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Secretaría del Sínodo invita a escuchar para ser buenos comunicadores sinodales

Comisión para la comunicación se reune con comunicadores de América Latina y Caribe

El secretario del Sínodo para los Obispos ve a los comunicadores como socios, insistiendo en que “su aporte es de vital importancia, porque si la comunicación es defectuosa o es parcial, el mensaje no se transmitirá bien”

 

“Invaluable aporte de los comunicadores al caminar de nuestra Iglesia en el continente, como baluarte para la misión evangelizadora en estos tiempos en que los que privilegiamos la escucha, el diálogo y la sinodalidad”

 

En esa coyuntura, Mauricio López insiste como desafío comunicacional, en mostrar este proceso más allá de eventos aislados, un proceso que refleja la manifestación progresiva del Espíritu Santo en todo este caminar, que lleve a integrar estos aspectos y seguir fomentando una cultura sinodal en la Iglesia, crear y propiciar otro modo de ser Iglesia a la luz de las reformas que el papa Francisco nos propone

Sínodo 2023

 

La misión en la Iglesia es común, y de ella participan todos, también los comunicadores. Podríamos decir que la gran tarea a la que el papa Francisco ha llamado a la Iglesia en este momento de la historia es el Sínodo de la Sinodalidad, un proceso impulsado por la Secretaría del Sínodo de los Obispos.

A través de la Comisión de Comunicación, con la presencia de su coordinador Thierry Bonaventura y de otros miembros, y en colaboración con la Pontificia Comisión para América Latina, representada por su secretaria Emilce Cuda, y con el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), que se ha hecho presente a través del Centro para la Comunicación, se han celebrado en esta semana encuentros con comunicadores de América Latina y el Caribe, tanto en español como en portugués, a los que han sido convocados responsables de comunicación en las diferentes conferencias episcopales y redes eclesiales.

A ellos se dirigía el cardenal Mario Grech, haciéndoles ver la misión común, que no es otra que “comunicarnos para transmitir la Buena Nueva que Jesús trajo al mundo”, todo ello envista de una Iglesia sinodal, que promueve la “participación y comunión para la evangelización”. El secretario del Sínodo para los Obispos ve a los comunicadores como socios, insistiendo en que “su aporte es de vital importancia, porque si la comunicación es defectuosa o es parcial, el mensaje no se transmitirá bien”. En sus palabras enfatizó que “para ser buenos comunicadores sinodales necesitamos aprender el arte de escuchar”, al Espíritu Santo, la palabra de Jesús, y al pueblo de Dios.

Cardenal Grech

 

Por su parte, Mons. Miguel Cabrejos destacó el “invaluable aporte de los comunicadores al caminar de nuestra Iglesia en el continente, como baluarte para la misión evangelizadora en estos tiempos en que los que privilegiamos la escucha, el diálogo y la sinodalidad”. Esto fue vivido en el itinerario de la Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe, afirmó el presidente del Celam, invitando a participar en la implementación de los desafíos que surgieron.

El presidente del episcopado peruano destacó la importancia de escuchar, para una buena comunicación y un diálogo auténtico. Por ello, animó a seguir haciendo de la comunicación un instrumento para favorecer la pastoral de la escucha y la cultura del encuentro en el corazón y en la vida del Santo pueblo de Dios. En ese sentido, desde el Centro para la Comunicación del Celam se quiere “tejer redes colaborativas que fortalezcan la unida, la fraternidad y la comunicación en nuestra Iglesia, como mensajeros de esperanza, misericordia y vida plena”, insistió su presidente.

A la hora de abordar los procesos comunicativos relacionados al Sínodo de la Sinodalidad deben tener en consideración tres claves prioritarias, según Mauricio López. En primer lugar, acompañar la metanoia, los procesos de conversión personal para poder abrazar la invitación sinodal a la comunión, participación y misión. En segundo lugar, propiciar la alteridad, asegurar que a partir del ejercicio sinodal se generen encuentros de diálogo recíproco, de escucha significativa y sustancial, que consideren ir a los improbables, haciendo el puente hacia aquellos que nunca han sido escuchados, pero que ve como los favoritos de Dios. La tercera clave es la parresia, que los procesos comunicacionales consideren la perspectiva profética, la denuncia, la mirada de respuesta a las situaciones más urgentes de nuestra sociedad, haciendo opción por los excluidos.

Mauricio López

En Latinoamérica este proceso, recordó Mauricio, comenzó hace cerca de 60 años y más recientemente en Aparecida, donde se habla de una conversión pastoral, que en realidad es una conversión integral de una Iglesia en salida hacia las periferias y de compromiso con la realidad concreta. A partir de ahí se fueron dando pasos que llevaron la periferia al centro: REPAM, Sínodo para la Amazonía, con una escucha inédita, CEAMA, Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe, siempre buscando hacer partícipes a aquellos que nunca han participado de estos procesos.

En esa coyuntura, Mauricio López insiste como desafío comunicacional, en mostrar este proceso más allá de eventos aislados, un proceso que refleja la manifestación progresiva del Espíritu Santo en todo este caminar, que lleve a integrar estos aspectos y seguir fomentando una cultura sinodal en la Iglesia, crear y propiciar otro modo de ser Iglesia a la luz de las reformas que el papa Francisco nos propone. También destacó la importancia de la Episcopalis Communio, donde aparece la escucha como don, que debe llevar a pedir a Dios el don de la escucha para escuchar con Él al pueblo y para respirar en el pueblo la voluntad a la que Dios nos llama.

Los participantes de los encuentros pudieron compartir cómo se está viviendo el proceso sinodal en la fase diocesana que se está viviendo en cada una de las regiones de América Latina y el Caribe. En ese sentido, Emilce Cuda insistió en la necesidad de escuchar determinados colectivos y realidades muchas veces ignoradas por la Iglesia, que pueden ayudar a profundizar en el conocimiento de la realidad social y eclesial, un elemento decisivo para avanzar en el camino sinodal.

Desde la comisión para la comunicación se ofrecieron algunas orientaciones para llevar a cabo una mejor labor comunicativa, mostrando recursos presentes en la web del Sínodo y pidiendo un envolvimiento cada vez mayor en los procesos comunicativos en los diferentes medios de comunicación y redes sociales, donde se quiere contar con la colaboración de todos, también de los medios de comunicación generalista, buscando así promover en la Iglesia y en la sociedad una cultura sinodal, basada en el diálogo y la comunión.-

 Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica/RD

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