Opinión

Las normas locas

Gloria Cuenca:

 Creo en la necesidad de las reglas y las normas para que la sociedad y la vida funcionen, de lo contrario vamos al caos y de allí, a la anomia. Sin embargo, no tenemos una buena tradición normativa en muchos aspectos; no en América Latina, ni en Venezuela tampoco. El primer gran desastre lo hizo la Corona española, que sin conocer a sus territorios “allende los mares”, decidió desde una corte en Sevilla, si mal no recuerdo, con un imponente tribunal de Indias, desde donde se legislaba sin tener la mínima idea de lo que era América, las “Indias” y sus pobladores. Cuando llegaban esas leyes, muchas inaplicables, por absurdas, descontextualizadas, fuera de tiempo y de lugar, las autoridades coloniales aquí, tomaron la decisión, desde México hasta la Patagonia de decretar, la decisión: “Se acata, pero no se cumple”. Una norme loca.  Existe, el llamado “inconsciente colectivo”.

Sí, mis contradictorios lectores no han leído a Carlos G. Jung, el gran discípulo, rebelde de Sigmond Freud, no saben a qué me refiero, cuando escribo sobre esto, del inconsciente colectivo. Los que lo conozcan, felicitaciones, pueden entender a qué me refiero con lo mencionado. En efecto, casi podría hablarse de una herencia históricamente impresa en los pobladores, para que acaten las leyes, pero que no las cumplan. He meditado sobre este aspecto, discutido cuando fui alumna y, luego con mis alumnos: ¿Qué se puede hacer, para borrar, esa huella que ha quedado marcada? Una primera conclusión de tanto discutir el tema, fue “hay que eliminar las reglas locas”. ¿Será posible? En eso han estado juristas, legisladores y demás desde hace varios siglos, para implantar, ahora en el consciente la necesidad de las normas. Además de las normas sanas, correctas, pro vida.

No es fácil, pero se hace más cuesta arriba, cuando desde los entes directivos, léase el régimen, surgen las normas locas, que dan pie a toda clase de especulaciones. Me refiero, por ejemplo, a la obligatoriedad de repetirse el PCR, (prueba anti covid19) al llegar a Maiquetía con pago de 60$ en efectivo por persona. ¿Por qué es una norma loca? Por cuanto para montarse en el avión desde Miami, Dominicana, o desde cualquier punto del planeta, hay que enseñar la prueba del PCR negativo, realizado y pagado allá, antes de abordar el transporte aéreo. ¿De qué se trata esto? ¿De protección especial? ¿a los viajeros?

Mientras, aquí hay un despelote con las vacunas, denunciado por todas las vías posibles, pero sin que el Ministerio de Salud haya dicho ni pio al respecto. No hay caso, tienes que cumplir esa norma loca para ingresar al país. Dato curioso, frente al aviso del laboratorio hay uno enorme  que dice, Bienvenido a Venezuela.  Como para esquizofrenizar a cualquiera. Al observar como se comporta un sector importante de los venezolanos, – han perdido la agudeza mental que nos caracterizaba.

Me doy cuenta del daño que esas normas locas, desquiciantes y sin ningún propósito sano producen, he citado un caso, hay otros. Resultamos fuertes para lo que nos ha pasado. Reflexionar, meditar, orar, compartir, amar, perdonar, alegrarnos por lo que tenemos y que nadie nos lo puede quitar; las luchas son así. No me canso de repetirlo. Imagínense al Libertador, el Hombre de las Dificultades, renunciar a su sueño, a la caída de la Primera República o de la Segunda.

Después vino Carabobo, con su grandeza de 1821, de lo que se cumplen 200 años, -para nuestra suerte, no fue de esta época- no era pesimista. Sí un recio luchador, muy criticado en su momento, pero al final victorioso, triunfador. No se amilanó frente a las dificultades. De allí su grandeza inmortal.  Recordémoslo, no solo en sus triunfos, sino en su forma de levantarse de los fracasos. Eso nos ayudará en estos complejos momentos. –

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