Autonomía universitaria necesaria e imposible
No es posible la necesaria reconstrucción del país con la educación en escombros
P. Luis Ugalde, sj:
El profesor Víctor Márquez, presidente de la APUCV, hace un par de meses acusó “al
régimen de estar llevando a cabo una política de exterminio del sector universitario que es
necesario detener para el bien de la República”. Comparto plenamente esta preocupación.
La universidad venezolana, sobre todo la financiada por el Estado, fue durante medio siglo
la principal escalera de ascenso social saliendo de la pobreza hacia un país en vertiginoso
proceso de urbanización y de modernización.
En estos días se prenden algunas alarmas universitarias con el anuncio de una nueva ley de
educación universitaria sin la debida discusión ni consulta previa para implantar una
universidad sometida al gobierno autoritario. Un gobierno totalitario como el de Cuba
impone una universidad con autoridades nombradas a dedo, muy al contrario de la
autonomía declarada en el artículo 109 de nuestra Constitución. Ahora con el Estado
arruinado y cargado con una inmensa deuda impagable, la universidad autónoma apenas
puede abrir sus puertas, lo que es una gran tragedia nacional que corona la ruina de todo
el sistema educativo. No es posible la necesaria reconstrucción del país con la educación en
escombros.
Universidad asediada
Hace ya 9 años (27-7-2013) en un artículo con este título denunciábamos el cerco
gubernamental contra la Universidad cuyo objetivo era “la sustitución de la actual
universidad autónoma por otra sometida a la imposición “del Gobierno-Estado-Partido”.
Señalábamos que “la estrategia tiene principalmente dos piezas, el cerco presupuestario y
el bloqueo al procedimiento de elección democrática autónoma de las autoridades y
representantes”.
Necesaria e imposible autonomía
La debacle hiperinflacionaria y la reducción de los presupuestos universitarios, a menos de
10% requerido, han impuesto sueldos de hambre y llevado a las universidades al cierre o a
una dolorosa agonía. Pero esto no se resuelve pidiendo que el Estado vuelva a financiar más
de 90% del presupuesto de universidades como la UCV, la USB, por ejemplo.
Hoy y mañana -queramos o no- la autonomía no será posible si depende del Estado endeudado, arruinado
y radicalmente reducido a la cuarta parte de lo que era. Las universidades necesitan
autonomía también en el financiamiento. Esperar que el gobierno responda al 90% de las
necesidades financieras de las universidades es hacer inviable la autonomía: con este
régimen porque ni quiere ni puede, y con otro gobierno democrático, porque no podrá
aunque quiera…
Caracas, 7 de abril de 2022