Venezuela

¿Por qué el Cementerio Municipal de Guarenas está a merced de los profanadores de tumbas?

Familiares y amigos despiden a sus difuntos en el Cementerio de Guarenas, sin la certeza de que sus restos serán respetados. La mayoría de las tumbas han sido profanadas y sus restos robados por presuntos practicantes de ritos ancestrales

Apenas entras al Cementerio de Guarenas recibes una sensación de abandono total. “Aunque la Alcaldía está trabajando para recuperar la infraestructura después de interminables profanaciones y robos de cadáveres”, comentó un visitante.

En lugar de un “Camposanto”, el Cementerio de Guarenas, parece un campo infernal: tumbas destrozadas, cuerpos incompletos que sobresalen de las despedazadas urnas, caminerías a medio arreglar y una inmensa pared perimetral igualmente dañada.

Por los lados de la pared que va hacia Las Clavellinas, se puede ver el promontorio de urnas destrozadas por el tiempo y los ladrones de huesos. Frente al Barrio Bolívar, existe un hueco inmenso que al parecer sirve de entrada furtiva a los informados saqueadores.

Que este cementerio sea el lugar del “descanso eterno” de un familiar o amigo, es realmente doloroso, triste y desalentador.

Es como si fuese el verdadero Purgatorio en que los católicos creen, y que permite cobijar la esperanza de pedir a Dios para que los familiares, amigos y demás fieles difuntos, puedan pagar sus penas.

El “nuevo rostro” del viejo cementerio de Guarenas

La Alcaldía de Plaza, a cargo de Freddy Rodríguez, comenzó a marcar con números las tumbas. No se conoce la intención, pero es posible que llevarán una estadística precisa de cuántas fosas están vacías y cuántas han sido profanadas. También ha desmalezado y hecho algunos arreglos.

Es innegable el gran daño que han hecho en los últimos años los brujos, hechiceros, paleros y demás practicantes de religiones primitivas; todos convertidos en ladrones y saqueadores de huesos humanos en este lugar, se escucha decir.

“Hay que darle un poco de dignidad a nuestros difuntos, ha sido la promesa del alcalde”, dice un interlocutor.

Alguien te está mirando y pide una oración

Pero mientras presencias el entierro de la amiga y vecina, te das cuentas que “alguien te mira”; que las calaveras de algunos de estos muertos parecen “suplicar una oración por respeto que merecen y por su descanso eterno”. Y es así, “literalmente”, como dice la vieja expresión que los muchachos han puesto de moda.

Las de las fotos, son calaveras aún en descomposición de dos difuntos cuyas tumbas fueron saqueadas y gran parte de sus huesos robados.

Tal vez no se llevaron las cabezas por estar todavía verdosas y en descomposición. El aire se enrarece con el hedor que emana de ellas, propio de una persona en proceso de descomposición. Los cadavéricos ojos están ahí, como implorando…

“¿Quiénes eran?”, preguntó el periodista. “¡No sabemos!”, es la respuesta obvia. No había una inscripción de sus nombres en la tumba.

Tal vez fueron vecinos conocidos nuestros. No lo sabemos ni lo sabremos nunca”, atina a decir uno de los visitantes.

Lo que sí se sabe es que eran seres humanos con nombres, apellidos y familiares como todos los ciudadanos de esta empobrecida y triste Venezuela. Pero ahora yacen mancillados y olvidados.

En la mayoría de las tumbas saqueadas, los restos están recogidos como formando su propia “pila de huesos”. Seguro irán a dar al fondo de las mismas tumbas o fosa común. Son el último resquicio de lo que serán en este mundo hasta que se vuelvan polvo.

Solo queda el consuelo de sumarlos a las oraciones por su eterno descanso y que ahora al formar parte de las Almas del Purgatorio, sin nombres concretos, puedan recibir el aliento de llegar también al Cielo. Es el deseo de muchos que ahora estamos vivos.

Dios les lleve a su Morada Eterna. Amén.

ENLACE: https://elguardiancatolico.blogspot.com/2022/04/por-que-el-cementerio-municipal-de.html 

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Guarenas, 4 de abril de 2022

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