¡BASTA YA! No es más que una súplica ardiente que quiere calmar a mi inquieto corazón. Y es que llevo muchos días preguntándome: ¿Cómo vamos a seguir permitiendo el reinado de la violencia entre nosotros?
Desde la propuesta de la marcha pacífica, planificada con antelación y respeto, también con una invitación clara a la libertad de expresión, derecho de cualquier ciudadano en cualquier lugar del mundo, desde esa respetuosa propuesta, hemos sido testigos de respuestas totalmente contrarias, incluso arbitrarias: actos de repudio, llamadas telefónicas amenazantes, golpizas propiciadas por agentes de la policía, quienes supuestamente están para acompañar y proteger a todo el pueblo, citaciones para advertencias, detenciones de jóvenes, difamaciones en medios oficiales… y así, podemos seguir nombrando, según vamos VIENDO Y ESCUCHANDO…
Retomo la pregunta, y las tantas preguntas que siguen rondando mi corazón:
¿Es ese el modo de pensar como país?
¿Es eso lo que queremos que aprendan las generaciones que se están formando?
¿Es esa la manera de recuperar a nuestra patria?
¿Es tan difícil permitir una marcha que es legítima en sí misma?
¿Acaso no será más fácil dejar que cada quien exprese su sentir?
¿Cómo es posible que mientras unos ofrecen caminar vestidos de blanco con una rosa en la mano, recordando el poema de nuestro querido José Martí, a otros los preparen con fusiles, bates y consignas de muerte? Esto solo nos conduciría al enfrentamiento entre cubanos, entre hermanos.
¿Acaso los que piensan de un modo diferente, los que disienten, son menos patriotas?
¿En realidad tenemos los mismos derechos y deberes aunque pensemos diferente?
Solo me quema internamente una súplica:
BASTA YA… detengamos la violencia, esa de la que muchos están siendo víctimas. Estamos a tiempo de buscar la paz, la estabilidad social partiendo del respeto, de la tolerancia, de escuchar a todos, porque todos contamos.
BASTA YA.. de dejar que este pueblo siga sumergiéndose en la pobreza y de hacer caer la responsabilidad en quienes no la tienen. Seamos conscientes de nuestras responsabilidades como ciudadanos y apuntemos TODOS hacía un futuro mejor. Si esto no es posible, si nuestros gobernantes no nos pueden ofrecer respuestas a tantas interrogantes, entonces, ¿hacia dónde seguirán mirando nuestros jóvenes?, ¿cuál será nuestro sueño para este suelo que nos vio nacer?
BASTA YA… de querer hacernos creer que en nuestto país todo está bien.
BASTA YA… de dar una imagen de la realidad que no es verdadera.
BASTA YA… de ignorar los gritos de las madres que tienen a sus hijos presos con largas condenas por decir con valentía: esto no es lo que yo quiero.
BASTA YA… de gritos ahogados, de enfermos sin medicamentos, de silencios generados por desconfianza entre vecinos.
BASTA YA… de tanto despliegue policial en todos los lugares. No nos sentimos cuidados, nos sentimos vigilados
BASTA YA… Porque tú y yo, por el simple hecho de pensar diferente, no somos enemigos. Y hasta que no aprendamos el hermoso arte de acoger la diferencia como una riqueza, hasta que todos no la aprendamos, nuestra Cuba seguirá siendo un lugar de partida y no de llegadas, seguirá siendo un cómodo lugar para el turista y un castigo para casi todo el que vive en ella.
BASTA YA… PORQUE AÚN ESTAMOS A TIEMPO DE BUSCAR JUNTAS Y JUNTOS LA CUBA QUE QUEREMOS, CON TODOS Y PARA EL BIEN DE TODOS.
Le pido a Dios con todo mi corazón que derrame su bendición sobre todo nuestro pueblo, y nos regale poder VER el anhelado sueño de unidad y libertad que está allí en el corazón de cada cubano.
Sor Nadieska Almeida.HC