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Cardenal Tagle: la evangelización digital no puede sustituir el encuentro personal

El cardenal Luis Antonio Tagle, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha indicado que aunque la pandemia del COVID-19 llevó a muchas diócesis y organizaciones católicas a encontrar formas creativas de comunicar el Evangelio en línea, la evangelización digital no sustituye al encuentro personal.

«Hay algunos hechos de la vida que no pueden ser digitalizados y no pueden permanecer digitalizados. Somos seres corpóreos. Necesitamos el contacto», dijo el cardenal Luis Antonio Tagle en una conferencia de prensa transmitida en directo por el Vaticano el 21 de octubre.

«A la vez que agradecemos a los medios digitales sus bendiciones, no olvidemos que… hay otras inteligencias que necesitan ser desarrolladas», dijo.

El cardenal subrayó que, además de sus conocimientos digitales, los jóvenes deben desarrollar también la inteligencia relacional y emocional.

«Hay una llamada para nosotros en la Iglesia, para desarrollar los otros tipos de inteligencias», añadió.

Tagle señaló las limitaciones de algunas plataformas de medios sociales. Utilizó Twitter como ejemplo, señalando que con su límite de caracteres, «ya no se aprecia la complejidad del contexto».

Dijo que se necesita «un cierto comportamiento de la mente y el corazón» y la inteligencia para volver a generar confianza en un momento en el que hay «mucha desconfianza» en el mundo.

La rueda de prensa del purpurado filipino era con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones, que se celebrará en las diócesis católicas de todo el mundo este fin de semana del 24 de octubre.

«Necesitamos testigos vivos. Aquellos que, a través de su testimonio de vida, a través de la calidad de sus relaciones, a través de su compasión por los pobres, den un anuncio vivo del Evangelio», dijo Tagle.

El prelado compartió una experiencia que tuvo al visitar un campo de refugiados. Durante su visita se le acercó el jefe del campo, quien le preguntó por qué los cristianos estaban haciendo tanto para ayudar a los refugiados.

«Y sentí que no sólo tenía curiosidad, sino que quería conocer realmente el secreto de nuestro sacrificio, de nuestro amor y compasión», dijo el cardenal.

«El Espíritu Santo le utilizó para abrir la puerta, así que le dije: ‘Nuestro Maestro Jesucristo nos enseñó a amar a todos’».

«¿Y sabes lo que dijo? ‘Quiero conocer a tu Maestro, Jesucristo’».-

(CNA/InfoCatólica)

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