El Mundo

Respuestas del Cardenal Zuppi a cuestiones actuales

El cardenal Zuppi señala los desafíos contemporáneos en este mundo que cambia: «La tentación de trazar límites claros es algo contra lo que el Papa nos advierte» y no podemos dejar de «hablar con todos y escuchar a todos»

El cardenal Zuppi dio una entrevista a la revista La Civiltà Cattolica en la sede de la Conferencia Episcopal Italiana, de la cual es presidentes desde mayo de 2022. En esa entrevista repasa la situación de la Iglesia sobre puntos relevantes en todo el mundo. Así, por ejemplo, sobre la disminución progresiva en la práctica sacramental, sobre todo en la asistencia a la misa dominical, opina que hay un cambio antropológico profundo en todo el mundo y el punto central de la participación va en paralelo con el declive de los nacimientos en los países desarrollados, signo de la desintegración familiar. Ante esa disminución, el cardenal pide analizar por qué llevamos 40 años hablando de evangelización y la tendencia continúa, mientras otros puntos de la vida eclesial no experimentan crisis.

Por ejemplo, los santuarios tienen mucha vitalidad por la presencia de católicos sencillos, sin experimentar disminución progresiva en la asistencia, menciona. El cardenal Zuppi desarrolló su ministerio en varias parroquias romanas y fue asistente general de la Comunidad de San Egidio entre 2000 y 2012. El papa Benedicto XVI lo nombró obispo auxiliar de Roma en 2012 y, en 2015, el Papa Francisco le nombró arzobispo de Bolonia. Es cardenal miembro de los Dicasterios para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, para las Iglesias Orientales, para la Evangelización y en la Oficina de Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.

Para aumentar la práctica sacramental, el cardenal señala que deben unirse siempre la verdad y el amor. El papa Benedicto recordó que la base del cristiano no es una decisión ética o una gran idea, sino el encuentro con la persona de Jesucristo. La disminución numérica de asistencia a la Iglesia no quita el peso y la gran visibilidad que aún tiene, como se vio en los funerales de Giulia Cecchettin, estudiante de Padua asesinada a los 22 años por su novio en noviembre de 2023, cuenta. Se percibió allí una Iglesia viva, donde los presentes raramente frecuentaban parroquias, pero asistieron. Además, pensemos en los muchos voluntarios que trabajan por causas sociales o en países de misión con claro compromiso cristiano.

El cardenal Zuppi ve que el alejamiento de la Iglesia afecta a todas las edades y más a los jóvenes. Considera que los cristianos deben comprender a las personas sin repetir un mensaje distante o pensando que la carencia de fe corresponde a los demás y no a ellos.

Recordó que el Papa busca esta respuesta a quienes sienten que, «si todo nos va bien», mejor conformarse con las rutinas. Hay dialéctica entre verdad y amor, que el papa Benedicto XVI resolvió, aclarando que la primera no puede existir sin el segundo. Y viceversa: «la verdad no es una piedra o un trozo de pan duro que se lanza a los demás. Así como un amor sin verdad termina por no amar de verdad». Sobre la opinión de que los movimientos eclesiales están en crisis, el cardenal anota que se ha trabajado con poca visión pastoral a largo plazo. Así, «la relación entre parroquias y movimientos, donde se han dado desconfianzas, distinciones o alergias», mejora y hay más acercamiento, sin caer en simple distribución de actividades.

Consultado sobre la tarea de la escuela católica, sugiere que la escuela católica no quiere convertirse en la escuela de los privilegiados, sino trabajar por transmitir «valores, conciencia, sentido del bien común y humanismo cristiano», de forma que interviene fuertemente en la evangelización. Subraya que el mundo está lleno de personas que se hacen daño y viven mal, mientras la escuela enseña la belleza de amar y ser amados, Ve notorio que disminuyen las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. El cardenal propone que mucho ayudará crear comunidades vivas de católicos, que transmitan una fuerza atractiva y la belleza de la vocación. La cultura del bienestar lleva a que el individuo se ocupe de sus propios asuntos o de vivir solo el presente.

Recordó las palabras del hermano Roger de Taizé, que solía decir: «Jesús no le propone al discípulo: “Sé tú mismo”, sino “¡Sígueme!”». Por supuesto, esto permite ser realmente uno mismo. A veces, solo decimos: “Sé tú mismo“». También comentó sobre la poca presencia de los católicos en la política y propone la necesidad de acordar lo que significa hacer política, base para desarrollar acciones políticas inspiradas en la Doctrina Social de la Iglesia. Relaciona la participación en política, necesaria como actividad del católico en la vida humana, con la presencia de los católicos en la cultura y las artes. Hace ver que mucho patrimonio artístico en los países cristianos es único y muestra su carácter religioso. Por el contrario, siente que hoy se encuentran formas expresivas religiosas poco valiosas, quizás con cierta «timidez» frente a las manifestaciones, a veces agresivas, de la cultura dominante. Los artistas cristianos deben buscar nuevos lenguajes y enfoques para presentar los valores del Evangelio.-

(ZENIT Noticias / Roma, 23.02.2024)

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