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Elecciones en Filipinas: los Marcos-Duterte, un ex-policía, Leni y Kiko; las iglesias hablan fuerte

Rodrigo Duterte, de 77 años, presidente de Filipinas desde 2016, anunció por sorpresa hace unos meses que dejaba la política. Hay elecciones presidenciales el 9 de mayo en este país peculiar, compuesto de innumerables islas, de herencia hispánica, con unos 110 millones de habitantes, de los que el 80% son católicos (el país de Asia con más católicos).

Distintos colectivos cristianos -católicos y protestantes- han ido tomando partido por los candidatos en la recta final de la campaña.

Una de las candidaturas es la del hijo del dictador Ferdinand Marcos (que gobernó desde 1965 hasta ser derrocado en 1986), Ferdinand “Bongbong” Marcos Junior, que tiene como candidata a la vicepresidencia a Sara Duterte, hija de Rodrigo Duterte.

Los obispos católicos han criticado con dureza los gobiernos de ambos padres (Marcos y Duterte): recuerdan que el primero fomentó torturas y asesinatos y recortó muchas libertades con su ley marcial, y que el segundo ha practicado ejecuciones extrajudiciales que se quieren ocultar.

En febrero, los obispos católicos publicaron una carta previniendo contra el «revisionismo histórico» que intenta «blanquear» los abusos del dictador Marcos. El presidente de los obispos, Pablo Virgilio David, declaraba directamente: «La gente no puede andar diciendo que fue una era dorada [la de Marcos] porque eso es una mentira». Aunque admite que los obispos no deben elegir en lugar de los votantes, sí pide a los católicos buscar «el bien común» y evitar «la descarada y sutil distorsión, manipulación, encubrimiento y abuso contra la verdad» que cree que esta candidatura promociona.

El presidente de los obispos pide no ser «neutrales como Pilatos»

El pasado miércoles, en una «Misa de Solidaridad por la Opción Moral», en la parroquia de Baclaran en Parañaque, el obispo David pidió a los filipinos «no tratar a nuestros paisanos como enemigos, tampoco a los que están en desacuerdo con nosotros. Me alegra oír voces que dicen: No somo realmente enemigos, sois parte de aquello que defendemos. Esta es la actitud correcta para un cristiano, porque no tenemos más enemigo que el Príncipe de las Mentiras, Satanás».

Dicho eso, pidió que nadie se considerara «neutral» ante las elecciones, no en el sentido en que fue «neutral» Pilatos. «Pilatos hizo su investigación, así que sabía la verdad de las acusaciones contra Jesús. Pero por miedo por ser llamado traidor a los intereses del emperador y a ser desposeído del poder, se lavó las manos en vez de tomar una posición. Eligió ser ‘neutral’ porque no podía defender la verdad», criticó el obispo, que compara a los que difamaban a Jesús con «los trolls en las redes sociales de hoy, expertos en controlar la opinión pública con mentiras. ¿Queremos crucificar de nuevo a Jesús en las elecciones que se aproximan?», exclamó en su homilía.

El tema de los «trolls en redes sociales» hace alusión a la acusación de que Duterte padre los usó en las últimas elecciones y que están volviendo a usarse para confundir a la gente.

Protestantes, El Shaddai y anti-trinitarios, por un ex-policía

Los obispos católicos no proponen un candidato, pero hay otros grupos religiosos que se han manifestado directamente a favor del antiguo jefe nacional de la policía Guillermo Lorenzo Eleazar. Así, esta semana expresaban su apoyo por esta candidatura los obispos protestantes de la Independent Bishops Conference of the Philippines, alabando su «buen carácter, visión y capacidad de guiar a la nación por el camino de la justicia». Eleazar presume a su favor de 38 años en la policía combatiendo criminales, guerrillas comunistas, terroristas de distinto signo...

El general y ex-policía Eleazar en un encuentro de la comunidad carismática católica El Shaddai

El general y ex-policía Eleazar en un encuentro de la comunidad carismática católica El Shaddai, que ha declarado su apoyo por él.

Quizá más potente a favor de Eleazar es el apoyo de la comunidad carismática católica El Shaddai, la mayor del país y quizá del mundo, con millones de miembros y simpatizantes repartidos por las islas. El Shaddai nació en los años 80 a partir de los programas de radio y televisión del telepredicador católico Mike Velarde, con el obispo emérito de Novaliches, Teodoro Bacani, como asesor espiritual. Suele tomar partido por algún candidato en las elecciones, aunque no siempre lo hace y no siempre por el ganador.

También ha declarado su apoyo al ex-policía la Iglesia Ni Cristo, fundada en 1914, actualmente con unos 2,6 millones de fieles. Esta corriente religiosa no cree en la Trinidad, ni en la divinidad de Cristo, ni en la del Espíritu Santo y considera que todas las iglesias cristianas son «apóstatas». En política siempre apoyan candidatos conservadores.

Católicos por Leni y Kiko

Probablemente la candidatura preferida de los obispos -aunque sólo algunos los declaren- es la del senador Francis «Kiko» Pangilinan y Maria Leonor «Leni» Robredo.

Clérigos de la isla de Cebú muestran su apoyo por la candidatura de Leni y Kiko

Clérigos de la isla de Cebú muestran su apoyo, no muy discretamente, por la candidatura de Leni y Kiko.

Esta semana se ha difundido una declaración de apoyo por ellos del grupo Clero por la Opción Moral (Clergy for the Moral Choice, CMC) a la que pertenecen unos 1.400 clérigos, entre sacerdotes, diáconos y obispos. El grupo critica que Marcos y Duterte presenten los años de la Ley Marcial de la dictadura como «años dorados» y que recurren a mentiras y engaños, a comprar votos y «trolls para expulsar la verdad hasta instalarse en el poder».

En elecciones pasadas, admite este grupo de clérigos, los obispos y sacerdotes se limitaban a animar a votar al bien común, sin significarse mucho más. Pero en esta ocasión, dicen en un comunicado, «necesitamos desesperadamente una participación más concreta porque es una batalla entre la verdad y la falsedad, servir al pueblo o servir a que los líderes se instalen en el poder».

Señalan que Kiko y Leni «nunca se han visto manchado o relacionados con ninguna corrupción en su servicio pasado». También alaban «sus vidas privadas en las que muestran preocupación, cuidado y apoyo a los sectores de la población más necesitados de ayuda».

Miembros de la CMC celebraron una misa frente a la Oficina de Comisión de Elecciones después de dar su rueda de prensa.

No cubrir los abusos de Duterte

Uno de los obispos que durante estos 5 últimos años ha sido más duro (o más valiente) con Duterte, el presidente saliente, es Broderick Pabillo, que fue administrador apostólico de la diócesis de Manila y desde verano de 2021 está en el vicariato de Tatay, una zona misionera de unos 500.000 habitantes. Pabillo explicó a la agencia misionera AsiaNews que lo que destaca «durante la campaña electoral son las flagrantes mentiras con las que se pretende revisar nuestro pasado. Los medios de comunicación social están en primera línea, especialmente en lo que se refiere a la dictadura de Marcos. Además, están las cuestiones de las ejecuciones extrajudiciales en nombre de la «guerra contra las drogas» y el etiquetado de todos los opositores y grupos progresistas como comunistas. En todos estos abusos hay una falta de transparencia y una cultura de la impunidad. Nadie se hace responsable de los abusos cometidos”.

Denuncia que «los mecanismos de equilibrio de poder se están desmantelando. La Corte Suprema ha sido subyugada con la expulsión de su presidente; los representantes del gobierno en la Comisión de Control y la Comisión Electoral tienen conexiones con Duterte, al igual que las fuerzas armadas y la policía. Filipinas necesita líderes que no estén en deuda con el presidente saliente; que sean independientes y valientes para acusar a Duterte y a los responsables de los abusos».

El obispo pide «que se haga justicia, especialmente para las víctimas de ejecuciones extrajudiciales, que se cuentan por miles. También nos enfrentamos a una corrupción desenfrenada que ha generado una deuda nacional. Y necesitamos un liderazgo fuerte para mantener nuestra independencia de China, sin caer en manos de los estadounidenses».

Pabillo detalla que a menudo «se elige al candidato que representa el mal menor, pero no esta vez: Leni Robredo y los suyos no provienen de dinastías políticas, no están tocados por la corrupción y tienen una reputación de transparencia y sinceridad en su servicio a los pobres y su compromiso con los derechos humanos. Realmente espero que ganen, aunque no dispongan de los recursos financieros con que cuentan otros políticos de larga trayectoria”.-

Pablo J. Ginés

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