Meta: El reto del Metaverso para la Iglesia
P. José Luis Toro:
La gran empresa Facebook ha anunciado, en la persona de Mark Zuckerberg, el cambio de nombre en medio de una gran cantidad de querellas judiciales y discusiones, sobre todo en la Unión Europea en torno al manejo de los datos personales de la población. El nombre elegido es sugerente: Meta, proclamando la aparición del metaverso como una evolución del internet y las redes sociales.
La Iglesia Latinoamericana desde el documento de Aparecida ha proclamado ya en el 2007 que nos encontramos en una cambio epocal con las siguientes palabras: “Vivimos un cambio de época, cuyo nivel más profundo es el cultural (…) Surge hoy, (…)una sobrevaloración de la subjetividad individual. (…) El individualismo debilita los vínculos comunitarios y propone una radical transformación del tiempo y del espacio, dando un papel primordial a la imaginación. (N° 44)
Este cambio se encuentra en pleno desarrollo con la pandemia ha venido a acentuarse igual que la digitalización de la vida cotidiana. Las redes sociales y la internet representan un reto para las instituciones tradicionales,están trastocando conceptos básicos y maneras de pensar del hombre actual lo cual tendrá consecuencias en el porvenir.
La idea de una realidad virtual que se entremezcla con la vida cotidiana puede sonar a ciencia ficción pero que se encuentra en pleno despliegue y crecimiento en este momento. Nada más con mirar los filtros de TikTok e Instagram podemos darnos cuenta del alto grado de desarrollo en el que se encuentran estas tecnologías. El metaverso ha llegado y no sabemos las implicaciones que podrá tener a largo plazo. Con lentes de realidad virtual podemos habitar en el mundo pero visto de la manera que queramos decorar, vestirnos, etc
Leía que en este momento hay en el ciberespacio un negocio inmobiliario de “terrenos” virtuales del mundo paralelo que se está construyendo. Estamos hablando de la evolución de los Sims, pasando por la realidad aumentada que representó la aparición en su época el juego Pokemon GO, en el cual la realidad virtual y “esta realidad” estaban implicadas unas con otras.
Se acerca la singularidad cada minuto que pasa, interacción mente-máquina, será la gran revolución de dimensiones inimaginables y que, así como la Bomba Atómica, debemos normar y trabajar desde ahora para evitar la debacle, el cambio de época ya está entre nosotros y debemos hacerla conscientes. Desde la virtualidad de un algoritmo o de una inteligencia artificial se pueden manipular emociones de las masas, crear revoluciones y cambiar presidentes. Ya hemos visto experiencias como estas en la primavera árabe, las elecciones norteamericanas, entre otras.
Como Iglesia nos plantea un reto que debemos afrontar: ¿Cómo prepararnos hoy para lo que será el hábitat de millones en las próximas décadas? Una pregunta sin respuesta ante lo novedoso de la propuesta.
Pbro. José Luis Toro
20/01/2022-Camino y Oración