Opinión

Empobrecidos políticamente

Julio César Arreaza:

 

Vivimos una época desoladora que presenta dudas sobre la condición humana. Así se nos revela cuando metemos la lupa a diferentes dimensiones: mundo, nación,  sociedad e individuo. Creíamos que habíamos dejado atrás el mal hecho sistema con Auswich y resulta que vemos a Rusia reescribiendo otra historia de esa maldad en la guerra absurda que lanzó contra Ucrania. Se trata de un nuevo capítulo de limpieza y exterminio de un pueblo a cargo de otro que pretende nostálgicamente reconvertirse en imperio. La comprensión nos indica que no estamos en el mero plano de las posibilidades sino de las duras realidades que provocan daños irreversibles. 

Y no nos deja de asombrar, aunque usted no lo crea, cuando vemos a países de occidente coquetear con el mal en pleno desarrollo. Estos son los costos que estamos enfrentando como consecuencia del abaratamiento de los valores que vienen de la moral, que son inherentes a la persona y se hallan en el centro de su ser. Democracia, Estado de Derecho y justicia son consustanciales con la moral. 

No se puede ser demócrata con un fondo amoral, el mundo transita por los caminos perversos del olvido de Dios. Hoy el mundo se afana en vivir el instante y no dar razón del pasado y del futuro, de todo esto se desprende el valor que se le está dando a la vida. 

Para los tiranos, todo, excepto yo, no el Estado, debe ser lo permanente. El totalitario es el individuo autónomo de los demás a quienes considera prescindibles. Los falsos representantes que no representan a nadie sino a ellos mismos y su sistema de mafias, tienen boca pero no hablan a favor del “otro”; ojos pero no ven la catástrofe de desnaturalizar a los seres humanos; orejas pero no oyen el verdadero clamor del pueblo y no hay aliento en su boca sino para la pura maldad. Le echan mano hasta la misma realidad que niegan.  

Volviendo a nuestro país, se alza como un templo la carencia absoluta de instituciones a las que acuda el ciudadano para la protección de sus derechos.  

Se configura un nuevo TSJ al margen de la ley. Es el mismo TSJ usurpador. No sustenta la democracia sino la impunidad estructural del régimen, porque no es autónomo ni independiente. El país continua desinstitucionalizado y en orfandad. El caso del asesinato del joven Juan Pablo Pernalete cumplió 5 años sin justicia. 

En todos los ámbitos, hasta en la Corte Penal Internacional, las víctimas deben estar por encima de sus torturadores, asesinos y cadena de mando, perpetradores de crímenes de lesa humanidad.  

Es la hora de construir un liderazgo alternativo que no tenga nada que ver con la política convencional que ha pateado la realidad y arrojado fuera de la cancha. Del gran pantano populista  no deben seguir surgiendo los políticos. 

¡Libertad para Javier Tarazona! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados! 

 

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