De la crisis continuada
Dada su trascendencia, imposible no reconocer, el problema de la libertad y de la libertad de expresión. Por supuesto el régimen no acepta lo que implica la enorme crisis por la que atraviesa el sector comunicación-información

Gloria Cuenca:
Circula por las redes: fotos, flyers, post, con el tema de la crisis venezolana. Algunos con información verdadera y otros francamente, con la finalidad de desinformar, bastantes falsos. Algunos aconsejando, otros preguntando, ¿qué hacer? Tenemos más de 3 meses, como diría mi abuela: “con el Jesús en la boca”. Sin poder hacer nada, sino en la espera. ¡Qué desespera! Al buscar el significado de crisis, refiere a un momento decisivo donde “se abre una oportunidad” de reflexionar, revisar y actualizar hechos y sucesos. No encontré que existiera, el tema de una crisis continuada y permanente por tanto tiempo, como nosotros venezolanos, la padecemos. También pasó cuando la hiperinflación, los economistas más serios, aseguraron que era por “poco tiempo”, basta con ir al mercado o al super para comprobar cómo se han equivocado, de “medio a medio”, decía siempre mi abuelita querida. (QEPD)
El desastre que tiene asolada a nuestra amada Venezuela, no terminará si los causantes, los que “desgobiernan”, no se retiran. Tal vez deben ir al Polo Norte o al Polo Sur, para que con el frio de aquellos parajes, se les refresque la mente y piensen, (¿será qué aprenden algún día?) y encuentren una solución, o, hasta una explicación de su terrible y escandaloso fracaso. Probablemente sea un imposible. No quieren detenerse y mirar el disparate ocasionado, culpan a los demás del mismo. Ese problema, abordado en otro artículo, pareciera ser inexistente. Revolucionarios y comunistas no aceptan haber fracasado. Tampoco que el sistema no sirve, ni funciona. Ni en teoría, ni en la práctica resultó en ninguna parte. Tampoco admiten que Marx se equivocó en todo. Nada de lo que postuló sirvió en la práctica. No estudian, analizan, ni verifican por qué fracasaron.
La mayoría de los ámbitos de nuestro país están en crisis: política, partidos y líderes en convulsión, aún cuando parece que no se den cuenta. También la economía, centro vital de un país. Esto a pesar de que, según la revolución es la estructura económica condicionante de todo lo que ellos denominan la super estructura. Los casos de la URSS, China, Cuba, las democracias del este de Europa, son ejemplo de la catástrofe ocurrida por los intentos de implantar la teoría al pretender llevar a la práctica el marxismo. Otro aspecto arruinado y destruido fue el sistema educativo público, en todos sus niveles.
Dada su trascendencia, imposible no reconocer, el problema de la libertad y de la libertad de expresión. Por supuesto el régimen no acepta lo que implica la enorme crisis por la que atraviesa el sector comunicación-información. Son situaciones, conflictos y problemas que nunca habían ocurrido en el país. En la historia del periodismo en Venezuela, desde que apareció la Gaceta de Caracas en 1810, tampoco a todo lo largo del siglo XIX, con juicios de imprenta, persecuciones y demás, no hubo un sistema de gobierno que quisiera acabar con la industria de la comunicación e información, como ocurre ahora. Sorprende que, ni siquiera durante las terribles dictaduras del Siglo XX: Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, quienes persiguieron la libertad de expresión con saña, no obstante, permitieron el desarrollo de la industria de la comunicación, estimulando la publicidad, los medios audiovisuales y la aparición de la radio y prensa escrita.
Insisto, la falta de libertades, no implicó la destrucción de la naciente industria de la comunicación- información, mientras que estos semi analfabetos acabaron con la prensa escrita, han cerrado centenares de estaciones de radio y de televisión, en provincia. Además del emblemático cierre de RCTV en el 2007. Hacen abuso de los canales estatales, con un sistema de comunicaciones vergonzoso. Solo ellos y los pocos suyos, ven y escuchan sus mentiras y se las creen. No conformes con eso, también destrozaron los servicios públicos, al nacionalizarlos: electricidad, agua, telefonía normal., están dentro de esta insólita crisis continuada. No conformes pretenden acabar con la ciencia y por supuesto con la tecnología. Destruyen todo lo construido: se pierden años de trabajo, serio, dedicado, honesto. No saben nada, menos entienden. Se creen el cuento de que pueden hacer y construir lo que se les ocurre, después de haber destruido lo que existía.
La locura de Mao Tse Tung, no me canso de repetirlo, produjo este desastre. Al constatar el fracaso ocurrido en la URSS, se convenció de que el comunismo no se lograría. Pensó, que solo después de arrasarlo todo al desaparecer los mínimos rastros de la cultura y la sociedad capitalista- burguesa, y todo lo que existió “desde que el mundo, es mundo”, se lograría la utopía. Con la falsa consigna en mente: “al ser comunista se puede todo” pretendió re-iniciar nuevos procesos. Esto, después de destruir mediante la revolución cultural, elementos de la tradición china; provocando la peor masacre de la historia con 60 millones de muertos.
¡Dios mío! Me siento mal, parece que repito lo mismo en muchas oportunidades. Es que no se si en efecto, se dan cuenta, especialmente la gente que los sigue, del desastre continuado, que como la crisis no termina. ¡En manos de Dios, nos ampare y proteja!.-




