El homicidio de un balserito
El gatillo que disparó la bala contra el pequeño Yaelvis fue halado por más de un dedo
Ramón Peña:
El hambre que azota el delta del Orinoco y una mensualidad de 4 dólares como maestra, impulsaron a Darielvys Sarabia, junto a su pareja y dos niños, a aventurarse en un peñero para alcanzar la isla de Trinidad en busca de una mejor vida. Inimaginable que su pequeño Yaelvis, de dieciocho meses, moriría en sus brazos con una bala en la cabeza disparada desde un barco guardacostas trinitario. Como Homicidio intencional lo han calificado juristas venezolanos, por disparar contra un bote de migrantes inermes. Como hecho espantoso lo han condenado ACNUR y demás organizaciones de ONU para defensa de los refugiados.
El Primer Ministro de Trinidad y Tobago, lo consideró “acción legal y apropiada.” El régimen venezolano, con absoluta indiferencia, sin expresar solidaridad o protección alguna para sus ciudadanos sumidos en semejante tragedia, se limitó a solicitar que “se abriese una investigación”. Ayer, por cierto, los sobrevivientes, con el consentimiento del régimen, fueron deportados, de modo que no habrá testigos para la supuesta “investigación”…
Es oportuno recordar que este jerarca trinitario es aliado confeso del castromadurismo. En noviembre de 2020, declaró: “La OEA, bajo el liderazgo equivocado de su presidente Luis Almagro ha sido la única responsable por desencadenar y alimentar la actual situación de Venezuela”…
Este triste episodio ha puesto de relieve a este nuevo mejor amigo de la banda gobernante, al parecer, un jerarca de la misma calaña. No es la primera atrocidad de este beneficiario de la petro diplomacia de Chávez, contra migrantes venezolanos. En noviembre de 2020 ordenó –contraviniendo la orden de un tribunal trinitario– devolver al mar, en condiciones precarias de navegación a 16 jóvenes y niños migrantes, los cuales fueron afortunadamente rescatados. Éste y otros actos semejantes, han ocurrido acompañados del silencio del oficialismo venezolano.
El gatillo que disparó la bala contra el pequeño Yaelvis fue halado por más de un dedo.-
América 2.1