El Papa Francisco pidió a los miembros de la “Academia Alfonsiana” ejercer “la búsqueda de soluciones comunes que reconozcan y garanticen el respeto del carácter sagrado de toda vida, en cualquier condición”.
El Papa Francisco recibió este jueves 23 de marzo en el Vaticano a los participantes en la Conferencia promovida por la Academia Alfonsiana sobre el tema “San Alfonso, Pastor de los últimos y Doctor de la Iglesia. La actualidad de la propuesta moral alfonsiana entre desafíos y esperanza”.
Al comienzo de su discurso a los miembros de este instituto superior de teología moral, el Santo Padre recordó que “es el amor de Dios nuestra guía, la guía de nuestras opciones personales y de nuestro camino existencial”.
El Papa destacó la tradición alfonsiana ejercida desde la Academia para crear “una propuesta de vida cristiana que, respetando las exigencias de la reflexión teológica, no sea una moral fría y de escritorio”.
A continuación, el Pontífice habló de la importancia de la formación, y afirmó que “sólo las personas dotadas de una conciencia madura podrán ejercer, en la sociedad, un sano protagonismo evangélico al servicio de los hermanos”.
Más tarde, el Papa señaló la importancia de “la búsqueda de soluciones comunes que reconozcan y garanticen el respeto del carácter sagrado de toda vida, en cualquier condición”.
Según el Papa, “sólo así será posible desarrollar en el campo de la bioética argumentos razonables y sólidos, enraizados en la fe, aptos para conciencias adultas y responsables y capaces de inspirar el debate sociopolítico”.
En este sentido, subrayó que “hay que huir de dinámicas polarizadoras extremistas, típicas más del debate mediático que de una sana y fecunda investigación científica y teológica”.
Además, el Santo Padre animó a los presentes a estar atentos a los “dramas reales de las personas” y a hacer “accesibles los frutos de vuestro trabajo utilizando el ‘lenguaje de la gente’ y elaborando propuestas de vida moral practicables y humanizadoras”.
Como tercer ámbito, habló sobre las cuestiones de moral social y señaló que “la crisis ambiental, la transición ecológica, la guerra, un sistema financiero capaz de condicionar la vida de las personas hasta crear nuevos esclavos, el desafío de construir la fraternidad entre las personas y entre los pueblos” son cuestiones “que deben estimularnos a la investigación y al diálogo”.
Asimismo, el Papa lamentó que en los últimos años hayamos afrontado “graves problemas morales, como la emigración y la pederastia; hoy vemos la urgencia de añadir otros, como los beneficios concentrados en pocas manos y la división de los poderes mundiales”.
A modo de conclusión, el Papa Francisco declaró que “la Iglesia espera de la Pontificia Academia Alfonsiana que sepa conciliar el rigor científico y la cercanía al Pueblo de Dios”.
“Que dé respuestas concretas a problemas reales y que formule propuestas morales humanas, atentas a la Verdad salvífica y al bien de las personas”, concluyó.-
