La Bendición del Mar, una tradición de 163 años
Desde el histórico Malecón, símbolo del alma costera de la ciudad, se ofició la misa central presidida por Monseñor José Antonio Da Conceicao, IV Obispo de Puerto Cabello

Con el mar como testigo sagrado y la lluvia como bendición divina, Puerto Cabello celebró este Domingo de Resurrección una nueva edición de la emblemática Bendición del Mar, una tradición que por más de 163 años ha unido a los porteños en torno a la fe, la memoria y el renacer espiritual.
Desde el histórico Malecón, símbolo del alma costera de la ciudad, se ofició la misa central presidida por Monseñor José Antonio Da Conceicao, IV Obispo de Puerto Cabello. Acompañado de autoridades civiles, eclesiásticas y cientos de feligreses, elevó sus oraciones por La Paz y el porvenir del pueblo venezolano, seguida por el solemne rito de bendición de las aguas del Caribe.
El Gobernador Rafael Lacava y su esposa, Nancy de Lacava, acompañados por el alcalde de Puerto Cabello, Juan Carlos Betancourt, y su esposa, María Daniela de Betancourt, participaron activamente en el evento, reafirmando su compromiso con la preservación de las tradiciones culturales y religiosas de la entidad.
La Bendición del Mar
«Son 163 años de esta preciosa y hermosísima tradición eclesiástica que tenemos nosotros los católicos. Esta misa nos llena de fe, esperanza y júbilo, hoy nuestro Jesucristo ha resucitado en las aguas caribeñas del eje costero carabobeño, bendiciendo a todos los hombres y mujeres de Mar que hacemos parte de esta gran familia», expresó Rafael Lacava.
El alcalde del municipio Puerto Cabello, Juan Carlos Betancourt, destacó la importancia de preservar vivas las tradiciones culturales que dan identidad y sentido de pertenencia al pueblo. Enfatizó que estas manifestaciones no solo forman parte del legado histórico de la región, sino que merecen ser promovidas y celebradas con la relevancia y el respeto que ameritan.
“Agradecido con todo el pueblo porteño y carabobeño por esta asistencia masiva a nuestro Malecón, cuidando y atendiendo nuestras creencias católicas, cumpliendo con el cariño y respeto a las familias porteñas y cultivando este llamado a la fe y de amor”, puntualizó Betancourt.
Aguas benditas
Al concluir la eucaristía, las aguas fueron bendecidas entre cantos y lágrimas de emoción. Pescadores, lancheros, surfistas y habitantes se unieron en un mismo acto de devoción como ofrenda simbólica y plegaria colectiva.
La Bendición del Mar, instaurada en el año 1862, inició en el malecón de Puerto Cabello y luego se expandió a otras ciudades costeras como La Guaira y Nueva Esparta, con el propósito de pedir por la calma del mar y la provisión del alimento para los costeños.-
Prensa Gobernación de Carabobo