¿Quién es la Virgen María y por qué su figura es tan sumamente importante para los católicos?
Si hay una mujer importante para los católicos esa es la Virgen María. Pero, ¿quién era realmente María, cuáles son los dogmas que están relacionados con Ella y qué apariciones ha tenido a lo largo de la historia?
Índice de temas sobre la Virgen María
–¿Quién es la Virgen María?
-¿De qué forma aparece María en la Biblia?
-¿Cuáles son los dogmas sobre la Virgen María?
-Principales festividades dedicadas a María
-Principales apariciones marianas en la historia
-Principales advocaciones marianas
-¿Con que títulos se honra a la Virgen María?
-¿Cuáles son las oraciones más importantes dedicadas a la Virgen María?
-¿Quién es la Virgen María?
–La Virgen María es la madre de Jesús y madre de Dios. Judía de nacimiento, era hija de san Joaquín y santa Ana y estuvo desposada con San José, padre putativo de Jesús y descendiente de la casa del rey David. María provenía de una pequeña ciudad de Galilea, llamada Nazaret, donde vivió antes y después de dar a luz a Jesús. Precisamente, parte de la casa que habitó la Sagrada Familia en Nazaret se cree que fue llevada hasta la ciudad italiana de Loreto en el siglo XIII. María también viviría a lo largo de su vida en Egipto, mientras huía junto a su familia de la persecución de Herodes. La tradición sugiere que María murió en Éfeso (Turquía), en casa de Juan el Evangelista y posteriormente fue asunta al cielo.
-¿De qué forma aparece María en la Biblia?
-Para los católicos, la Virgen María tuvo la incomparable misión de ser madre de Dios, concebir en su seno al Redentor y acompañarlo en los momentos más importantes de la historia de la Salvación. Todo ello se refleja en la Biblia, donde la Virgen aparece en distintas ocasiones.
La primera vez que se hace referencia a María en los Evangelios tiene lugar durante la Anunciación, cuando el arcángel Gabriel se le aparece y le comunica que el Espíritu Santo descenderá sobre ella y le hará concebir un niño, que será el hijo de Dios. La Virgen María acepta diciendo: «Hágase en mí según tu palabra».
Estando ya embarazada, María visita a su prima Isabel. Como recoge la Biblia, al encontrarse las dos mujeres que estaban en cinta, Isabel le recibe con estas palabras: «Bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu viente Jesús», y san Juan Bautista, primo de Jesús, salta de gozo en el seno de su madre.
La tercera aparición de la Virgen en la Biblia, y una de las más importantes, se da durante el nacimiento de Jesús. María y José tienen que acudir a Belén para empadronarse y es en esa pequeña aldea donde les toca dar a luz al Salvador.
Poco después de este gran acontecimiento, cuando se cumplían 40 días del nacimiento, la Virgen vuelve a aparecer en los Evangelios. José y María llevan a Jesús hasta el templo de Jerusalén para presentarle y cumplir así con la ley judía.
Jesús besa a su madre en una escena de La Pasión de Cristo, dirigida por Mel Gibson.
La Virgen vuelve a ser protagonista de las páginas de la Biblia después de una visita a Jerusalén por la fiesta de Pascua. Jesús se pierde en el templo, hablando con los doctores, y al reencontrarse con sus padres, María le pregunta: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira que tu padre y yo, angustiados, te buscábamos».
Las Bodas de Caná son uno de los momentos de los Evangelios donde la Virgen cobra mayor relevancia. María y su hijo van a Caná, invitados a unas bodas, y cuando comienza a escasear el vino, la Virgen le pide a Jesús que ayude a los anfitriones y Este obra un milagro. «No tienen vino» y «Haced lo que Él os diga», dijo la Virgen en aquel pasaje.
María también es protagonista cuando en cierta ocasión, cuenta San Marcos, le dijeron a Jesús que su madre y sus hermanos (forma de llamar a primos y familiares en oriente) estaban esperándole. Él dice, entonces, que solo quien cumplía la voluntad de Dios, son su madre y sus hermanos.
Los momentos más dolorosos de la vida de Jesús van a contar especialmente con la presencia de la Virgen María. La madre de Dios acompaña a su hijo camino de la cruz y es allí donde se produce el diálogo entre Jesús, su madre y el apóstol san Juan: «Mujer, ahí tienes a tu hijo, hijo, ahí tienes a tu madre», dice Jesús a María.
La Virgen María va a aparecer en más relatos bíblicos, como el de Pentecostés, en los Hechos de los Apóstoles, o en el mismo libro del Apocalipsis de San Juan.
-¿Cuáles son los dogmas sobre la Virgen María?
-Los dogmas de la Iglesia Católica que están relacionados con la Virgen María son cuatro y cada uno fue promulgado en diferentes fechas.
El dogma de la Inmaculada Concepción declara que «la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha del pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano» (Papa Pío IX).
La Virginidad Perpetua de María es el dogma mariano más antiguo de la Iglesia y defiende que la Madre de Dios fue virgen antes, durante y después del parto, y no tuvo otros hijos. Aunque esta doctrina ya era un dogma en el cristianismo primitivo, el concilio de Constantinopla (año 553) le otorgó a María el título de «virgen perpetua». En este sentido, la Virgen María, a diferencia de Eva que tuvo como castigo por pecar tener que parir con dolor, no tuvo sufrimientos físicos al dar a luz a Jesús.
El tercer dogma de la lista es la Asunción de la Virgen María al cielo. «Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del Universo, para ser confirmada más plenamente a su Hijo» (Catecismo de la Iglesia Católica). Este dogma fue proclamado por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950.
Por último, y no menos importante, se encuentra el dogma de la Maternidad Divina de María. La Virgen es madre de Jesús en su integridad, siendo así madre de un hombre llamado Jesús y del mismo Dios. Cerca de 200 obispos se reunieron en el año 473 a discutir el tema y llegaron a la conclusión de que «la Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios».
Un posible quinto dogma sobre María está en discusión desde hace mucho tiempo. Ese no es otro que el de la Virgen como Corredentora, título que se usa desde el siglo XV y que la Iglesia suele utilizar en algunos documentos oficiales. Según los expertos no debería entenderse como una equiparación con Cristo, único Redentor, sino como una cooperación indirecta por cuanto puso voluntariamente toda su vida al servicio del Redentor, padeciendo y ofreciéndose con Él al pie de la Cruz.
Principales festividades dedicadas a María
Las principales festividades de la Virgen que se celebran a lo largo del año son las siguientes:
Santa María, Madre de Dios (1 de enero)
La Presentación de Jesús en el Templo (2 de febrero)
Nuestra Señora de Lourdes (11 de febrero)
La Anunciación del Señor. (25 de marzo)
La Visitación de la Virgen María (31 de mayo)
Inmaculado Corazón de la Virgen María (20 de junio)
Nuestra Señora del Carmen (16 de julio)
Dedicación de la Basílica de Santa María (5 de agosto)
La Asunción de la Virgen María. (15 de agosto)
María Reina (22 de agosto)
La Natividad de la Virgen María (8 de setiembre)
Nuestra Señora de los Dolores (15 de setiembre)
Nuestra Señora del Rosario (7 de octubre)
Presentación de la Virgen María (21 de noviembre)
La Inmaculada Concepción de María (8 de diciembre)
-Principales apariciones marianas en la historia
Las apariciones de la Virgen María aprobadas por la Iglesia a lo largo de la historia han sido muy numerosas. Una de las primeras tuvo lugar cuando la Virgen del Pilar se le apareció al apóstol Santiago en la ciudad de Zaragoza. Entre las que más popularidad tienen entre los fieles se encuentra la de la Virgen de Guadalupe, en México. Esta aconteció en el año 1531, y la Virgen se le apareció a San Juan Diego. Muy apreciada, también, es la aparición de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, ocurrida en Francia, en 1830, con Santa Catalina Labouré como vidente. También en Francia, pero en 1858, Nuestra Señora de Lourdes se le apareció a Santa Bernardita. Fue en Portugal donde se produjo una de las apariciones más importantes para el mundo católico. En 1917, en la localidad de Fátima, Nuestra Señora del Rosario se le apareció a los pastorcitos Lucia, Jacinta y Francisco.
-Principales advocaciones marianas
-Aunque la Virgen es solo una, los católicos han dedicado innumerables advocaciones a María a lo largo de la historia. Unos apelativos que buscan destacar una aparición mariana determinada, unos dones especiales o unos atributos concretos de la Virgen. Así, prácticamente en cada ciudad o pueblo del orbe católico, los fieles cuentan con una Virgen en particular. Algunos ejemplos pueden ser Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora de la Luz, Nuestra Señora del Buen Consejo, la Virgen de Montserrat, la Virgen de Luján o Nuestra Señora de Aparecida.
-¿Con qué títulos se honra a la Virgen María?
-Los fieles católicos le han otorgado desde siempre a su madre, la Virgen María, infinidad de títulos. Así se puede comprobar en las famosas «letanías lauretanas», que se rezan durante el santo Rosario. Los títulos con los que se alaba a María son los siguientes:
Santa María
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de las Vírgenes
Madre de Cristo
Madre de la Iglesia
Madre de la misericordia
Madre de la divina gracia
Madre de la esperanza
Madre purísima
Madre castísima
Madre siempre virgen
Madre inmaculada
Madre amable
Madre admirable
Madre del buen consejo
Madre del Creador
Madre del Salvador
Virgen prudentísima
Virgen digna de veneración
Virgen digna de alabanza
Virgen poderosa
Virgen clemente
Virgen fiel
Espejo de justicia
Trono de la sabiduría
Causa de nuestra alegría
Vaso espiritual
Vaso digno de honor
Vaso de insigne devoción
Rosa mística
Torre de David
Torre de marfil
Casa de oro
Arca de la Alianza
Puerta del cielo
Estrella de la mañana
Salud de los enfermos
Refugio de los pecadores
Consuelo de los migrantes
Consoladora de los afligidos
Auxilio de los cristianos
Reina de los Ángeles
Reina de los Patriarcas
Reina de los Profetas
Reina de los Apóstoles
Reina de los Mártires
Reina de los Confesores
Reina de las Vírgenes
Reina de todos los Santos
Reina concebida sin pecado original
Reina asunta a los Cielos
Reina del Santísimo Rosario
Reina de la familia
Reina de la paz
¿Cuáles son las oraciones más importantes dedicadas a la Virgen María?
-Mientras que el santo Rosario es el rezo por excelencia ofrecido a María, las dos oraciones más importantes dedicadas a la Virgen María son el Ave María y la Salve.
Ave María:
Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
La Salve:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Pero los fieles católicos también cuentan con muchas otras oraciones con las que poder rezar a la Virgen María.
Magnificat:
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Salve Regina:
Salve Regina, Mater misericordiae, Vita dulcedo et spes nostra salve. Ad te clamamus exsules filii Hevae. Ad te suspiramus gementes et flentes, in hac lacrimarum valle. Eja ergo advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Et Jesum benedictum fructum ventris tui nobis post hoc exsilium ostende. O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria.
Bendita sea tu pureza:
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión! ¡No me dejes, Madre mía¡
Regina Coeli:
Reina del cielo, alégrate, aleluya. Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya. Ha resucitado según su palabra, aleluya. Ruega al Señor por nosotros, aleluya. Goza y alégrate Virgen María, aleluya. Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.-