Trabajos especiales

Notas sobre la Telenovela Cubana

Julio Pernús:

De seguro mientras usted lee este texto compartiremos la expectativa sobre lo que sucederá en el próximo capítulo de la novela cubana Vuelve a Mirar. Cada espacio televisivo debe ganarse el corazón de la audiencia para poder navegar sobre la crítica con la certeza del compromiso cumplido. Sin dudas, un programa que logre hacerse necesario dentro de la agenda existencial de los cubanos podrá sobreponerse a las ataduras limitadas del tiempo al aire y permanecer por siempre en la memoria de quienes lo consumieron.

Sencillez, actualidad, sororidad, amor, empatía, son algunos de los valores que Vuelve a Mirar ha colocado en el pensamiento de sus consumidores. La novela llega para posicionar en el centro del debate social el tratamiento a la vejez en un país como el nuestro, que va camino de convertirse, en unos años, en el más longevo de América Latina. Un tema clave dentro de la trama ha sido el del diálogo intergeneracional, donde abuelos, hijas y nietos son capaces de dirimir sus conflictos sostenidos en la principal red de apoyo de los seres humanos, la familia.

Para los jóvenes se tejen varias enseñanzas en el guión escrito por Amílcar Salatti y Joel Infante; por solo mencionar algunos, destaco el tema de las relaciones sexuales en edades tempranas y sus consecuencias, como una posible infección con VIH. Me parece justo resaltar el valor conceptual humanitario que se le ha brindado a esta enfermedad, pues las personas que viven con ella merecen ser tratadas con respeto y empatía. Otro tema polémico ha sido el de la prostitución; dentro de la Iglesia, desde hace unos años, se ofrecen espacios de acompañamiento a mujeres que han vivido – y viven- esta realidad en Cuba. Vuelve a Mirar acierta al presentar los tipos de maltratos de género y discriminación que hay detrás de estos procesos de venta del cuerpo.

De cara a la sociedad es de resaltar el tema de la corrupción y los negocios ilícitos como forma de vida en Cuba, también los abusos con respecto a la vejez, donde de alguna forma se nos invita a todos a tratar de proteger en formas más concretas los derechos de nuestros ancianos y su participación social. También se aborda el tema religioso desde el sincretismo como una forma de expresión de la religiosidad popular del cubano. Sobre este acápite existe diversidad de criterios, pero la forma respetuosa en que se maneja dentro de la novela nos ayuda a comprender el crecimiento tangible de este tipo de creencia en el pueblo.

Paula Alí, Rubén Breñas, Osvaldo Rojas, Roque Moreno, Manuel Porto, Nieves Riovalles, Héctor Echemendía y Miriam Socarrás son algunos de los veteranos que nos han regalado actuaciones valiosas dentro del elenco actoral, junto a jóvenes como Beatriz Viñas, Alejandro Cuervo, Raquel Rey, Roly Chiong, Giselle Sobrino, Yuny Bolaños y Adriana Delgado; ellos conforman un equipo que, según han manifestado en sus redes sociales, han disfrutado mucho el proceso de grabación a cargo del director de la novela Ernesto Fiallo.

Vuelve a Mirar, con una banda sonora que no tiene desperdicio a cargo del gustado músico cubano Raúl Paz, es un regalo nocturno que durante tres noches nos convoca a volver a mirar nuestra realidad para reflexionar desde un lenguaje sencillo y sincero sobre problemáticas tangibles. Una obra donde nietos y abuelas se puedan sentar juntos al televisor e ir comentando a la par las escenas sobre el capítulo en curso puede sentirse satisfecha de haber cubierto las expectativas de ese gran jurado, el público.-

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