Isaías A. Márquez Díaz:
Desde el siglo XVI, época de la Conquista, comenzó en zonas bien definidas de la Provincia de Venezuela, -Guayana- el aprovechamiento con fines comerciales de los yacimientos de oro, lo cual dio origen a riñas con los aborígenes por el control de las vetas. De ahí, se forjó una cultura minera mediante pozos mineros excavados, manualmente; proceso largo y arduo para limpiar túneles y lograr pozos amplios. Pero, durante el siglo XVII los mineros iniciaron el uso del barreno. Tales escollos se han venido allanando por el uso de maquinarias pesadas, tales como: barrenadores, tractores, motoniveladoras, palas, retroexcavadoras, además de motobombas de gasolina para barrido de capa vegetal, junto con el uso de mercurio para separar y sacar el oro de las rocas o piedras donde se halla adosado.
Malaria o paludismo, enfermedad transmisible, virus que se contrae por picada de los mosquitos anófeles Plasmodium falciparum y Plasmodium vivax, (infección protozoaria), por estos dos agentes vectores más comunes del parásito malárico en Venezuela que pululan en áreas desbrozadas, simultáneamente, con el desmonte, según información epidemiológica y geográfica del Instituto de Zoología y Ecología de la UCV.
Pero, como muchas personas de diferentes zonas del país se han radicado en el estado Bolívar por la megacrisis económica para ocuparse en esta actividad, se propaga, una morbilidad, incluso, por regiones adonde alguna vez estuvo anulada; asunto que se agrava cuando añadimos el éxodo masivo interno, que anula, también, los afanes para el control del mal por parte de países vecinos. El informe mundial 2020 de la OMS sobre malaria indica que un 53 porciento de los casos del continente hemisférico los tenemos en Venezuela.
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