San Expedito, el santo que nos enseña a no dejar lo importante para después
El día de hoy, 19 de abril, la Iglesia recuerda a San Expedito, militar romano que vivió entre los siglos III y IV. Antes de su conversión fue comandante de la legión romana “Fulminata XII”, la que estaba bajo las órdenes directas del emperador Diocleciano. A San Expedito se le cuenta entre los mártires.
Puede que el mañana nunca llegue
Según la tradición de la Iglesia, cuando San Expedito ya había tomado la decisión de abrazar el cristianismo, el Maligno se le presentó en forma de cuervo y empezó a gritar: “cras, cras, cras”, onomatopeya que en latín quiere decir: “mañana, mañana, mañana”. Lo que quería Satanás era enfriar el deseo apremiante de Expedito por conocer a Cristo, a sabiendas de que posponer -aunque sea por un solo día- una decisión tan importante, podría acarrear una victoria definitiva del mal.
El santo, de un solo movimiento, aplastó al cuervo tentador, gritando la respuesta perfecta: “¡Hodie, hodie, hodie!”, que quiere decir “hoy, hoy, hoy”. “No dejaré nada para mañana, a partir de hoy seré cristiano”, se dijo a sí mismo. De ahí en adelante, Expedito vivió su fe cristiana hasta el último de sus días, cuando le tocó entregar su sangre en el martirio.
Veneración
A San Expedito se le considera protector ante las dificultades surgidas en el trabajo, buen intercesor por las familias y diligente abogado cuando se es llevado a juicio. Su rápida y contundente respuesta al demonio le convirtió en modelo e intercesor en los problemas urgentes y ante la procrastinación.
San Expedito también es protector de la juventud, los estudiantes y enfermos. Se le representa como un soldado portando una cruz en la que está escrita la palabra “hodie” (hoy), al lado de la hoja de palma que simboliza el martirio. A sus pies se representa un cuervo con la palabra “cras” (mañana).
En este día, miles de fieles se congregan en la parroquia Nuestra Señora Balvanera de Buenos Aires (Argentina) para venerar la antigua imagen del santo que se conserva en el templo. Sus devotos asisten a Misa, se acercan a la Confesión y piden bendiciones para sus pertenencias valiosas.-