Los puntos sobre la mesa
Hay mucho qué hacer, muchos problemas pendientes. No se pueden distraerse con sus egos, con peleas internas. Tienen que aprender a escuchar el clamor de tanta gente
Luisa Pernalete:
¿Se van a volver a sentar representantes del gobierno con diversos sectores de la oposición -o de las oposiciones- para tratar problemas del país? ¿Lo harán en México, de nuevo? ¿Tendrán los mismos mediadores? ¿Van dispuestos a escuchar a los otros o ya llevan los acuerdos listos sin escuchar? ¿Saben algo de qué es negociar? ¿Saben que se sienta uno con los que piensan diferente y eso supone respeto, y también capacidad para saber que no se puede ir con la postura de “todo o nada”?
¿Quiénes se van a sentar? Pues no sabemos, pero esperamos que haya representación de los diferentes sectores en conflicto, porque urge solucionar los problemas. Sí, hay que tener paciencia: problemas complejos no tienen soluciones simples, pero ya sentarse es un paso. Recuerden que en El Salvador, que sufrió por 10 años una cruel guerra civil con más de 100 mil muertos, tuvieron que sentarse finalmente. Aquí no tenemos guerra civil, pero también hay muertes que se pudieran evitar, y están los que mueren lentamente…
Lo primero es que recomendaría que hicieran con el Centro Gandhi el curso de Comunicación para convivencia, uno de cuyos principios es no prejuzgar al interlocutor. Es verdad que ha habido muchos insultos, descalificaciones de parte y parte, a veces más de una parte que de otra, pero deben recordar a Gandhi: no es necesario descalificar, apagar la luz del otro, para brillar con nuestra luz.
Si no tienen la agenda todavía, me atrevo a sugerir temas de gran importancia, porque tienen que ver con el sufrimiento de la mayoría de los venezolanos, y en unos cuantos casos, con minorías muy vulnerables, que necesitan protección. Y les ayudo sugiriendo también con quién asesorarse.
Un punto que deben tener sobre la mesa es los crímenes ecológicos, los casos de ecocidio que están impunemente, y desde hace años, acabando con esa maravilla que es el sur del país. A veces por falta de políticas ambientales, y a veces por malas políticas, como esa del Arco Minero del Orinoco. ¿Algunos de ustedes ha visto esos cráteres que la explotación del oro está dejando en el estado Bolívar? Yo sí. ¡Horribles! Les recomiendo hablar con expertos como Alejandro Iragorry, de la organización Clima21, o al menos vean los programas de Ecoprácticas por televisión. El oro nos va a dejar sin agua. Sin agua no hay vida.
Hablemos del derecho a la vida. La alianza entre el Centro Gumilla y Provea ha estado contabilizando las supuestas ejecuciones extrajudiciales, en las cuales las víctimas han sido jóvenes de los sectores populares. Lupa por la Vida, se llama la alianza y arrojan el dato de 1.414 muertes en 2021. Si bien hay una reducción en comparación con 2020, el patrón de comportamiento de los uniformados es el mismo. Si quieren más detalles, hablen con el padre Alfredo Infante, párroco de La Vega, o lean la revista SIC.
¿Y qué decir de las muertes de niños, niñas y adolescentes pacientes del J.M. de los Ríos por falta de trasplantes? Esos datos, reportados por la organización Prepara Familia, dan ganas de llorar. Desde 2017, cuando se suspendió el programa de Procura de órganos, hasta la fecha han muerto 67 niños y adolescentes. Eso, en un país en donde los DD HH son prioridad absoluta, según el artículo 78 de la Constitución y el 7 de la Lopnna.
Siguiendo con los niños. El tema de la inseguridad alimentaria, de la desnutrición leve y severa que va avanzando, preocupa. ¿Cuántos niños con talla menor de la que deberían tener por lo mal que se están alimentando? ¿Y los daños, que pueden ser irreversibles, en su proceso educativo? Hablen con la gente de Cáritas, tienen expertos y además monitorean comunidades en todo el país. Si quieren saber más de la debilidad de nuestros hospitales, hablen con la gente de Médicos Unidos. Tienen todos los datos. O si quieren, vean la cantidad de campañas a favor de pacientes pidiendo ayuda para tratamientos, operaciones… Pónganse en su lugar. ¿No pueden tratar este punto en sus conversaciones?
No dejen de tratar el tema de la Educación en emergencia. ¿Cuántos docentes nos quedan? ¿Dónde está la generación de relevo para sustituir a los que han renunciado o abandonado? Sin maestros no hay educación ni presencial ni a distancia, sin maestros no hay escuela, y sin educación no hay presente ni futuro para los niños, niñas, adolescentes ni jóvenes, y ningún país sale de una crisis sin una buena educación.
Escribo estas líneas apuradas, no se me vaya a ir la luz, pues ese tema de la electricidad y el agua nos está afectando a muchos. Se te puede ir en la mañana, o al medio día y te toca almorzar frío, pues gas doméstico hace tiempo que no sé de qué se trata. El cansancio que suponen los malos servicios públicos, a veces inexistentes, afecta la salud mental de muchos ciudadanos. Si quieren más detalles, ahí están los del Observatorio de Servicios Públicos, ellos les pueden dar razón día a día de cómo está la situación.
Y podríamos seguir con la lista de temas, todos urgentes, señores del gobierno y de diversos sectores de la oposición, o de las oposiciones. Hay mucho qué hacer, muchos problemas pendientes. No se pueden distraerse con sus egos, con peleas internas. Tienen que aprender a escuchar el clamor de tanta gente. Les recomiendo que se lean Conversaciones conmigo mismo, de Nelson Mandela, y vean qué les aconsejó a los líderes de Burundí, cuando hubo la posibilidad de sentarse a negociar.-
Correo del Caroní/26 Mar, 2022