Hungría: Secretario de Estado dice que la enseñanza del cristianismo debe transmitirse en todas partes y por todos
Miklós Soltész enfatizó que la transmisión del cristianismo no es tarea exclusiva de los líderes de la Iglesia, «es trabajo de todos.». «Atrévete a asumir esta responsabilidad en este momento difícil», pidió.
Durante la inauguración de la restaurada iglesia del Sagrado Corazón en la isla del Danubio, Miklós Soltész, Secretario de Estado de Relaciones Eclesiásticas y Étnicas de la Oficina del Primer Ministro pronunció un discurso bastante inaudito en el ámbito político y, desgraciadamente, también poco escuchado en esferas eclesiásticas.
Miklós Soltész dijo que el neomarxismo todavía está aquí entre nosotros hoy. «Vemos cómo con ideas irracionales» están destruyendo mundos y cómo volverán a empobrecer al mundo, como lo han hecho sus predecesores, dijo.
«Hay personas entre nosotros que buscan envenenar y arrebatar el alma de los jóvenes a través de ideologías de género y LGBTQ», insistió.
«Necesitamos tener una respuesta», dijo, y agregó que la respuesta «es la enseñanza cristiana que ha sobrevivido dos mil años, entre otras cosas, a la antigua persecución de los cristianos y al sistema comunista soviético».
«Me pregunto cuánta destrucción, especialmente en las almas, habrá», dijo.
Miklós Soltész enfatizó que la transmisión del cristianismo no es tarea exclusiva de los líderes de la Iglesia, «es trabajo de todos.». «Atrévete a asumir esta responsabilidad en este momento difícil», pidió.
Agregó que el gobierno podría darle la oportunidad de hacerlo, «quizás más de lo habitual», ya sea construyendo una iglesia, una escuela o instituciones sociales.
Sin embargo, depende de todos «llenar [esas estructuras] de alma, fuerza y ‘cristianismo’», dijo el secretario de Estado.
La iglesia restaurada fue bendecida por Mons. András Veres, Obispo de Győr y Presidente de la Conferencia Episcopal de Hungría. Después tuvo lugar la Santa Misa.
En su homilía, el obispo, habló de la importancia de dar. «Es una alegría dar mucho, pero la verdadera alegría comienza cuando puedo compartirlo con otra persona, que es lo que necesito», dijo.-
(InfoCatólica)