Opinión

El macho parrandero

Mons Fernando Castro Aguayo:

Todos los días son día del padre. Día de reflexión. La igualdad del hombre y la mujer es real, y sabemos también que varón y mujer tienen diferencias notables que son una gran riqueza. Lo enseña la ciencia, la experiencia y la fe.

Los evangelios nos hablan de san José: esposo y papá excelente. Frente a todo lo que le pasó, algunos le dirían. ¡báñate con cariaquito morado! Tuvo una gran sorpresa con el embarazo virginal de María; asume la paternidad de Jesús con todas sus consecuencias; acompaña a María a visitar a su prima Isabel; viaja a Belén para censarse y allí, en una cueva, nace Jesús; huye a Egipto porque Herodes persigue al Niño; a los doce años se le pierde el niño cuando regresan de Jerusalén.

Los Evangelios dicen que Jesús crecía en “edad, sabiduría y gracia” delante de Dios y de los hombres. En eso proceso José tiene una parte fundamental. Es crecimiento humano en orden, en relaciones familiares y sociales, en la sensibilidad hacia los más necesitados, en saber que su trabajo era importante, necesario y un servicio a su pueblo. Es crecimiento espiritual porque de José aprendió a ser un buen judío. Es crecimiento familiar en una comunidad de vida y de amor donde José y María aportaban pequeños detalles con toda naturalidad.

José condujo a su familia en momentos cruciales y en otros normales: hombre responsable, de iniciativa, con la mirada en Dios, trabajador, fiel y comprometido con su esposa; varón para enseñar a Jesús el rudo oficio de carpintero, hombre religioso y alegre, servicial y amigo de todos que convivía no sólo con judíos sino con gente venida de otras culturas y credos. ¡Un palo de hombre!

Esta visión de padre contrasta con “el macho” parrandero y bebedor, como diría la canción que piensa que la mujer va a las “cuatro hornillas” porque no es capaz de nada más. Si san José viviera hoy ¿qué nos diría a nosotros los hombres? ¿qué diría a las mujeres de hoy?

La Iglesia es la primera que al ser “experta en humanidad” nos ayuda en este día a reflexionar para crecer en “hombría de bien”.

Fernando Castro Aguayo

fcastroa@gmail.com

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