enumerar y canalizar unas firmes exigencias civiles, abiertas a su ampliación en el futuro:
A). Una política de fomento, simplificación y desregulación de cooperativas de producción, trabajo y consumo, asegurando la participación efectiva de sus asociados, mayoritariamente jóvenes y mujeres.
B). Previo la averiguación del origen, trazabilidad y responsabilidades del Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado (ONABE/2012); organismo tan inconstitucional y corrupto, pero impune aún cuando dispendiosa y pródigamente, repartió clientelarmente “bienes fiscales e imprescriptibles”, cuyos montos y valores asombrarían animando toda acción para su inmediata recuperación en favor de un “Tesoro federal”
Consecuentemente, inmediata y concomitantemente, organizar municipal/provincial de un Servicio Federal Cívico Voluntario de Excelencia, bajo la orientación de expertos competentes e independientes reclutados de entre exigentes concursos universitarios de antecedentes y oposición, sin nepotismos posibles.
C). Conformar consensuadamente un Organismo independiente para un sistema riguroso de control de la corrupción, con el apoyo final del Poder Judicial, de carácter imparcial e independiente. Estudio del agravamiento de la pena de estos delitos, especialmente los cometidos por políticos con cargos públicos, funcionarios de cualquier administración, y en especial los miembros de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial; aplicando de una buena vez las previsiones al respecto del articulo 36 de nuestra Constitución Nacional.
D). Política común y financiamiento generoso para ciencia e innovación, integrando a distintas tendencias de expertos, para atraer a científicos de calidad y repatriar a los nacionales competentes y expatriados, como prioridad.
E). Política exterior compartida para fomentar la cooperación con el mundo, sin prejuicios, y así fortalecer los proyectos de acción conjunta en la cultura, la economía, la educación, e intercambio de profesionales y expertos, en todos los niveles con preferencia de todo lo ecológico y aquello relacionado con la inquietante e indescifrable Inteligencia artificial.
Finalmente, el “Bien Común” como fin y límite de toda Democracia y Estado de Derecho, nos compelen para no demorar tales exigencias cívicas -como su satisfacción- a nuestros dirigentes, para que así, finalmente encuentren u honren una imprescindible talla ética e idoneidad esencial de auténticos y cabales “políticos democráticos pero republicanos”; al menos como se presentaron y pretendieron ser ante la sociedad y comunidad nacional.-




