El desafío de atajar el germen de desigualdad que oculta la tecnología
Las empresas se convierten en actores esenciales para evitar que el vertiginoso cambio digital acabe ahondando los desequilibrios sociales
La falta de acceso a la información y a la formación hace que millones de personas en todo el mundo se expongan a situaciones de desigualdad y, por lo tanto, exclusión, en lo relacionado con el acceso a las posibilidades que ofrece un planeta en plena transformación digital. Una amenaza que no se produce solo por los desequilibrios socioeconómicos, sino por factores como la edad.
Un problema aún más acrecentado en tiempos de pandemia, como señala Carlos Ballesteros, director de la Cátedra de Impacto Social de Comillas Icade: «El Covid 19 se ha convertido en una ‘sindemia’ social. El término ‘sindemia’ fue acuñado por el antropólogo médico Merrill Singer en los años 90 para referirse a cuando “dos o más enfermedades interactúan de forma tal que causan un daño mayor que la mera suma de las mismas”.
El profesor Ballesteros incide en el efecto de la combinación de la falta de acceso y la dificultad de acceso en algunos casos. «Pero es verdad (señala) que esta situación ha hecho aflorar numerosos ejemplos de acción social y solidaria de las empresas, como la entrega de 1.000 tablets en préstamo y 2.000 tarjetas SIM con conexión a internet a alumnos de familias desfavorecidas por parte de Telefónica para que pudieran seguir las clases durante el confinamiento o la creación por parte del BBVA de consejos para que las personas mayores usen bien internet, se protejan de los ataques y los piratas y aprendan sobre el resto de las TIC».
La hora de la acción
En el caso de la fundación Microfinanzas BBVA organizó este mes el acto «Conectados por la oportunidad digital». En su discurso de apertura, la reina Letizia subrayó la importancia de aportar soluciones a este problema social: «Hay una línea muy fina entre quedarse fuera o no del acceso a muchos servicios, como puede ser el acceso a conocimiento o a educación. Es una cuestión (añadió) que tiene que ver con los derechos humanos, como reconoce Naciones Unidas». Este reconocimiento se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) más allá de la consideración de objetivo: es una prioridad. Y así se reconoce en el 4 («Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos»), y en otros como el 8 («Trabajo digno y crecimiento económico»); el 9, que reclama el «acceso a la tecnología de la información y las comunicaciones y esforzarse por proporcionar acceso universal y asequible a Internet» y el 10 (reducción de desigualdades).
Toda una acción global de responsabilidad social, como apuntó el director general de GSMA, Mats Granryd, durante el evento de la fundación de BBVA: «A pesar de que el 94% de la población mundial vive en zonas con cobertura, el 43% todavía no accede a internet. El reto hoy es cerrar la brecha digital de uso, que es siete veces más grande que la de cobertura». El desafío para esta parte vulnerable de la población (a la que se unen los profesionales seniors) supone no solo formar en habilidades básicas, sino, en muchos casos, ir más allá (según el baremo de Eurostat, el grado de habilidad se basa en información-comunicación-resolución de problemas-competencias informáticas).
En esta línea de compromiso, ABC Sevilla organizó el pasado 19 de noviembre, y en colaboración con la Fundación Konecta el «II Encuentro de Sensibilización y Sostenibilidad», moderado por Ángel Expósito, director del espacio de COPE «La Linterna» y colaborador de ABC. En una de sus jornadas, Gregorio Pantoja, director de Santander Digital Sales & Service, indicó que el trabajo en este sentido ha posibilitado la reinserción laboral de colectivos con menos posibilidades: «En el sector bancario, el 70% de la población utiliza los servicios digitales que les ofrecen sus entidades».
Interés público
Por parte del gobierno español, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia dedica su apartado 15 «a impulsar la conectividad digital, las tecnologías 5G y de ciberseguridad». Una conectividad digital adecuada para el 100% de la población «promoviendo así la desaparición de la brecha digital entre zonas rurales y urbanas».
Red.es, entidad pública adscrita al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, contribuye a esta acción institucional con programas como «Kit Digital», que acompaña a pymes y autónomos en su proceso de transformación digital. Otras acciones destacadas son «Educa en Digital», para combatir la brecha digital e impulsar la digitalización de la educación (medio millón de dispositivos con conectividad a centros con financiación pública para el colectivo más vulnerable de alumnos) y «Escuelas Conectadas», para dotar a los centros educativos no universitarios de acceso a internet de banda ancha ultrarrápida (velocidad superior a 100 Mbit/s).
La «Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares», publicada este mes por el INE-Instituto Nacional de Estadística, señala cómo entre el 65% y el 72% de los menores entre 10 y 15 años tienen un teléfono móvil y cómo cerca del 90% de los españoles usó internet en los últimos cinco días del ámbito temporal del estudio (un 60% más de hogares tienen acceso a internet que en 2006). Y el informe de Fundación Telefónica «La Sociedad Digital en España 2020-2021: El año en que todo cambió» resalta cómo el 93,2% de la población de 16 a 74 años había usado internet en los tres meses anteriores a la encuesta, pero también indica: «El 96,2% de hogares con ingresos mensuales de 2.500 euros o más dispone de acceso fijo y el 3,6% lo hace solo a través de móvil, mientras que en aquellos que ingresan menos de 900 euros los porcentajes son del 62,7% en acceso fijo y del 23,2% móvil».
Compromiso privado
Esta misma semana, la Plataforma Tecnológica eVIA ha celebrado su XIV Asamblea General, «Inclusion by default». En ella, Ametic y Fundación ONCE han renovado su apuesta conjunta por la inclusión, con el fomento de la tecnología, con acciones como un «showroom» de tecnologías accesibles (con soluciones innovadoras que promueven el uso de la tecnología como un factor diferencial de inclusión social) y con mesas de reflexión como «Rompiendo Brechas Digitales», moderada por Olga Rodríguez, coordinadora del programa preuniversitario Avanzas de la Fundación Prodis.
En el caso de HAZ, Alianza por la Educación, (iniciativa de Fundación CEU San Pablo, Fundación «la Caixa», Fundación Endesa, Google, ISDI, Fundación Mobile World Capital, Novartis, Samsung, Teatro Real y Fundación Vodafone), dedica parte de su atención a este problema. En lo referido a la «brecha digital», su presidenta, Remedios Orrantia, destaca la importancia de formar, en primera instancia, a las nuevas generaciones: «Hay que concienciar sobre el uso responsable de la tecnología, y conseguir que llegue a todos. Es una de nuestras prioridades, ya que la digitalización de la educación debe ser una herramienta de corrección de desigualdades, no de amplificación de las mismas».
Generación Savia, proyecto de la Fundación Endesa y la Fundación máshumano, acaba de celebrar, por su parte, la tercera edición de su encuentro anual bajo el lema «El impulso del talento senior». Todo un reto para los desempleados mayores de 50 años, desvinculados de forma prematura del mercado. «A pesar de que en nuestra sociedad (apunta Javier Blanco, director general de la Fundación Endesa), hay multitud de prejuicios y estereotipos que indican que el talento senior no se adapta con facilidad al ámbito digital, lo cierto es que, en el último estudio sobre teletrabajo realizado por Generación Savia a más de 1.000 profesionales mayores de 50 años, se reveló que el 95,1% niega que la tecnología suponga un impedimento ante las nuevas formas de trabajo».
Desde la educación primaria y secundaria a la formación en competencias digitales profesionales (desde la propia gestión a las entrevistas de trabajo o el ‘networking’), las grandes empresas están, por lo tanto, cada vez más enfocadas a atender este frente social. Así lo hace IBM, con programas como ‘SkillsBuild’, con formación digital gratuito, con independencia del origen o educación, para desarrollar nuevas y valiosas habilidades para encontrar trabajo; o IBM Academic Initiative (acceso gratuito a tecnología IBM a estudiantes, profesores y personal investigador, siempre que la investigación sea sin fines comerciales). Como subraya su directora de RSC, Belen Perales: «Queremos contribuir a cerrar la ‘brecha digital’ apostando por una educación inclusiva que facilite a cada uno su desarrollo personal. Es difícil estar al día en tecnología, ya que avanza muy deprisa. Nuestro objetivo es que nadie se quede atrás».
Otro destacado ejemplo es el de Telefónica y su trabajo por la inclusión digital. Conectividad y accesibilidad, formación en habilidades digitales y promoción del talento en sus programas, desde Profuturo a 42 Fundación Telefónica, para un esfuerzo global cuya esencia resume Elena Valderrábano, directora Global de Sostenibilidad: «La sociedad espera que trabajemos para contribuir a un desarrollo económico y social más justo, verde, inclusivo y próspero para todos y debemos hacerlo juntos. El Covid ha evidenciado muchos retos y, por ello, el desarrollo económico global necesita una brújula social y ambiental que garantice el respeto por el entorno y el bienestar de las generaciones presentes y futuras».
No dejar a nadie atrás
En el caso de la Comunidad de Madrid, prevén la puesta en marcha, el primer trimestre de 2022, del programa de capacitación en digitalización para que «los ciudadanos y las empresas tengan oportunidades para adaptarse a los proyectos de digitalización y nadie se quede atrás». El plan tiene previsto hacer llegar los mensajes de acuerdo a las capacidades y necesidades de los ciudadanos, con especial énfasis en los colectivos más vulnerables. Para aquellos que no tengan acceso a internet o no están familiarizados con las nuevas tecnologías, la Comunidad de Madrid realizará los cursos de manera presencial, en cualquier municipio, a través de personal cualificado seleccionado por la Dirección General de Política Digital, adscrita a la Consejería de Administración Local y Digitalización.-