¿Se puede invertir cumpliendo con el magisterio de la Iglesia Católica?
En los últimos años y en especial durante la pandemia y los episodios de confinamiento, se ha puesto de moda el trading. Pero ¿cómo sabemos si con nuestro dinero acabamos financiando proyectos que van contra nuestros principios?
Tanto los temores a la crisis económica como el desarrollo de las tecnologías de la comunicación han impulsado a buscar un mayor conocimiento y número de fuentes de información sobre activos y cotizaciones bursátiles.
Así ha aumentado la actividad de compra y venta de valores financieros en un mercado con fácil acceso vía empresas de trading electrónico. Actualmente se dispone con un solo clic del ordenador de una gran cantidad de herramientas para iniciarse técnicamente en el mundo del trading.
Pero ninguna aplicación informa, ni orienta sobre la bondad de las inversiones, sólo se centran en la rentabilidad.
¿Todas? no. Una nueva aplicación que ha salido recientemente, Altum Explorer, se ha propuesto asesorar en rentabilidad sujeta al compromiso con los valores cristianos católicos.
Borja Borragán, presidente de Altum, responde a las preguntas de Aleteia sobre esta disruptiva herramienta.
– En primer lugar, ¿qué es Altum Explorer?
El inversor hoy día está cada vez más preocupado con la dimensión ética de la inversión. En un reciente artículo publicado por Harvard Business School se presentan datos que ilustran muy bien esta tendencia: actualmente un 48 por ciento de los inversores -dice el artículo- deciden no invertir en compañías que hayan adoptado determinadas posiciones públicas contrarias a sus principios o hayan tenido conductas éticamente cuestionables.
Más inversiones moralmente responsables
Sin embargo, algunos pensamos que hay que dar un paso más, pues una inversión meramente sostenible no resulta suficiente y se debe avanzar con firmeza hacia una inversión moralmente responsable (¿qué sentido tiene invertir en una empresa que reduce sus emisiones de CO2 pero que investiga con embriones humanos?).
Los bancos y gestoras de fondos de inversión se han dado cuenta de esta tendencia creciente y quieren ofrecer soluciones a clientes que demandan cumplir con criterios morales.
Por esta razón en nuestra empresa de asesoramiento financiero Altum Faithful Investing creamos Altum Explorer, una plataforma online dirigida a cliente profesional (bancos y gestoras de fondos). Permite a estas entidades crear carteras y fondos de inversión que no entren en conflicto con el magisterio católico para poder ofrecérselos a sus clientes.
– Este planteamiento estratégico tuvo que ser muy meditado. ¿Qué misión, visión y valores os llevaron a crear esta plataforma?
La plataforma Altum Explorer tiene como misión ayudar a los portfolio managers a construir carteras con profesionalidad, aplicando las reglas de diversificación, riesgo y rentabilidad adecuadas y siempre en consonancia con la Doctrina Social de la Iglesia.
De hecho, una de las características más valoradas de la herramienta es que, si un gestor de fondos quiere invertir en una determinada compañía pero ésta incumple, la plataforma propone al gestor 5 alternativas con las mismas características que no entren en conflicto con la moral católica.
Inversión y fe, de la mano
Desde un punto de vista vocacional, en nuestra empresa Altum Faithful Investing hemos querido aportar nuevos estándares de inversión que permitan poder invertir con libertad (entendida como la capacidad de elegir el bien, en este caso concreto, compañías éticamente responsables) y en coherencia con la fe profesada. Estamos convencidos de que inversión y fe no sólo pueden, sino que deben ir de la mano.
Con el lanzamiento de la plataforma Altum Explorer, las entidades financieras tienen a su disposición la posibilidad de ofrecer para clientes con sensibilidad católica un producto de inversión que no comprometa su integridad.
Por ello, invitamos al cliente particular, al cliente minorista, a que pregunte siempre a su asesor financiero o a su banco no sólo por productos de inversión que procuren un correcto cuidado del medio ambiente; sino que se atrevan a “remar mar adentro” (duc in altum) y pidan productos que se adecúen a sus criterios morales.
Con la tecnología y la información disponible hoy día y que hemos incorporado a nuestra plataforma Altum Explorer,ahora sí es posible dar un paso más hacia una inversión coherente con la fe profesada, pudiendo así ofrecer testimonio cristiano también a la hora de invertir.
– ¿De dónde nace la idea? ¿Existía en el mercado una demanda o surge como una necesidad ética a proponer al mercado?
Desde hace casi cuatro años nuestra empresa de asesoramiento financiero ofrece a sus clientes (principalmente instituciones religiosas o entidades con sensibilidad católica) servicios en materia de inversión.
¿Cómo se mide el compromiso moral?
Hace dos años ocurrió algo que nos invitó a abrir nuevos horizontes: varias gestoras de fondos de inversión, tanto españolas como internacionales, nos contrataron porque querían incorporar criterios afines al magisterio católico en sus carteras de inversión para así cumplir con los criterios éticos que sus clientes les demandaban y en algunos casos pedían/exigían.
Es entonces cuando nace la plataforma Altum Explorer, al investigar y desarrollar una tecnología para poner a disposición los profesionales de la inversión una nueva propuesta de criterios que permitan a sus clientes invertir con coherencia.
– ¿Cómo se mide el compromiso católico de las inversiones?
Gracias a toda la doctrina plasmada en multitud de documentos doctrinales, cartas pastorales y encíclicas, se pueden medir de manera objetiva dos cosas: por un lado, si la actividad de la empresa entra o no en conflicto con el magisterio católico y, por otro lado, si las prácticas que desarrollan en nombre de la compañía entran en conflicto con dicho magisterio.
Permítame poner un ejemplo: imaginemos que queremos invertir en una empresa que fabrique sillas. En un principio la actividad de fabricación de sillas no entra en conflicto con la Doctrina Social de la Iglesia.
Sin embargo, ¿qué ocurriría si esa empresa, dentro de sus prácticas filantrópicas, se jactase abiertamente de dedicar su dinero a financiar abortos (Planned Parenthood) o a atentar contra la libertad religiosa? ¿Sería coherente para un cristiano invertir en dicha compañía o sería preferible buscar alternativas coherentes?
El criterio: la doctrina social de la Iglesia
En los últimos años lo que se viene haciendo es invertir siguiendo criterios ESG (Environmental, Social and Governance; es decir, criterios medio ambientales, sociales de gobierno corporativo). Sin embargo, estos criterios no acaban de convencer a muchos inversores porque presentan notables debilidades derivadas de su falta de consistencia.
Muestra de esa falta de consistencia es la disparidad de combinaciones de evaluación o la subjetividad a la hora de aplicar criterios que hacen que una misma compañía obtenga calificaciones muy dispares en función de la agencia de calificación que realice la evaluación (para profundizar más sobre este tema invito a leer un estudio realizado por el MIT llamado The Divergence of ESG Ratings).
Como alternativa coherente proponemos el Faithful Investing, la inversión en activos o compañías cuya actividad y prácticas no entran en conflicto con principios o valores morales.
Al contrario de lo que ocurre con los ESG ratings (las clasificaciones de compañías según el grado de cumplimiento de criterios de Medio Ambiente, Derechos Sociales y Buen Gobierno), las calificaciones de las compañías que se llevan a cabo teniendo en cuenta la Doctrina Social de la Iglesia superan el problema de la disparidad de criterios; pues los ámbitos que se evalúan están directamente relacionados con unas orientaciones y principios que no cambian a lo largo del tiempo, sino que han permanecido inmutables a través de la historia.
Empresas grandes y pequeñas
Los principios éticos permanentes que propone el Magisterio son válidos para todos los hombres, en todas las épocas y culturas. Esto es así porque la fuente de la moralidad – o, si se quiere, la autoridad moral – es una. Y su legitimidad no depende del asentimiento del hombre ni de modas temporales y variables; sino del hecho de que es expresión de la verdad en sus distintos aspectos, según lo que enseña la Iglesia (la verdad del ser del hombre, la verdad sobre la creación, la verdad sobre la familia o la verdad sobre la dignidad humana.)
– ¿Tiene las mismas oportunidades de ser referenciadas las pequeñas empresas como las grandes?
Una de las principales ventajas de la plataforma Altum Explorer es que todas las empresas son tratadas por igual.
Como indicábamos anteriormente, lo que analizamos en detalle es si su actividad o prácticas entran en conflicto con el magisterio de la Iglesia, independientemente del tamaño de la entidad o la plaza en que cotiza.
De hecho, actualmente tenemos más de 3.000 compañías analizadas cubriendo el índice bursátil MSCI ACWI así como los principales índices bursátiles del mundo (S&P 500, Eurostoxx 600, MSCI World, Dow Jones, etc).
Ético, pero también rentable
Como detalle relevante le puedo compartir que una gran parte de nuestro trabajo consiste en hacer engagement; es decir, entrar en diálogo directo con las compañías para poder contrastar la información y poder tomar decisiones basadas en datos objetivos y contrastados.
Pues bien, de los más de 500 engagements que hemos realizado, son las empresas pequeñas las que más deseo tienen de compartir y mostrar el razonamiento detrás de sus acciones; y sin duda la calidad y profundidad de sus respuestas supera a aquéllas de las compañías con una capitalización bursátil mayor.
– ¿Puede una inversión responsable con la Doctrina social de la Iglesia ser más rentable que una basada en el lucro ciego?
El hecho de incluir criterios éticos basados en la moral cristiana no implica sacrificar rentabilidad.
Existe multitud de literatura al respecto, pero lo mejor es verlo con un ejemplo concreto: hace un año sacamos un índice bursátil, el Altum Catholic Values European Index. Éste aplica las Guías de Inversión de Altum sobre un índice que representa las 600 compañías más relevantes en Europa, filtrando aquellas compañías que entran en conflicto con el Magisterio.
Analizando ambos índices podemos ver cómo el de Altum tiene un comportamiento muy similar al índice convencional; y en muchos períodos de tiempo, el índice que sí aplica un filtrado afín a la Doctrina Social de la Iglesia, el resultado es sensiblemente superior.
Como suele ocurrir en este campo, solamente podemos sacar conclusiones ya que sería muy aventurado determinar causalidad de tan sólo un ejemplo. Pero sí puede merecer la pena lanzar la siguiente reflexión: ¿Tienen las compañías mejor rendimiento por respetar los principios del magisterio católico? ¿O es el hecho de no entrar en conflicto con principios católicos lo que hacen que sean mejores compañías?
Para saber más sobre Altum Explorer, ponerse en contacto con Altum Faithful Investing a través de su web.
César Nebot – publicado el 21/10/21-Aleteia.org